El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y su vice, Elena Highton de Nolasco, presentaron con un acto en el Palacio de Tribunales el nuevo Código Civil y Comercial. Ante un auditorio de jueces y abogados, Lorenzetti señaló que el texto “defiende valores concretos de la ciudadanía del siglo XXI” y llamó al Poder Judicial, las universidades y la abogacía a que lo tomen y “lo lleven adelante”. “Pensamos que va a generar una extraordinaria renovación dentro del derecho argentino”, pero “el proceso de implementación requiere un activismo judicial importante”, sostuvo.

El titular de la Corte calificó el nuevo cuerpo legal como “un hecho histórico, un cambio fenomenal en las relaciones privadas”, a lo que Highton de Nolasco agregó que se trata de “un cambio de paradigma”. “El Código de Vélez Sarsfield estaba pensado para el hombre blanco, con cierto poder económico, con buena salud, educado. Era un Código oligárquico. El nuevo Código piensa en todos los demás, en los viejos, en los niños, en los vulnerables, en los aborígenes. Ahora son los tiempos de los vulnerables. Hemos dado vuelta todo”, sostuvo la jueza. La presentación se realizó en el cuarto piso del edificio de Talcahuano al 500. Junto a Lorenzetti y Highton de Nolasco estuvo el también integrante de la Corte Juan Maqueda, mientras que en la primera fila del auditorio escucharon los discursos el ministro de Justicia, Julio Alak, y Aída Kemelmajer de Carlucci, integrante de la comisión redactora del proyecto.

El Código, que fue aprobado por el Congreso de la Nación el año pasado, entrará en vigencia el próximo 1º de agosto.

“Nosotros hemos pasado por un proceso en el que intervinieron los tres poderes del Estado, en el que intervino una comisión redactora que convocó a muchos profesores y profesoras de todo el país y a muchísimas personas de la sociedad civil en numerosas audiencias públicas. Todo este proceso tuvo como resultado el Código Civil y Comercial de la Nación”, recapituló Lorenzetti. “Lo importante ahora es que el Poder Judicial, las universidades y la abogacía tienen en sus manos la responsabilidad histórica de implementar esta enorme transformación en beneficio de la población.”

En un rápido repaso de las modificaciones a la vieja ley, Lorenzetti citó que “se establece el derecho de los niños de ser oídos en juicio, hay una regulación muy especial en materia de adopción para que no estén tanto tiempo sin un destino. Se ha pensado en los adolescentes, en reconocerles derechos específicos para tomar decisiones sobre su propia vida”.

“Tenemos una sociedad que en pocos años va a ser una sociedad de personas de edad avanzada y por eso hay normas de protección de las personas adultas, para que no sean dejadas en lugares donde no puedan tomar decisiones. Hay una protección en distintas etapas de la vida”, remarcó.

Otros puntos resaltados por el ministro fueron que el nuevo Código contempla “revocar compraventas cuando nos arrepentimos, cuestionar intereses, cláusulas abusivas” y, en materia de decisiones personales, “se reconoce el derecho de cada uno de los argentinos a decidir cómo quiere organizar su vida”.

En este marco, Lorenzetti apuntó que el texto “no es letra fría” ni contiene “decisiones específicas inmodificables. Hay muchísimas instituciones en las que existe un amplio campo para que los abogados realicen peticiones, para que jueces y juezas interpreten y para que la universidad y la abogacía generen procesos de debate y discusión sobre cuál es la última definición en la fase de aplicación. Por eso –concluyó– su implementación es un gran desafío”.