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El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, se presentó ante la Secretaría de Lucha contra la Corrupción, que conduce Laura Alonso, para que evalúe su participación en la empresa Kalushy SA, radicada en Panamá. El funcionario volvió a asegurar que fue creada mientras trabajaba para la organización B’nai B’rith en ese país. Como publicó este diario, B’nai B’rith Internacional respondió que “no estableció ni autorizó a constituir ninguna empresa en Panamá. Crear una empresa con el propósito de ocultamientos de cualquier tipo es completamente contrario a nuestros principios”. Avruj sostuvo que esta respuesta de la sede de Washington se debe a que la empresa fue creada por otra sede de B’nai B’rith, la de Panamá, que es autónoma de la de Estados Unidos. Hasta ahora ninguna otra autoridad de esa organización salió a respaldarlo.

Avruj figura como director de la sociedad anónima Kalushy, radicada en Panamá, junto con su ex esposa Elisa Alfie. El funcionario PRO afirmó a este diario que la empresa fue creada por iniciativa del presidente de B’nai B’rith región Caribe, Ramy Attie, y que la esposa de Avruj figura para que pudiera ejercer la docencia, según la ley local. “Había tres requisitos –afirmó Avruj– o tener contrato de trabajo, o ser inversionista o generar una empresa. El presidente de B’nai B’rith en ese momento dijo que lo mejor era hacer una empresa.”

–Entonces, ¿por qué lo niega B’nai B’rith Internacional?

–B’nai B’rith en Washington no tiene nada que ver. Cada región es independiente.

–¿No sabían que se creó esa empresa?

–No. Y no le tienen que informar. La hace el presidente de B’nai B’rith en Panamá para que yo pueda tener la residencia legal. La empresa no tuvo cuenta bancaria ni funcionamiento.

–¿Cómo le pagaban el sueldo?

–Lo pagaban a través de otras cuentas, pero no de esa empresa.