Miércoles, 12 de agosto de 2015 | Hoy
EL PAíS › ANíBAL FERNáNDEZ LUEGO DEL TRIUNFO EN LAS PASO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES SOBRE JULIáN DOMíNGUEZ
El candidato a gobernador bonaerense del Frente para la Victoria asegura que la disputa interna quedó atrás. “Si somos amigos de toda la vida”, dice sobre sus ex rivales. Aquí habla de la elección y de sus planes para la provincia.
Por Julián Bruschtein
“Quiero a la provincia así como está. No me van a escuchar jamás hablar de herencia recibida, ni de hierro o papa caliente, para nada. La conozco como pocos, hay que ponerse a trabajar mucho y yo quiero hacerlo”, sostiene convencido Aníbal Fernández en su despacho de la Jefatura de Gabinete en la Casa Rosada. Con la candidatura a la gobernación bonaerense bajo el brazo después de las internas, Fernández recibe a Página/12 cantando a capella el tema de Los Redondos con el que cerró su campaña en el teatro Gran Rex. “Preso de tu ilusión vas a bailar, bailar”, modula su boca bajo el bigote y se detiene para explicar que estaba contento porque “el Indio Solari me escribió unas líneas” de felicitación. El flamante candidato a gobernador del Frente para la Victoria (FpV) explicó la idea detrás de la fórmula con el titular de la Afsca, Martín Sabbatella, y desvanece en el aire las posibles consecuencias de los resultados en las internas en algunos distritos del conurbano. “Somos todos compañeros y hay que ponerse a trabajar todos juntos”, dice enviando una señal al interior del peronismo bonaerense. En un momento, la entrevista se interrumpe unos minutos cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ingresa al despacho para requerir su presencia por un asunto. “Lo criterioso de la política una vez que la elección terminó es construir política”, agrega antes de sentarse nuevamente frente al micrófono, siguiendo el hilo de la interna bonaerense y haciendo foco en el eje político de los últimos años sostiene, convencido, que “el peronismo del siglo XXI es el kirchnerismo”
–¿La fórmula que presentó con Martín Sabbatella es la más representativa del kirchnerismo?
–Yo soy un hombre del peronismo, más del corazón del peronismo que de cualquier otro lugar. No hay nadie en el mundo más peronista que yo, igual de peronistas que yo, millones. Por eso me siento con tanto derecho como el que más dentro del peronismo. Pensamos en buscar una fórmula que ampliara la base de sustentación, por eso lo busco a Martín. Siempre tuvimos buena leche entre ambos, nos hemos ayudado en muchas cosas, teníamos algún diálogo. Una vez que empezamos a trabajar juntos empezamos a construir una gran relación, tenemos un trato espectacular entre ambos. Hablamos mucho de la gestión, somos obsesivos de la gestión.
–Los dos tienen en común experiencia de gestión en intendencias de la provincia.
–Sí, claro, y eso ayuda a comprender mejor muchas de las políticas que queremos llevar adelante. Creemos que tenemos mucho por hacer y nos sentimos muy cómodos con eso. Y la propuesta nuestra era armar una base peronista ampliando hacia el centroizquierda. Si yo voy a competir con la derecha conservadora, ¿a quién voy a traer si no? Ese fue el análisis que me hizo invitar a Martín y él estuvo de acuerdo conmigo.
–¿La fórmula busca expresar esa idea del kirchnerismo de pluralidad de voces con eje en el peronismo?
–El kirchnerismo es el peronismo del siglo XXI. Que tiene una base amplia porque tiene gente muchos otros sectores. El kirchnerismo es eso, son miles de hombres, mujeres y pibes que vienen de distintos sectores o que vienen empezando en la política y que tienen una visión estratégica más nueva, más moderna a la que hay que acostumbrarse. Ser moderno no significa ser pibe, yo me considero moderno y tengo 58. Pero la dirigencia moderna tiene que pensar en eso: construcción de una nueva fuerza que Néstor la marcó y que consolidó Cristina en su mano, que lleva tiempo, pero que hoy no vuelve atrás.
–La provincia de Buenos Aires tiene el encanto de ser el distrito más importante del país, pero eso también significa dificultades para gestionarla. ¿Cómo lo encararía en caso de resultar electo?
