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“Si en el mundo no se revierte la tendencia por la que hay 1000 millones de desocupados o personas que trabajan en condiciones inferiores a las normales, habrá problemas de seguridad”, advirtió ayer Juan Somavía, el titular de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En su primera visita a Buenos Aires, el dirigente estuvo en la Casa Rosada, donde consideró que hay “un giro lento a nivel mundial para colocar el empleo productivo como objetivo” de las políticas económicas. Somavía también elogió el acuerdo argentino con el FMI y respaldó la gestión de Néstor Kirchner.
“A muchos gobernantes les hubiera gustado tomar su actitud” en las negociaciones con Fondo, declaró en una conferencia de prensa, luego de entrevistarse con el presidente. Para Somavía, la generación de empleo está “en el corazón de la solución de los problemas” de la Argentina, y el acuerdo logrado con el FMI “apunta a esa dirección”.
“Kirchner tomó una posición que expresó ciertos límites en lo que se le puede exigir a una sociedad, con lo cual abrió una etapa muy importante. Es una postura extraordinariamente significativa desde el punto de vista global” porque “genera una imagen para otras naciones (que negocian con el Fondo) de que esto es posible”, señaló además sobre la deuda.
En el encuentro en la Casa Rosada se habló del fracaso de la cumbre de la Organización Mundial de Comercio en Cancún, como una señal alentadora para los países pobres.
Estuvieron presentes, junto a Kirchner y Somavía, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada la viceministra Noemí Rial, y el, director regional de América Latina y el Caribe de la OIT, Agustín Muñoz.
La reunión duró poco más de media hora, tras lo cual el titular de la OIT mantuvo una segunda charla, de carácter más técnico, con Tomada y sus equipos técnicos, en la que analizaron las políticas del área.
El ministro de Trabajo había sido el autor de la invitación. “Para nosotros es importante que rescate del tema del empleo como un elemento que hace a la estabilidad política. Coincidimos con la OIT en esta idea de que lo social y lo laboral es condición de lo económico”, dijo Tomada al finalizar la entrevista.
Somavía llegó al país el domingo, con una agenda que incluyó también a la Unión Industrial y a las centrales sindicales.
Ayer por la tarde estuvo con el titular de la CGT oficial, Rodolfo Daer, y hará lo propio con la CGT rebelde y la CTA, de quien escuchará seguramente un pedido por la modificación de las leyes sindicales. El dirigente no mostró sintonía con el reclamo que viene encabezando Víctor De Gennaro.
“Me parece impensable que en la Argentina no haya libertad sindical con la cantidad de asociaciones sindicales que existen”, consideró. Pero admitió que es necesario adecuar la legislación local a los convenios de la propia Organización Internacional del Trabajo.
En base a las conversaciones de estos días, el organismo llevará al próximo encuentro de Empleo del Mercosur, en marzo del 2004, una propuesta para impulsar políticas de empleo de manera regional.
Por otro lado, consideró “indispensables” los planes de empleo otorgados a desocupados, pero se manifestó favorable a que a medida que se va superando la crisis “disminuyan las políticas asistenciales y se pueda empezar a usar los nuevos recursos para promover políticas realmente productivas”.