Santiago Viola, abogado de Leandro Báez, hijo del empresario procesado por lavado de dinero, entregó a la Cámara Federal una carta en la que supuestamente su padre, Lázaro Báez, asegura haber visto al juez Sebastián Casanello en la Quinta de Olivos en septiembre de 2015. El objetivo de esta presentación es sacar al magistrado de la investigación. Lázaro Báez estuvo hace unos días personalmente ante los mismos jueces en una audiencia que él mismo pidió y no mencionó este hecho. Tanto la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner como Casanello negaron haberse reunido en Olivos o en cualquier otra parte.

“Aproximadamente a mediados del mes de septiembre del 2015 con anterioridad a las elecciones generales, vi al mismo (el juez Sebastián Casanello) en la Quinta de Olivos cuando estaba esperando para entrevistarse con al entonces Presidenta Doctora Fernández”, dice la carta presentada por Viola en nombre de Lázaro Báez.

El texto, que lleva además de la firma una huella dactilar, llamó la atención a los jueces de la Cámara ya que la letra de la misma no coincide con la que tenía la otra carta que Lázaro Báez presentó en el tribunal para pedir una audiencia. Los abogados de Leandro Báez sostienen que la primera no fue escrita por el empresario sino por uno de sus abogados. La Cámara espera precisiones sobre este punto.

Casanello viene siendo objeto de operaciones y presiones por parte de medios y servicios de inteligencia. Los abogados de Leandro Baez sostienen que el expediente está direccionado a su padre y que debería, en cambio, apuntar a la ex presidenta. Hicieron correr la versión del encuentro entre CFK y Casanello y dijeron que a través de las compañías celulares podían ubicar al magistrado en la quinta, pero nunca presentaron pruebas: hasta el momento, los únicos indicios que muestran son las notas periodísticas que ellos mismos operan.

Viola, además, está vincuado con Eduardo Miragaya, quien fue nombrado por el gobierno como titular de la Dirección de Inteligencia sobre Delincuencia Económica y Financiera. Y según publicó La Nación, la madre de Viola es abogada del primo del presidente Mauricio Macri, Fabio Calcaterra, hermano de Angelo, a quien mencionó Báez como socio en algunos de sus emprendimientos.

El objeto del expediente que está a cargo de Casanello es el lavado de dinero de Báez. Se trata de una causa acotada que podría llegar rápido a juicio. El objetivo de los Báez es que el caso se transforme en una megacausa en la que se investigue a muchos ex funcionarios, incluida la ex Presidenta. De esta manera, el expediente seguramente entraría en un entramado complejo y se dilataría. Además, Casanello, por el momento, no tiene pruebas que lo lleven hasta CFK. Esto mismo lo afirmó el fiscal del caso, Guillermo Marijuán. En Comodoro Py, en cambio, hay otro expediente más amplio cuyo objeto son los posibles sobreprecios en obras públicas y está a cargo del juez federal Julián Ercolini.

En la nota que entregó el abogado del hijo del empresario a los jueces Horacio Cattani, Martin Irurzun y Eduardo Farah, Báez sostiene: “ustedes tienen todos los medios para corroborar lo dicho, espero esto a los fines de ser tenido en cuenta al momento de resolver el incidente, lo manifestado es por el firme convencimiento de que la causa está direccionada hacia mi persona, mis hijos y mi familia”. Y asegura que no lo dijo en la audiencia que tuvo hace unos días con los mismos jueces porque “no me fue preguntado” y “por el temor que siento”.

Los camaristas deben resolver si mantienen a Casanello a cargo del expediente. Por el momento, lo único que hay sobre la supuesta reunión con CFK son varias notas periodísticas y la carta del acusado interesado en correr al juez. En tribunales sospechan que aunque el magistrado siga a cargo de la causa, Báez conseguirá parcialmente su objetivo: que el juez quede manchado y condicionado en su accionar para que la causa sea redireccionada hacia la ex presidenta.