–No hago evaluaciones porque siempre son equivocadas. Para evaluar vos tenés que estar adentro y conocer toda la información y no la tengo. Pero sí conozco el costado de la política que a mí me interesa y es lo que más me importa. Sobre ese costado de la política es sobre el que tengo que trabajar, convencido de lo que tengo que hacer. No me quita el sueño, quiero a la provincia así como está. No me vas a escuchar jamás hablar de herencia recibida, ni de hierro o papa caliente, para nada. La conozco a la provincia como muy poquitos. Hay que ponerse a trabajar en serio y yo quiero hacerlo.
–¿Va a intensificar su el trabajo conjunto con (el candidato presidencial del FpV, el gobernador bonaerense Daniel) Scioli para tener un panorama más profundo de la provincia?
–Sí, claro, muchas cosas hacemos en común y hablamos de cómo se pueden hacer. Cómo hizo él en algún tema y cómo lo veo yo cuando lo voy a continuar. Siempre digo que hay que pararse en lo que encontremos y empezar a pegar ladrillos a partir de ahí, sin romper nada. Es muy saludable tener en claro a dónde queremos ir, ése es el eje, lo importante de lo que viene.
–¿Por qué no fue al bunker en el Luna Park del domingo?
–Porque no tenía ningún resultado, a qué voy a ir. ¿Qué digo? “Me parece que gané.” No.
–Bueno, a (el compañero de fórmula de Julián Domínguez) Fernando Espinoza se lo vio en el estadio.
–Es su decisión, yo no voy a ir sin resultados. Necesito resultados objetivos o subjetivos para ir. Objetivos serían los números del escrutinio y subjetivos si ellos aceptaban la derrota. Si no tengo ninguna de las dos cosas, yo no voy. Por supuesto que había hablado con Daniel y él sabía que no iba a ir yo.
–¿Cómo ve el proceso de renovación que se dio en algunos municipios?
–Hubo discusiones muy particulares. La mayoría de los intendentes son amigos míos, con lo cual no hago valoraciones, pero puertas adentro de cada distrito se presentan candidatos que convocan al electorado con su propia propuesta y al confrontar con las propuestas eligen alguna de las dos, es inevitable esto.
–Hubo casos como los candidatos a intendentes que volvían del Frente Renovador que perdieron. ¿Cree que hubo una especie de “voto castigo”?
–No, yo no creo que tenga nada que ver con eso. Tiene que ver con la propuesta que uno esté haciendo. Pasa por otro lugar. Aunque es muy difícil hablar de eso no estando en el distrito y no conociendo bien la interna.
–La referencia era a los casos más visibles, como el de Almirante Brown con Darío Giustozzi y el de Merlo con Raúl Othacehé.
–Son amigos míos, tengo muy buena relación. Ahí la competencia tiene que darse entre los candidatos que son del distrito. Los compañeros que se presentaron en esos distritos concitaron más la atención y el electorado los acompañó.
–En todo caso, estaría dentro de la lógica de las PASO generar este tipo de renovación dentro de los partidos.
–No me canso de decir que no creo en las listas de unidad, a pesar de haber sido beneficiado por ellas. No lo creo, hay que competir. Yo creo que lo que consolida a los candidatos es la competencia. Siempre creí en la competencia. Muchas veces detrás de las listas de unidad se eligen o se esconden a quienes no representan realmente la voluntad popular.
–¿La interna dejará heridos? ¿Teme una posible fuga de votos en algún lado?
–Lo criterioso de la política una vez que la elección terminó es construir política. ¿Yo qué voy a hacer de esto? ¿Una cuestión de vida o muerte? Si son mis amigos, mis compañeros de toda la vida Fernando y Julián. ¿Hubo cosas que no fueron acertadas? Seguramente las hubo... de los dos lados. Bueno pido disculpas por lo que puedo haber hecho yo, pidan disculpas por lo que puedan haber hecho ustedes, pero juntémonos rápidamente a resolver estos temas porque tenemos una responsabilidad en el peronismo que nos compete a los dos y no se puede jugar con eso.
–¿En la foto conjunta que hicieron el lunes estuvo la intención de dar una señal hacia dentro del peronismo?
–Sí, bueno, tiene que ver con eso porque los compañeros te quieren ver tomar la decisión.
–¿Cómo analiza la elección que realizó el macrismo en la provincia?
–Mostraron su piso y su techo. Es lo que se vio en todos lados. Compitieron en Córdoba, en Chaco, Santa Fe y en La Rioja. En todos lados tuvieron la misma visión. En la Ciudad la visión fue del 47 por ciento, Martín Lousteau subió 26 puntos y Rodríguez Larreta solo cuatro. Forzosamente su situación no es cómoda, así como tampoco la de María Eugenia Vidal, a la que yo respeto.
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