El oficialismo salió al cruce de varios precandidatos presidenciales y dirigentes opositores que en las últimas horas volvieron a la carga con la promesa de derogar las leyes sancionadas durante los gobiernos kirchneristas en caso de que lleguen a la Casa Rosada en 2015. Una lista que incluyó al senador y titular de la UCR Ernesto Sanz, el diputado y precandidato presidencial socialista Hermes Binner y al diputado y aspirante a la gobernación bonaerense en nombre del massismo Felipe Solá. “Esta actitud de la oposición denota impotencia y demuestra que están en el lugar de los más poderosos, y que como gerentes de esos intereses económicos concentrados quieren derogar las leyes que les dan derechos a los sectores que históricamente fueron los más desfavorecidos”, sostuvo la jefa del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Juliana Di Tullio. “Los dirigentes de la oposición quieren volver a la Argentina del pasado”, señaló el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. “Si lo que quieren es un régimen retrógrado, que lo digan de esa manera de una vez por todas”, agregó la diputada K Diana Conti.

“Me pregunto legítimamente qué van a hacer con la ley de recuperación de los fondos de las AFJP y con el sistema jubilatorio. Vienen a derogar el sistema público de jubilaciones, la AUH, el programa Conectar Igualdad y el Procrear”, alertó el director de la Anses, Diego Bossio.

“Esas propuestas tienen un claro sentido antidemocrático porque esas normas han sido aprobadas por el Parlamento, cuyos integrantes fueron elegidos por voluntad popular”, sumó el aliado oficialista Carlos Heller.

El diputado massista Felipe Solá se sumó ayer a la amenaza del radical Sanz y el socialista Binner, que prometieron “derogar” leyes sancionadas durante los últimos diez años de gobiernos kirchneristas. “Yo no estoy trabajando con los demás miembros de la oposición. Pero sí sé que nosotros pensamos que las leyes que crean incertidumbre, por la vía del autoritarismo y que además no son útiles, las tenemos que derogar”, se sinceró Solá en nombre del Frente Renovador.

Aunque Solá intentó mostrar la “autonomía” del FR respecto del resto del conglomerado opositor y esquivó dar la lista que figura en la agenda derogadora del massismo, terminó por adherir en buena medida a la propuesta de Sanz durante una entrevista radial. La lista de Sanz, formulada en un programa de cable de la señal TN, incluye las leyes de Abastecimiento, de Emergencia Económica, Antiterrorista, de blanqueo de capitales, de Servicios de Comunicación Audiovisual, el nuevo Código Civil y Comercial, la reforma del Consejo de la Magistratura y la nueva Carta Orgánica del Banco Central. Una promesa a la que también se sumó Binner: “Si somos gobierno, vamos a revisar todas las leyes del kirchnerismo”, sentenció y mencionó ocho como prioritarias.

Por su parte, el jefe del bloque de diputados del macrismo, Federico Pinedo, fue menos específico pero coincidió con la necesidad de llegar a un acuerdo entre los opositores para colocar las leyes de acuerdo con la Constitución nacional, sea eso lo que signifique.

La respuesta

La propuesta opositora por la derogación generalizada desató la reacción del oficialismo, que alertó sobre las consecuencias que acarrearía, de cumplirse, la amenaza opositora. “Hacer campaña rompiendo y subvirtiendo el orden legal y legítimo existente es una verdadera involución democrática. Dan miedo: no han sabido proponer, pero sí tienen claro que viene a romper”, agregó Bossio.

“Cuando algunos dirigentes de la oposición identifican su posicionamiento con el propósito de derogar leyes que fueron el producto del debate y la representación soberana del pueblo, sea por inseguridad, mezquindad o simple especulación política, están negando el sentido de la democracia y su propia condición de legisladores, confundiendo a su representados y retrotrayendo con esa conducta al debilitamiento institucional”, dijo Julián Domínguez a Página/12. “Se equivocan quienes quieren retroceder en el avance histórico del proyecto

inaugurado por Néstor Kirchner y continuado por la Presidenta, quienes en cada etapa de estos once años han consolidado las políticas públicas, precisamente en las nuevas leyes, que representan las bases jurídicas para una nueva etapa del desarrollo nacional”, agregó Domínguez.

“Es una expresión antidemocrática, porque todas las leyes que pretenden derogar fueron votadas con mayoría en ambas cámaras”, coincidió Di Tullio ante este diario. “Como militante, eso me da mucha vergüenza. Si fuera radical me daría vergüenza, si fuera socialista me muero y si fuera peronista –por el PJ anti K– me descompongo, del solo hecho de pensar que lo que digo es música para los oídos del G6 y Clarín”.

“Esas leyes son el fruto de una democracia que se profundiza cada día. Si lo que quieren es un régimen retrógrado, que lo digan de esa manera”, sumó Conti ante la consulta de Página/12.

“Cualquier derogación sería un grave atentado a la Constitución y a la seguridad; y además, no lo van a hacer porque directamente no van a ganar”, sostuvo el diputado Carlos Kunkel, quien descartó que hayan existido encuentros de opositores en el Congreso para sellar un acuerdo en esa dirección. “En todo caso, es lo que (el CEO de Clarín, Héctor) Magnetto les dijo que tenían que decir”, concluyó.

“No es un tema que tiene que ver con tradiciones políticas sino que tiene que ver con un denominador común de pensamiento conservador y que, sin duda, expresaría la voluntad restauradora de las políticas previas”, agregó el diputado Carlos Heller, de Nuevo Encuentro.