El Consejo de la Magistratura, con su nueva integración, es un hervidero donde hasta los representantes de los jueces se pelean entre ellos. Leónidas Moldes, consejero y juez de Bariloche, difundió un comunicado en el que acusa a su colega Gabriela Vázquez de haber incurrido en maniobras “totalitaristas” y “ajenas a las prácticas democráticas” en el primer plenario que condujo como presidenta. Le recriminó su propia elección como titular del cuerpo y el desplazamiento del administrador del Poder Judicial, Germán Krieger, de confianza del presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti. Vázquez le contestó: “Las prácticas antidemocráticas provienen de quienes no aceptan las mayorías ni las reglas legales. Todo lo que se hizo fue ajustado a la ley del Consejo”.

El jueves último, Vázquez fue elegida presidenta con el voto de los legisladores kirchneristas, el representante del Poder Ejecutivo, Julián Alvarez, el académico, Jorge Candis y ella misma. El resto de los consejeros (radicales, jueces y abogados) prefería votar a otro juez, Luis Cabral, del oficialismo de la familia judicial. El mismo día, Vázquez convocó a un plenario extraordinario para tratar temas presupuestarios del Poder Judicial, planteados incluso por Cabral. El mismo bloque opositor se negó a apoyar la sesión fuera de programa y pegó el faltazo. Con siete presentes, alcanzó para que apartaran al administrador Krieger. Moldes consideró que se trató de una “remoción infundada” y se quejó del reemplanzante, Claudio Cholakian, de Justicia Legítima, cuyos antecedentes dijo ignorar. “El plenario fue convocado por el artículo 19 inciso C, por razones urgentes. Al administrador se le reasignaron funciones, pero no se afectó su cargo en el Consejo que equivale a un rango de secretario de la Corte. Su reemplazante tiene una larga trayectoria en el Consejo, donde era auditor”, dijo Vázquez.

Moldes, en un comunicado de su agrupación, dijo que había bregado “por tomar decisiones de conjunto”, y por lograr un “consenso entre todos los estamentos”, pero que su colega Vázquez y el bloque oficialista se negaron. Ella retrucó que su propuesta de consenso fue que él fuera vicepresidente del organismo, algo que él rechazó.

El otro tema que Moldes sacó a relucir es la situación del senador Ruperto Godoy (Frente para la Victoria), el primer consejero que no es abogado, en virtud de la ley actual del Consejo. Había intentado, sin éxito, discutirlo en el plenario, que acordó pedir datos sobre medidas cautelares vigentes. “Godoy fue habilitado por la Corte, ya que Lorenzetti le tomó juramento –dijo Vázquez–. Pero, además, hay una regla de interpretación del derecho que es la del absurdo, que cabe en esto: para ser senador o diputado no hay que ser abogado. Si ningún legislador fuera abogado y se exigiera serlo para ser consejero, los senadores y diputados se quedarían sin representantes. No tiene sentido.”