Martes, 23 de diciembre de 2014 | Hoy
EL PAíS › TERMINó EL JUICIO POR LOS PARTOS CLANDESTINOS REALIZADOS EN EL HOSPITAL DE CAMPO DE MAYO
Fueron encontrados culpables Santiago Riveros, Reynaldo Bignone, el médico Norberto Bianco y la obstetra Luisa Arroche. El médico Eugenio Martín, absuelto. Fueron juzgados por el robo de bebés y los secuestros y torturas de sus madres.
Por Ailín Bullentini
El Tribunal Oral Federal Nº 6 condenó a los genocidas de Campo de Mayo Santiago Riveros y Reynaldo Bignone, al médico Norberto Bianco y a la obstetra Luisa Arroche por el robo de bebés nacidos en el Hospital Militar de esa guarnición del Ejército y el secuestro y las torturas de sus madres durante la última dictadura. Con la disidencia de la presidenta María del Carmen Roqueta, el cuerpo absolvió al médico Eugenio Martín, el quinto acusado en el juicio, que duró poco más de tres meses y culminó ayer. La fiscalía y la querella recurrirán el fallo.
El fallo fue dividido en sus puntos de mayor importancia: Roqueta se diferenció totalmente de sus dos colegas, Jorge Gettas y Julio Panelo, en la absolución total de Martín y la parcial de Bianco, y de manera parcial en las condenas impuestas a Bignone, a Bianco y sus absoluciones parciales. A modo general, la sentencia descartó del análisis de responsabilidades los nacimientos de los bebés de Mónica Masri y María Eva Duarte. Tal ausencia es la razón principal de las penas sensiblemente menores a las solicitadas por la fiscalía, a cargo de Martín Niklison, Nuria Piñol y Viviana Sánchez, y la querella de Abuelas de Plaza de Mayo, en manos de Alan Iud y Pablo Lachener.
“Justamente porque el hospital funcionó como maternidad clandestina era muy difícil de probar que esas mujeres habían pasado y dado a luz ahí. El tribunal se limitó a considerar los casos más claros”, evaluó Iud, que consideró que el fallo fue “formalista”: “Probado el Plan Sistemático y con 116 nietos restituidos, creímos que la Justicia podía razonar como lo hizo en aquel juicio y deducir que si una mujer estaba embarazada en cautiverio ese bebé había llegado a nacer y había sido apropiado. Evidentemente, primó un criterio más formalista”. La opinión de Niklison fue coincidente: “Creemos que los hechos fueron probados: las mujeres estuvieron secuestradas, estaban embarazadas”.
La última jornada del juicio por la apropiación de los bebés de Masri, Duarte, Marta Alvarez, Susana Stritzler, Valeria Beláustegui Herrera, Myriam Ovando, Silvia Quintela Dallasta y Liliana Isabel Acuña, nacidos en el Hospital Militar de Campo de Mayo mientras ellas permanecían secuestradas, empezó tarde. Después de las 14, Arroche y Bianco intentaron deshacerse de las responsabilidades que se les atribuían, durante sus palabras finales. Arroche negó que el certificado de nacimiento de Francisco Madariaga pertenezca al Hospital Militar. Bianco descansó su culpa en la línea de mando y la obediencia debida. La sentencia llegó pasadas las 18.30.
Riveros, que escuchó la lectura de brazos cruzados y vista al frente, se llevó la pena más alta: 30 años de cárcel como coautor de la sustracción, retención y ocultamiento, además de su aporte para mantener incierto su estado civil, de cuatro bebés. El tribunal dio por probada su participación en los casos de Catalina de Sanctis Ovando y Valeria Martínez, quienes recuperaron su identidad, y los de los hijos de Marta Alvarez y Susana Stritzler. Los jueces ordenaron unificar esta nueva condena al ex comandante de Institutos Militares con la que ya quedó firme que lo manda a prisión perpetua.
A Bignone lo hallaron coautor de la sustracción, retención y ocultamiento de los hijos de Susana Stritzler y Valeria Beláustegui Herrera. También por su aporte a mantener incierto el estado civil de los niños. Lo condenaron a 16 años de prisión, una pena que combinaron con otra que el ex vicecomandante de Institutos Militares y ex presidente durante el terrorismo de Estado ya tenía firme: deberá pasar 25 años en la cárcel.
Para Bianco, la condena fue sensiblemente menor: 13 años de prisión. Para los jueces es responsable de la sustracción, retención y ocultamiento de Francisco Madariaga, que oyó la lectura desde la sala del público junto a varios integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo y familiares de víctimas (ver Página/12), y del hijo de Valeria Beláustegui Herrara. También de los secuestros y torturas aplicadas a ella y a Susana Quintela, la madre de Francisco Madariaga. En tanto, consideraron insuficientes las pruebas que en el debate se desarrollaron en torno de la participación de Bianco en el robo de los hijos de Eva Duarte y Mónica Masri.
Por firmar el certificado de nacimiento falso que permitió a sus apropiadores llevarse a Francisco Madariaga y criarlo como hijo propio, Arroche recibió siete años de prisión. Los magistrados ordenaron su inmediata detención, aunque Arroche se fue caminando sola y en libertad de los tribunales de Comodoro Py. Martín fue absuelto. La fiscalía había solicitado 35 años de prisión para él. La querella, 30. Deberá quedar detenido, no obstante, debido a que se lo sigue investigando por delitos de lesa humanidad en otras causas. “Tenía un grado de responsabilidad que está muy encima y no puede eludir responsabilidades”, concluyó Niklison.
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