Uno de los custodios del fiscal Alberto Nisman llamado a indagatoria por presunto incumplimiento de los deberes de funcionario público declaró que “no” existía un protocolo que indicara que debían derribar la puerta del departamento ante la falta de respuestas del fiscal. Se trata de Armando Niz, quien junto con Luis Miño, debía acompañar a Nisman el 18 de enero de 2015, cuando el fiscal finalmente fue hallado sin vida. Lo había hecho cuando declaró como “testigo” en la causa, pero finalmente la jueza Fabiana Palmaghini lo imputó y lo citó a indagatoria para febrero. Niz recordó en aquella oportunidad que Nisman “generalmente cuando estaba trabajando tenía las cortinas de su departamento levantadas”, aunque aquel domingo “estaban todas bajas”. Pasadas las 14, ambos custodios se preocuparon porque las cortinas seguían bajas y comenzaron a descartar que Nisman estuviera todavía dormido, por haberse quedado trabajando toda la noche, tal como suponían. En ese momento, se planteó por primera vez, tácitamente, la posibilidad de forzar la puerta, pero Niz declaró: “No existe un protocolo”. Nisman manejaba personalmente a sus custodios, lo que graficó el propio Niz, miembro de la Policía Federal: “De la superioridad no tenemos ninguna directiva, recibíamos directivas únicamente del doctor”.