Desde los balcones que dan a los patios de la Casa Rosada, la presidenta Cristina Kirchner volvió a dirigirse ayer a los jóvenes que la acompañan cada vez que brinda un mensaje al país. Los convocó a “formarse, educarse”, para adquirir “la inteligencia, la lucidez, el conocimiento para entender un mundo que nos rodea, cada vez más complejo, para modificar lo que está mal y hacer lo que falta en políticas de inclusión”. “Tenemos una patria maravillosa, una patria a la que hay que cuidar para que no vengan por ella”, insistió CFK. Los jóvenes que respondían con sus ya tradicionales cánticos a cada frase de CFK se sintieron herederos del “proyecto”. Dentro del Salón de la Mujeres, junto a gobernadores, funcionarios e invitados encabezó un acto en el que entregó premios a científicos, la netbook 5 millones de Conectar Igualdad e inauguró diversos proyectos en todo el país mediante teleconferencias. Allí afirmó que “lo peor que le puede pasar a un pueblo es que su gobierno no los defienda”, e instó a los dirigentes políticos a gobernar “con un ojo afuera y el otro adentro”, en relación con la situación económica global donde “el rol que años atrás cumplía el FMI, hoy lo desempeñan los fondos buitre”, que “son quienes están imponiendo las condiciones a los países”.

Para ejemplificarlo no tuvo que retroceder mucho en el tiempo: “Lo que está viviendo el pueblo griego es lo que el pueblo argentino vivió en el año 2001”, con “el drama de las políticas neoliberales que arrastran al hambre y la desocupación”. “Dejemos de mirarnos el ombligo y comprendamos que estamos ante un mundo que está cambiando vertiginosamente”, reflexionó Cristina Kirchner. Durante el discurso que brindó desde la Casa de Gobierno por cadena nacional, CFK insistió en que para tomar decisiones hay que considerar lo que pasa en el mundo, además de “lo que pasa adentro”, y advirtió que “el mundo es un mundo de intereses, se mueve única y exclusivamente por intereses”.

Tampoco dejó pasar por alto las críticas a la política comercial exterior del Gobierno. “No hay ideologías sino intereses concretos. No hay amigos-enemigos, hay intereses”, afirmó para definir que su política exterior no es “asociarse a uno o dos países, como quieren algunos”, sino negociar “de igual a igual con todos los países”. Allí volvió a repasar el crecimiento de algunos sectores de la economía doméstica en medio de una crisis económica global y contra los “pronósticos agoreros” de muchos. “Bajen un cambio, debatan propuestas, ideas”, agregó en su réplica a quienes “a diario” dicen “estupideces” sobre el Gobierno y sus funcionarios.

Hizo una defensa de su ministro de Economía, Axel Kicillof, a quien un fiscal inició una investigación por una denuncia de un abogado vinculado al macrismo. “Todos los días le inventan una nueva porque no le pudieron encontrar ninguna”, sostuvo. Recordó que cuando lo nombró lo criticaban porque era “joven e inexperto” y se preguntó a qué atribuían esa inexperiencia, y concluyó que era por no pactar con las corporaciones.

En el mensaje desde los balcones, no faltaron ejemplos domésticos asociados a experiencias internacionales. “Hoy entregamos la netbook 5 millones” para terminar con la brecha digital, dijo y recordó las críticas de quienes afirman que los chicos no la usan para estudiar sino para los videojuegos. Entonces recomendó una biografía sobre Edward Snowden, un joven que apenas terminó el secundario pero que fue capaz de descubrir y denunciar, con la lógica de los videojuegos, una red de espionaje global que ejercía la CIA y los Estados Unidos.

Allí también se refirió a la crisis griega, donde marcó que dentro de las exigencias de la banca internacional para un nuevo rescate económico a los helenos se les pide que bajen salarios y jubilaciones, pero que mantengan su presupuesto militar, “más alto que el de Inglaterra”, para comprarles armas a los propios países que le prestan el dinero: Francia, Alemania y los Estados Unidos. “El pueblo griego decide este domingo si mantiene los sueños o los abandona”, dijo sobre el referéndum convocado por el gobierno de Alexis Tsipras. “Es algo mucho más profundo que un ajuste. Quieren tener la esperanza de que el futuro será mejor”, imaginó.

Antes, en el Salón de la Mujeres, CFK recordó los 41 años del fallecimiento de Juan Domingo Perón. “Marcó la historia argentina”, afirmó la mandataria y remarcó en referencia al fundador del justicialismo que “los grandes no mueren, sino que entran en la historia”.

E incluyó, entre ellos, a Néstor Kirchner, como otro de los que “quedará en la memoria del pueblo”.