La cúpula de la UCR tuvo ayer su primera reunión luego de la grieta que se abrió en la Convención Nacional de Gualeguaychú, donde se aprobó realizar el acuerdo electoral con el PRO. El presidente del partido y precandidato presidencial, Ernesto Sanz, recibió a los principales dirigentes que lo enfrentaron, encabezados por Gerardo Morales, Julio Cobos y Ricardo Alfonsín, entre otros. En el extenso encuentro se resolvieron tres puntos, entre los que se destaca la ampliación de la mesa de negociaciones con el macrismo, incorporando al sector opositor a la alianza. Además, se hizo un llamado a la “unidad partidaria” para competir en todos los cargos y se anticipó una presentación conjunta de todos los candidatos radicales en una fecha a definir. “El radicalismo está unido y fortalecido para competir en todo el territorio nacional”, se envalentonó Sanz, tratando de terminar con la idea de una UCR virtualmente fracturada.

Durante más de tres horas, el primer piso del histórico edificio de la calle Alsina fue escenario de los planteos y preocupaciones del sector disidente a la alianza con el PRO. Además de Morales, Cobos y Alfonsín, estaba el senador chaqueño Angel Rozas. Hicieron un repaso pormenorizado de la situación política en cada distrito. A Sanz lo acompañaban el puntano Walter Ceballos y Agustín Portela, vicepresidente del Comité Nacional. El sector disidente había tenido una reunión días atrás, en la que acordaron pedir la reunión con Sanz. Finalmente, varios de los reclamos terminaron plasmados ayer en el comunicado emitido por el partido, por lo que los dirigentes se mostraron conformes con la redacción. Sin embargo, no dejaron de marcar sus dudas respecto de la puesta en práctica de los compromisos asumidos.

El punto principal fue el segundo, en el que se decidió cambiar la dinámica de las negociaciones con el PRO. Hasta ahora, los representantes del radicalismo eran Federico Storani, Facundo Suárez Lastra y Ceballos. A partir de ahora se realizará una convocatoria a la mesa directiva del Comité Nacional “para cumplimentar la resolución de Gualeguaychú, integrando a todas las expresiones partidarias de la UCR en la construcción de los acuerdos programáticos y políticos”. Aunque todavía estaban definiéndose los nombres, fuentes que participaron del encuentro adelantaron que la comitiva negociadora podría ampliarse a seis, sumando uno por el sector de Morales (Angel Rozas), otro de Cobos (Luis Petri) y otro de Alfonsín (eventualmente Miguel Bazze).

Aunque no quedó plasmado en el comunicado con los pasos a seguir, Sanz aseguró ayer que se “respetarán los acuerdos preexistentes” en los distritos, un punto que demandaban sobre todo los dirigentes del norte argentino, en donde la UCR tiene acuerdos con el Frente Renovador, el GEN y otras fuerzas nacionales, que llevarán otros candidatos presidenciales. Precisamente, uno de los principales obstáculos se encuentra en que la Convención Nacional cerró la puerta a que las listas de legisladores nacionales vayan colgadas de otros candidatos presidenciales, como Massa o Stolbizer, acotando esa posibilidad solamente a los integrantes de la nueva alianza. Aunque destacó que se logró “un marco de unidad partidaria”, Morales advirtió que “todavía hay mucha tela para cortar”.

“No es que ellos vayan a cambiar de posición, pero a partir de hoy tenemos todo el partido. Antes no teníamos todo el partido”, le dijo a Página/12 uno de los referentes del sanzismo. Si bien no lo decían abiertamente, varios dirigentes con aspiraciones a ganar alguna gobernación planteaban la posibilidad de desacatar la decisión de la convención radical, en caso de que no sean atendidas sus demandas. Con este documento, el sanzismo trató de cerrar el frente interno y reposicionarse en las negociaciones con el PRO, que hasta ahora han sido complejas.

En el entorno de Sanz rescataban el primer punto del comunicado, que establece el “fortalecimiento de la unidad partidaria” para competir con todos sus candidatos. La presentación del programa y los postulantes del radicalismo le servirán también a Sanz para relanzar su proyecto presidencial.