EL PAíS › EL JEFE DE GABINETE ASISTIó AL SENADO A DAR SU INFORME SOBRE LA MARCHA DEL GOBIERNO

Entre las evasivas y el optimismo

Marcos Peña afirmó que hay “un cambio de tendencia” y una recuperación del salario real. Recibió críticas del FpV y otros opositores por la falta de empleo, el endeudamiento y la inseguridad. Preocupación por Malvinas.

A cuatro meses de su última visita, Marcos Peña pasó ayer nuevamente por el Senado. El jefe de Gabinete, acompañado por sus principales colaboradores, presentó el informe de la marcha del gobierno nacional, donde defendió la gestión y dibujó un escenario alentador producto de un supuesto “cambio de tendencia” en el afamado segundo semestre. “Hablábamos de una baja de inflación en el segundo semestre, un aumento de la obra pública y las primeras señales de recuperación de la actividad. Vemos que eso se está cumpliendo”, afirmó en su discurso inicial, en el que llegó a sostener que se está produciendo una recuperación “mes a mes” del salario real. Los senadores de la oposición, y principalmente del FpV, le expresaron su preocupación por el aumento de la deuda externa en dólares, la caída del empleo, el crecimiento de la inseguridad y la situación de las tarifas de luz y gas. Además, le reclamaron precisiones sobre las negociaciones entre el gobierno argentino y el británico respecto de las Islas Malvinas luego de las declaraciones del presidente Mauricio Macri y el acuerdo firmado por el vicecanciller Carlos Foradori. “No hay nada raro”, aseguró Peña tratando de bajarle el tono.

Alrededor de 5 horas duró la segunda sesión informativa del jefe de Gabinete en la Cámara alta. En respuesta a las más de 800 preguntas que le enviaron por escrito los senadores, los temas que abordó fueron prácticamente los mismos que hace cuatro meses: inflación, desempleo, aumento de tarifas. Sin embargo, en esta oportunidad no centró su exposición en la “herencia” o en las promesas para el futuro, sino en esbozar un panorama positivo y enfatizar el cumplimiento de algunos de los puntos señalados en la visita anterior. “Estábamos confiados de tener señales claras de mejora y se fue confirmando esa tendencia”, dijo y agregó: “También se va recuperando el salario real mes a mes. La paritaria promedio fue del 32 por ciento lo que representa un 2,5 de aumento mensual salarial”.

El jefe de ministros le agradeció a los senadores por haber contribuido a la aprobación de iniciativas del Ejecutivo como el blanqueo de capitales o el pago a los fondos buitre. Les solicitó acompañamiento en la Reforma Política y el Presupuesto nacional, actualmente en debate en Diputados. Además, deslizó que estudian crear un “espacio de diálogo intersectorial” de cara al año próximo.

Hicieron uso de la palabra 22 legisladores, la mitad fueron del FpV, sólo uno de Cambiemos y el resto fueron de bloques más pequeños. La jornada transcurrió sin sobresaltos ni grandes controversias. Los sectores del “kirchnerismo duro” no intervinieron y las críticas más fuertes quedaron en manos del puntano Adolfo Rodríguez Saá, quien denunció ante el jefe de Gabinete que su provincia es injustamente discriminada (ver recuadro). El jefe de la bancada del FpV, Miguel Pichetto, rescató algunas medidas del Gobierno y se mostró expectante respecto de una reactivación económica. Sin embargo, introdujo duros cuestionamientos por la inseguridad, la falta de presencia policial en la Ciudad de Buenos Aires y la reaparición de delitos complejos como el secuestro extorsivo. El rionegrino advirtió que si no se adoptan medidas rápidamente podría producirse una eventual “complejización” del escenario social hacia fin de año. Además abogó por endurecer la política migratoria como mecanismo de prevención del delito.

La mayoría de los senadores puso el foco en la situación económica. “Es totalmente diferente su discurso a la realidad que nosotros tenemos en nuestra provincia”, le advirtió Julio Catalán Magni, de Tierra del Fuego, distrito que registró una fuerte caída de la producción local respecto de 2015. Juan Manuel Abal Medina le remarcó la pérdida de 100 mil puestos de trabajo y le pidió que evalúe la declaración de emergencia social impulsada por el Movimiento Evita y organizaciones de la economía popular.

“La caída del empleo se explica más por la recesión. Aspiramos a que con la mejora de la actividad económica y la obra pública, precisamente lo que sea la construcción, vamos a ir viendo un cambio de tendencia”, dijo Peña y agregó que “el repunte de Brasil también influirá en este aspecto”. Respecto de las tarifas, Peña sostuvo que “no es un tema terminado” y afirmó que “todo lo que ocurrió fue un aprendizaje”.

Ante las consultas por el documento firmado sobre Malvinas, utilizó los mismos argumentos que el vicecanciller expresó ayer en Diputados, que “no fue un acuerdo ni una cuestión que tuviera carácter vinculante, fue una hoja de ruta”. Graciela De la Rosa y Eduardo Aguilar advirtieron sobre el endeudamiento: “Con las previsiones del ministerio de Economía la deuda pasaría del 17 al 35 por ciento del PBI”, aseguró el senador chaqueño. El funcionario nacional respondió que “es un tema de sábana corta”. “Nosotros preferiríamos estar en un país con superávit, que se endeude solo para infraestructura a largo plazo”, completó.

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Marcos Peña apostó a la reactivación de la obra pública y una mejora de Brasil.
 
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