El candidato presidencial del FpV, Daniel Scioli, dio ayer las primeras precisiones de su programa económico. Prometió la devolución del IVA para las compras con tarjeta que hagan jubilados que cobren la mínima y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y atraer 30 mil millones de dólares por año en inversión extranjera directa. Anticipó que elevará del 0,6 al 1 por ciento del PIB la inversión pública en ciencia y tecnología y que construirá 250 mil viviendas por año. Definió como una meta reducir la inflación a un dígito, repatriar capitales fugados, bajar sensiblemente el trabajo no registrado y que los bancos ofrezcan crédito hipotecario.

El acto fue en el Teatro Opera de la calle Corrientes, que quedó totalmente cortada por patrulleros, autos oficiales y móviles de la televisión. Entre el público dominó la vestimenta formal y no se hizo presente la militancia juvenil kirchnerista que suele acompañar a la Presidenta, Cristina Fernández. El teatro, desbordado de gente, aplaudió con fervor cada definición de Scioli, único orador del encuentro. El relato del candidato apuntó en general a resaltar, en cada tema, lo realizado por el kirchnerismo. A partir de allí y por esa razón, planteó numerosas veces Scioli, “se pueden proyectar”. Algunas de las promesas fueron bastante concretas y otras sólo definiciones generales.

La medida más fuerte es la devolución del IVA a las compras con tarjeta que realicen jubilados que reciban el haber mínimo y los beneficiaros de la Asignación Universal por Hijo, luego de destacar a la Anses como un “organismo estatal modelo”. También planteó que ingresarán al país 30 mil millones de dólares por año en materia de inversiones extranjeras “para el sector energético, minería sustentable, agroalimentos, ciencia y tecnología, y turismo”. Scioli destacó a la empresa Arsat y el tendido de fibra óptica y prometió elevar la inversión pública en ciencia y tecnología del 0,6 al 1 por ciento del PIB. “Vamos a hacer realidad el túnel bioceánico a Chile”, aseguró el actual gobernador bonaerense.

Scioli manifestó su voluntad de que “los argentinos dejen de alquilar y tengan vivienda propia”. Para eso planteó que los bancos ofrezcan crédito hipotecario y anticipó la construcción de 250 mil viviendas por año. Además, prometió el boleto estudiantil en todo el país y “reducir la inflación a un dígito, pero nunca a costa del ajuste”.

El escenario estaba dividido en dos sectores que miraban a Scioli, con sillas y pequeñas tribunas. En primera línea, a la izquierda, el candidato a vicepresidente. Carlos Zannini; el secretario de la Presidencia, Eduardo “Wado” de Pedro, y los gobernadores Sergio Urribarri (Entre Ríos), Eduardo Fellner (Jujuy), Luis Beder Herrera (La Rioja), Jorge Sapag (Neuquén) y José Luis Gioja (San Juan). A la derecha del escenario estaban el candidato a gobernador bonaerense Aníbal Fernández, el actual vice bonaerense Gabriel Mariotto y los gobernadores Domingo Peppo (recién electo en Chaco), Lucía Corpacci (Catamarca), Gildo Insfrán (Formosa), Juan Manuel Urtubey (Salta), Francisco Pérez (Mendoza) y Maurice Closs (Misiones). Detrás de los políticos, una puesta en escena con representantes de comunidades originarias, obreros, jóvenes profesionales y otros, vestidos de naranja.

En las primeras filas del público estaban empresarios como Jorge Brito (Banco Macro, de mala relación con el Gobierno), Isella Constantini (General Motors), Juan Carlos Lascurain (Adimra), Rubén Cherñajovsky (Newsan), Osvaldo Cornide (CAME) y José Urtubey (UIA), entre otros. La nota de color la dio Eduardo Buzzi, de Federación Agraria (ver aparte). También había sindicalistas, como Antonio Caló, titular de la CGT. En el rincón de los economistas dieron el presente Miguel Bein, Miguel Peirano y Mario Blejer, los tres comprometidos con Scioli, y Aldo Ferrer.

Entre las definiciones algo más generales estuvieron “bajar costos para las economías regionales”, “incentivos para la repatriación de capitales”, “que todos tengan empleo en blanco (luego de destacar las paritarias y el salario mínimo vital y móvil)”, “llegar al ciento por ciento de escolaridad en sala de cuatro”, “la prioridad en obras que permitan bajar los costos de logística a las economías regionales”, “nuevos puertos públicos y poner en marcha los talleres navales”, “llegar a la soberanía energética” y la “puesta en valor de 100 mil nuevos efectivos policiales”.

Scioli se diferenció del macrismo porque planteó que “el tipo de cambio no lo va a definir el mercado sino el Banco Central a través de la flotación administrada” y citó un concepto sobre el cual el kirchnerismo insistió muchas veces: “el país no distribuye la renta porque crece, sino que crece porque distribuye la renta”. Además, abonó la estrategia kirchnerista en la cuestión de los buitres y elogió en este punto a CFK. “Quedó demostrado que no es necesario pagarles a los buitres. Seguimos trabajando para pagarles al ciento por ciento de los acreedores pero en condiciones justas, equitativas y sustentables”, dijo.