EL PAíS › LA PRESIDENTA HIZO ESCALA EN MARRUECOS EN SU VIAJE A CHINA, ADONDE LLEGA EL MARTES

Rumbo al “aliado estratégico”

Acompañada por un centenar de empresarios, Cristina Fernández de Kirchner puso rumbo a lo que definió como “la economía más grande del mundo” para “profundizar la Alianza Estratégica Integral” entre los dos países.

 Por Santiago Rodríguez

Cristina Fernández de Kirchner cumplirá esta semana con la cita más importante de las que tiene pautadas en la agenda internacional para su último año de gestión: entre el martes y el jueves próximos realizará una visita oficial a Beijing, cuyo punto central será el encuentro que mantendrá con su par chino Xi Jinping. Ayer, antes de llegar a destino, el avión presidencial hizo una escala programada en Marruecos, donde la Presidenta aprovechó para detallar algunas de sus actividades a través de su cuenta de Twitter: “Comenzando el viaje a la República Popular China. Retribuyendo visita del Presidente Xi Jinping y profundizando Alianza Estratégica Integral de Argentina con la economía más grande del mundo”, relató. Argentina y China sellaron esa alianza a mediados del año pasado junto con una serie de acuerdos bilaterales que contemplan inversiones en el país por más de siete mil quinientos millones de dólares. Acompañarán a CFK en su paso por la capital china unos cien empresarios interesados en incrementar el volumen de negocios con el gigante asiático, que en los próximos diez años prevé invertir en Latinoamérica 250 mil millones de dólares.

Al bajar del avión ayer, la Presidenta fue recibida por dos marroquíes vestidos con sus trajes típicos, que le ofrecieron dátiles y leche de vaca Samir con gotas de azahar. CFK relató que todavía debe desplazarse con su silla de ruedas aunque, como parte de su rehabilitación, en tramos cortos puede caminar con una bota, tal como le indicaron los médicos. “De cualquier manera, con silla o sin silla, con bota o sin bota, China nos espera. Y la agenda es más que importante”, afirmó.

La Presidenta remarcó “los cambios operados en la aldea global”, que eran “impensables” hace 60 años. “En 1949 Mao, El Gran Timonel, dirigiendo a un gran pueblo, llegaba al final de la larga Marcha de la Revolución y empezaba otra: Convertir a un país milenario, con demografía geométrica y pobreza inenarrable en lo que es hoy la mayor economía mundial, producto de la construcción de un modelo propio de crecimiento y desarrollo”, señaló la mandataria.

Beijing no es un destino desconocido para Cristina Kirchner. La Presidenta estuvo en esa ciudad en julio de 2010. Entonces la recibió quien en ese momento era presidente de China, Hu Jintao. Este miércoles se reunirá con Xi Jinping, quien tampoco le resulta desconocido. Ambos se reunieron por primera vez en septiembre de 2013 en la cumbre del G-20 que se realizó en Rusia y después se cruzaron en la cumbre de los Brics con los países de la Unasur que tuvo lugar en Brasil en julio del año pasado.

Como parte de una gira que por esos días realizaba por países de la región, el mandatario chino vino después a la Argentina y su visita marcó un salto cualitativo en la relación bilateral. China tenía hasta ese momento al país como un socio estratégico y pasó a considerarlo como un socio estratégico integral. A decir de los especialistas, es una diferencia central porque cuando Beijing confiere a los países esa condición quiere decir que ya no comparte con ellos objetivos políticos y económicos, sino también científicos y tecnológicos.

Aquel cambio en la relación estuvo acompañado de la firma de múltiples acuerdos que derivarán en importantes inversiones chinas en la Argentina. Entre esos convenios sobresalen los relacionados con la construcción de dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz, la recuperación del ramal ferroviario Belgrano Cargas, el que apunta a la construcción de la central nuclear Atucha III y el de cooperación en materia aeroespacial. En aquella visita se concretó también la firma del acuerdo del swap de monedas por 11 mil millones de dólares, cuyos primeros desembolsos ya se hicieron efectivos y permitieron fortalecer las reservas del Banco Central. “Es un día fundacional en la relación”, describió CFK aquel 18 de julio, tras la rúbrica de los convenios con Xi Jinping, quien vino acompañado de alrededor de 200 empresarios chinos e invitó a la Presidenta a visitar Beijing.

En respuesta a aquella invitación, la Presidenta salió de Buenos Aires con rumbo a esa ciudad el viernes por la tarde, tras su reaparición en un acto público en la Rosada después de casi 40 días de convalecencia por la fractura que sufrió en el tobillo izquierdo, donde anunció el aumento del 18,26 ciento en las jubilaciones y la refinanciación de las deudas de las provincias. De la evolución de su pie y del modo en que vaya avanzando su recuperación dependerá –dicen en el Gobierno– el ritmo que imponga a su actividad en Beijing. La fractura del tobillo, de hecho, condicionó el itinerario del viaje a bordo del Tango 01. Los médicos autorizaron a CFK a volar hasta la capital china, pero le prescribieron que lo hiciera con una escala intermedia con suficiente tiempo para descansar en tierra.

La Presidenta salió entonces el viernes hacia Marruecos –con una parada obligada en Brasil para el necesario reabastecimiento del avión presidencial– y desde allí encarará el tramo final de su itinerario hasta la capital china, adónde aún no está confirmado cuándo llegará. En principio, se la espera a primera hora del martes, aunque en Presidencia no descartaban que CFK adelante el vuelo para arribar mañana a la tarde. Así podría dormir en el Hotel St. Regis, en el que se alojará durante su estadía en Beijing, y descansar con mayor comodidad antes de comenzar con sus actividades oficiales.

En la comitiva que viaja con ella en el Tango 01 la acompañan el canciller Héctor Timerman y el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela. El ministro de Economía, Axel Kicillof, llegará a China por su cuenta en un vuelo de línea. El ministro de Planificación, Julio De Vido, y el secretario de Obras Públicas, José López, llegaron a Beijing a mediados de semana y consiguieron avanzar en uno de los temas más importantes de la visita: la obtención de financiamiento para la construcción de dos centrales hidroeléctricas en Santa Cruz.

La misma Presidenta anunció la novedad antes de salir de Buenos Aires. “Los funcionarios que allá están me adelantan que ya ha sido acordado el crédito y el desembolso del primer tramo para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic por un total de 287.723.536 dólares”, dijo CFK en el acto del viernes en la Rosada y destacó que se trata de “la obra hidráulica nacional más importante de nuestra historia”. Ese desembolso permitirá ponerla finalmente en marcha. Al tope de la lista de prioridades de la visita figuran también la instrumentación del convenio para la construcción de un cuarto reactor nuclear y la cuestión de la cooperación aeroespacial.

También resulta central potenciar el vínculo entre las empresas chinas y argentinas. En coincidencia con la visita de Cristina Kirchner en Beijing habrá también unos 100 empresarios argentinos, en su mayoría pequeños y medianos, en busca de nuevos horizontes para sus negocios. De hecho, la primera actividad en la agenda de la Presidenta en la capital china el martes es una reunión con empresarios. Al día siguiente, además de encontrarse con Xi Jinping, volverá a verse con los hombres de negocios, cuando concurra a hablar al Foro Empresarial Argentino-Chino. El jueves, último día de su visita, CFK concurrirá a la Asamblea Popular China, el máximo órgano legislativo de ese país.

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En Marruecos, la argentina fue recibida en una ceremonia tradicional con dátiles y leche fresca.
 
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