“Que una de las últimas decisiones de Mauricio Macri como jefe de gobierno porteño, y antes de asumir como presidente, haya sido darle casi 100 millones de pesos a la empresa de aquel que define como ‘su amigo y hermano de la vida’ es de extrema gravedad y echa por tierra el discurso de la transparencia”, consideró ayer el jefe de bloque del kirchnerismo en la Legislatura, Carlos Tomada, luego de que Página/12 informara que el 9 de diciembre Macri firmó un decreto por el que aprobó una serie de obras por 94 millones de pesos a SES SA, una empresa controlada por Nicolás Caputo. Desde el Gobierno porteño, el vicejefe Diego Santilli salió a la defensa de su líder. “Es una empresa que existía diez años antes de que llegáramos”, dijo.

Como informó ayer este diario, el último día de su mandato frente a la Ciudad, Macri firmó el decreto por el cual le adjudicó obras de refacción y pintura de escuelas en las comunas 4 y 8 a una unión transitoria de empresas (UTE) entre MIG y SES SA. Esta última es controlada en un 50 por ciento por Caputo SA y ambas comparten el mismo presidente. Junto con MIG se asociaron en otros años de la gestión porteña de Macri para ganar licitaciones de refacciones de escuelas. En este caso ganaron por un monto que superó en un 18 por ciento el presupuesto oficial para las obras. Caputo es amigo de Macri desde su infancia y cuando llegó a la jefatura de Gobierno lo nombró asesor ad honorem. Luego dio marcha atrás por la incompatibilidad de tener en ese cargo a un contratista del Estado.

“Caputo SA no licitó una sola obra en mi gestión, porque yo se lo pedí. Las obras que terminó son las que empezó con Jorge Telerman”, indicó Macri durante la campaña. No obstante, existen numerosas contrataciones de SES SA durante su gestión, que ascienden a 1400 millones de pesos. La última Macri la firmó el día que se iba.

“Es una compañía que está desde hace diez años. No es que la contrató Macri. Viene siendo contratada desde otros gobiernos. Tiene que ver con una continuidad de una empresa que viene de antes de que fuera jefe de Gobierno”, sostuvo Diego Santilli. “Cuando las compañías funcionan bien, hacen su trabajo, cumplen con el trabajo que tiene, tampoco les podés decir de la noche a la mañana que se vayan. Ahí hay gente que trabaja. Si hubo una licitación y estuvo todo dentro de la norma, me parece que tiene que ver con eso. No es una compañía que se formó para esa licitación”, remarcó el vicejefe de Gobierno.

Desde la oposición porteña, Tomada cuestionó el decreto de Macri. “Una vez más vemos cómo desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se destinaron fondos públicos para favorecer amistades. Pasó con Fernando Niembro y sigue pasando con Nicolás Caputo. El mismo Mauricio Macri lo negó durante la campaña y hoy al leer el diario Página/12 comprobamos una vez más que mintió”, indicó el jefe del bloque del Frente para la Victoria en la Legislatura. “Vamos a investigar si los procedimientos y plazos de esas adjudicaciones de sumas millonarias fueron legales. Lo que sí tenemos claro es que fueron irregulares y contrarias a la ética”, indicó.

“Este último caso que salió a la luz no es el único. Hay obras adjudicadas a empresas de Caputo por más de 1000 millones de pesos en estos años –recordó el ex ministro de Trabajo–. Esperamos y deseamos tener las explicaciones de todos los implicados y el compromiso de todos los medios de comunicación para que la sociedad tome conocimiento de estos hechos.”