El macrismo inscribió un nuevo sello en la provincia de Buenos Aires, luego de que el del PRO caducara porque no habían presentado candidatos propios en las últimas dos elecciones. Cuando la Junta Electoral les comunicó que no podían seguir usando el sello ni el logo del PRO, el apoderado macrista, Julio Garro, advirtió que tenían un plan B. Ayer se concretó: inscribieron el sello Propuesta Federal para el Cambio (PRO-FED) con el que se presentará en las boletas la precandidata a gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, la actual vicejefa de Gobierno porteño.

El PRO no tuvo candidato a gobernador en 2011 –sus dirigentes se repartieron en las listas de Eduardo Duhalde– y en 2013, en un acuerdo con Sergio Massa, llevaron a tres candidatos en las listas del Frente Renovador. Como formalmente no presentaron candidatos propios, la Junta Electoral consideró caduco el sello PRO. Luego de apelar y perder, desde el macrismo resolvieron inscribir un nuevo sello, que fue aceptado por la Junta Electoral. Será PRO-FED, un nombre no muy distinto al anterior.

La resolución, difundida en forma oficial por el organismo electoral, establece el reconocimiento “al partido Propuesta Federal para el Cambio (PRO-FED) del carácter de persona jurídica política y de derecho privado y aptitud para postular a candidatos a cargos electivos provinciales y municipales en todo el territorio de la provincia”.

El plan B funcionó. Pero, en caso de que no hubiera resultado, existía un plan C: un grupo de dirigentes, encabezados por el jefe de campaña de Vidal, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, estaba negociando con el dirigente Gerónimo “Momo” Venegas para usar el sello de su partido, llamado Fe. Finalmente, no será necesario, aunque las conversaciones con Venegas y con el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, continúan.

En marzo de 2013, la Junta había intimado al PRO a que presentara su descargo ya que “la fuerza política estaría encuadrada en la causal de caducidad, toda vez que no alcanzó el 2 por ciento del padrón electoral en las elecciones de 2011 y 2013”. Los macristas retrucaron que sí se habían presentado, aunque no con el sello propio. Indicaron que en 2011 habían participado en “distintas estrategias electorales” y en 2013 en “alianzas con otros partidos”. Reclamaron porque no fueron computados los votos obtenidos por las coaliciones que respondían a la lista macrista (en 2013, inclusive, la lista de Massa había sido la vencedora).

La junta rechazó ese argumento el 26 de febrero de este año. “Los argumentos vertidos no resultan suficientes para modificar la situación en la que ha quedado encuadrada la fuerza política”, sostuvo la entidad electoral y decretó la caducidad. El PRO presentó un recurso de revocatoria para recuperar su partido, donde reiteró los argumentos. La Junta Electoral lo rechazó y cerró la discusión sobre la caducidad. Con ese resultado, ya no podrán usar el sello PRO ni el símbolo de play (un triángulo) que lo acompañaba.

El apoderado del PRO bonaerense, Julio Garro, se mostró despreocupado ante la decisión. Señaló que tenían varias alternativas frente a esa decisión, en las que venían trabajando desde hace tiempo. La primera funcionó, sin mayores obstáculos. Ahora en lugar de PRO, será PRO-FED. En lugar de Garro, el macrismo designó como apoderada provincial a Natalia Vallejos, una persona cercana al apoderado del PRO y precandidato a intendente de La Plata.