La convocatoria de Hugo Moyano a un plenario de delegaciones regionales marcó lo que podría ser el preludio de la ruptura entre los aliados de las CGT opositoras: el gastronómico Luis Barrionuevo pagó el faltazo. El dirigente camionero, en tanto, se apuró a negar que tenga problemas en su frente interno: “No hay nada que indique una ruptura”. Moyano volvió a postergar la posibilidad de un nuevo paro general antes de fin de año.

Moyano encabezó un plenario de delegaciones regionales de la CGT que tuvo la resonante ausencia de Barrionuevo, quien ya había dejado trascender que no pensaba ir porque no se iba a decidir ninguna medida de fuerza contra la administración de Cristina Fernández de Kirchner. Así se vuelve a alejar la unidad entre los gremialistas opositores, mientras el dirigente de la CTA Autónoma Pablo Micheli ya está convocando a un paro nacional para noviembre. Barrionuevo también quiere convocar cuanto antes a un paro, pero el camionero considera que la CGT Azul y Blanca tiene un escaso poder de convocatoria. “Tenemos que ser inteligentes para definir cuál es la medida que puede permitir que nuestros reclamos sean escuchados”, advirtió Moyano.