Las centrales sindicales irán por el bono de fin de año. “El bono tendría que ser de cinco mil pesos, pero nos sentaremos a conversar con el gobierno y dialogaremos”, señaló ayer el secretario general de la CGT oficial, Antonio Caló, apuntando a la necesidad de una suma extra de fin de año para compensar los aumentos de precios y la devaluación. Por su parte, el líder de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, aseguró que era “un error muy grave no dar un bono de fin de año”, respondiendo al anuncio de la semana pasada del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, de que el beneficio “no está en la agenda” del Gobierno, y que lo ratificara el presidente Mauricio Macri más tarde. El camionero Hugo Moyano acordó para su gremio una cifra que llega a los doce mil pesos, y el estatal Pablo Micheli, que conduce la CTA Autónoma encabezará una movilización a la Plaza de Mayo con el reclamo.

“Si el Gobierno tiene intención de sentarse con las distintas centrales, nos tenemos que sentar esta semana porque las fiestas son ahora, y a la gente no le alcanza la plata”, afirmó el metalúrgico Caló enviando un tiro por elevación a los funcionarios de Cambiemos. A partir de la escalada en los precios de las últimas semanas a la que se sumó la anunciada devaluación del peso, las organizaciones de los trabajadores apretaron el acelerador en el pedido de un bono de fin de año para compensar la baja en el poder adquisitivo de los salarios. “El asunto es que el Gobierno nos reciba, nos escuche, y después en la mesa de las negociaciones, algo tiene que darle a los trabajadores. Imagine a los jubilados, con cuatro mil pesos por mes, es imposible”, agregó el líder cegetista insistiendo con la necesidad de una rápida convocatoria a una mesa de diálogo para resolver el reclamo, aunque descartó la posibilidad de un paro porque “el país necesita otra cosa en este momento”.

Macri desestimó el pago de “un bono navideño” o de fin de año en la conferencia de prensa de ayer con el argumento de “la herencia” que recibió de parte del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Esto contrastó en parte con el anuncio del moyanismo de haber logrado un acuerdo para el sindicato de Camioneros por el que los trabajadores del gremio obtendrán una cifra compensatoria de entre 5200 y 12 mil pesos según el escalafón. Fue el secretario adjunto del gremio, Pablo Moyano, que hizo el anuncio tras el acuerdo arribado con los representantes de las empresas del autotransporte de carga en una reunión llevada a cabo en las instalaciones del Ministerio de Trabajo.

El acuerdo camionero aumentó las expectativas de los otros gremios y la posibilidad de conflicto en caso de que no se concrete. “El aumento de emergencia se tiene que dar, sería terrible tirar a la gente así, a que pase tres o cuatro meses que van a ser muy difícil hasta que empiecen las paritarias”, destacó Yasky, dirigente docente y titular de la CTA de los Trabajadores, poniendo sobre la mesa la preocupación de la central sindical que conduce ante el plan económico macrista, al que calificó de “letal”. Por su parte Micheli, quien fracturó la CTA el año pasado aseguró que mantiene “negociaciones telefónicas” en busca de un plus salarial y destacó que desde el gobierno nacional les dijeron que “algo podría aparecer”. De todas maneras el dirigente sindical confirmó la realización de una movilización hoy a Plaza de Mayo. El estatal se mostró confiado en que se tratará de una marcha “multitudinaria”, y apuntó contra las medidas económicas del gobierno centroderechista porque hasta ahora “son favores a los grupos concentrados”.

Por último en la CGT Azul y Blanca que conduce el gastronómico Luis Barrionuevo también coincidían con el reclamo de un plus salarial de fin de año. “Tiene que ser para todos los trabajadores”, señaló sobre el reclamo el gremialista Carlos Acuña y apuntó contra la “falta de buena predisposición del sector empresario” para atender ese reclamo. El secretario general del sindicato de empleados de estaciones de servicio agregó además “un aumento de emergencia para los jubilados”.