El papa Francisco no vendrá a la Argentina a mediados del 2016 para participar del Congreso Eucarístico en Tucumán. El anuncio fue hecho ayer en Pilar por el presidente de la Conferencia Episcopal, el arzobispo santafesino José María Arancedo. Según explicó el titular del episcopado, fue el propio Jorge Bergoglio quien comunicó la novedad a los obispos, en una carta que también incluye otros temas y que fue recibida por el episcopado durante la asamblea reunida toda la semana en la casa La Montonera-El Cenáculo, en esa localidad bonaerense. En el encuentro con los periodistas, Arancedo –reelecto el martes por un nuevo período de tres años– estuvo acompañado por el cardenal Mario Poli (vicepresidente primero) y el arzobispo salteño Mario Cargnello (vicepresidente segundo). El restante miembro de la Comisión Ejecutiva, el flamante secretario general del Episcopado y obispo de Chascomús, Carlos Malfa, no pudo estar presente porque tuvo que viajar a Roma el pasado jueves.

En la oportunidad, Arancedo indicó que el Papa les informó que por “problemas de agenda” no puede concretar el viaje en la fecha indicada, si bien no descartó que se pueda encontrar otro momento en el 2016, dado que “el Papa nos dijo que tiene ganas de encontrarse con amigos”, subrayó el titular de la conferencia. Según precisó Arancedo, la fecha del congreso se encima con la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia (Polonia) y con otros compromisos pendientes que el obispo de Roma tiene en Asia y en Europa.

Más allá de los dichos públicos de Arancedo, otras fuentes de la Conferencia Episcopal estiman poco probable que el viaje de Francisco a la Argentina se realice en el 2016. Podría efectuarse el año siguiente, como parte de una gira que también incluiría Uruguay y Chile.

A fines de octubre, el arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, había adelantado que el Papa intentaría dar una respuesta sobre su posible venida al país durante la asamblea del episcopado que hoy culmina.

Según la agencia católica AICA, en Tucumán los organizadores del Congreso Eucarístico reconocieron que la noticia cayó como “un baldazo de agua fría”, pero se alegraron de que el Papa tenga la intención de visitar la provincia en la gira que prevé realizar, aún sin fecha confirmada, por el Cono Sur.

En la misma conferencia de prensa, Arancedo dijo que los obispos quieren insistir en la “reconciliación nacional” que supone “la verdad y la justicia” porque “la patria necesita avanzar en solidaridad” y afianzar “la amistad social”. Si bien en este caso no hubo un documento conjunto de los obispos (“las elecciones de autoridades llevan mucho tiempo y no permiten hacer otras tareas”, acotó) siguen en pie los lineamientos básicos del pronunciamiento episcopal en ocasión del bicentenario patrio y lo que aporta el texto papal “El gozo del Evangelio”.

Dijo Arancedo que “no está mal que existan diferencias”, pero señaló que “la riqueza de la diversidad pasa por el diálogo” y que “hace falta capacidad de encuentro para crecer y recrear un país para todos”.

También señaló la disposición de los obispos para colaborar en lo que se les solicite. “Hemos colaborado cada vez que se nos ha pedido. No podemos no hacerlo”, dijo. Pero ante una pregunta advirtió que “las leyes no son tarea de la Iglesia” y “el poder político tiene que moverse en el tiempo y en el marco de la Constitución y del respeto a las personas”.

Respecto de las iniciativas para despenalizar el aborto, Arancedo dijo que “como obispo lamento que se sigan impulsando estas propuestas” porque, como lo manifestó el episcopado recientemente, “el aborto nunca es solución”. Agregó que “la Iglesia siempre va a tener esta posición, aunque pierda, porque no se trata de una estrategia sino de una convicción”.

Del encuentro con los periodistas en Pilar participó también el flamante presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación, Santiago Olivera, obispo de Cruz del Eje.