Los distintos bloques de la Legislatura bonaerense mantenían anoche negociaciones para intentar destrabar el tratamiento del proyecto de ley de Presupuesto 2016. A pesar de que en el macrismo descontaban la aprobación de la norma, las diferencias que presentó el Frente para la Victoria (FpV) por el alto nivel de endeudamiento previsto por la gobernación de María Eugenia Vidal mantenía trabado el trámite. Cambiemos y sus aliados massistas continuaban trabajando sobre el bloque del FpV para intentar fracturarlo, aprovechando que se encuentra en una discusión interna.

“Estamos de acuerdo en que se tome deuda, pero estamos negociando porque no puede ser más de la mitad de lo que figura en el proyecto del Ejecutivo”, señaló a Página/12 el diputado bonaerense del FpV Fernando “Chino” Navarro, en medio de una pausa en el lleva y trae de las propuestas entre los bloques.

A contramano de lo que evaluaban el lunes en el gobierno macrista, cuando daban casi como un hecho la aprobación del presupuesto, la traba la encontraron en el bloque del kirchnerismo, donde suponían que les resultaría más fácil sumar voluntades. “Llegamos a un consenso después de un debate entre nosotros y logramos una posición sólida en común”, agregó Navarro, mostrando el acuerdo entre los integrantes del FpV.

Las reuniones comenzaron temprano entre los distintos actores políticos, en un juego en el que cada cual pierde o suma. La gobernadora de Cambiemos necesita el presupuesto para comenzar el año sin tantas ataduras y demostrar fortaleza política, mientras que el FpV aprovecha su posición de tercero en discordia con rol de árbitro, para sacar el mayor rédito posible.

Dos reuniones largas e intensas fueron el marco de la puja que atravesó a la legislatura bonaerense, en donde el macrismo hace sus primeras armas y el justicialismo se disputa la conducción en sus distintas versiones. Con el massismo en el bolsillo tras la aceptación de sus propuestas para dar vía libre al presupuesto, el peronismo quedó con el poder de definir ante la necesidad del oficialismo de alcanzar las dos terceras partes de los legisladores para aprobar el endeudamiento.

Vidal y su ministro de Economía, Hernán Lacunza, establecieron un monto para tomar deuda cercano a los cien mil millones de pesos. La deuda oficial del Estado bonaerense remitía a la suma de cuarenta y cinco mil millones de pesos, pero el macrismo argumentó que existía una “deuda escondida” por el ex gobernador Daniel Scioli, que aumentaba significativamente la cifra.

Las tratativas giraban además en torno a que un porcentaje del endeudamiento fuera para obras en los municipios, aunque planteaban la necesidad de que quedara “explícito de alguna forma” de qué manera se iba a utilizar el dinero. A su vez, algunos planteaban que se reduzca el porcentaje de reasignación de partidas que puede disponer el Poder Ejecutivo. Además del Presupuesto y la Ley Impositiva, el paquete que se intentaba tratar anoche incluía la declaración de emergencia en Seguridad, en el Servicio Penitenciario y en Infraestructura y Servicios Públicos, sobre la que ya existía acuerdo entre los bloques.

“El oficialismo no está preparado para ser oficialismo y nosotros no estamos preparados todavía para ser oposición. No puede ser que estemos acá y todavía no se haya resuelto nada”, señalaban los peronistas dando una muestra de lo complicado que quedó el tablero en la provincia de Buenos Aires. Con una distancia difícil de acortar en los números, anoche parecía difícil que lograra sesionar el parlamento, pero de conseguirlo también se votaría la ley que limita a dos períodos la reelección de los intendentes, uno de los puntos que acordó el Frente Renovador con la gobernadora y que facilitó la negociación por el endeudamiento.