EL PAíS › WALTER VELTRONI, ALCALDE CENTROIZQUIERDISTA DE ROMA
Un amigo en visita “transversal”
Fue vicepresidente de Prodi y es un viejo amigo de los derechos humanos en la Argentina. Vino a ver a las Madres, a Ibarra y a Binner.
Por Victoria Ginzberg
Walter Veltroni, secretario nacional de los Demócratas de Izquierda italianos, fue elegido alcalde de Roma quince días después de que Silvio Berlusconi ganara la elección a presidente. La última vez que estuvo en la Argentina fue en 1997, cuando era vicepresidente de Romano Prodi y juntos impulsaron que el Estado italiano se constituyera como querellante en los juicios que se realizaban en ese país por los desaparecidos. Volvió a Buenos Aires ayer para entrevistarse con organismos de derechos humanos y con su colega porteño Aníbal Ibarra. Espera, además, poder ver al presidente Néstor Kirchner. Veltroni cree que es importante que la centroizquierda demuestre “que puede gobernar una comunidad”, pero dice que con la gestión no alcanza para convertirse en una alternativa de poder. Sobre estos asuntos, podrá hablar con Ibarra y el ex intendente rosarino Hermes Binner, quienes promueven la formación de un espacio “transversal” que se inaugurará formalmente el próximo 5 de marzo.
Veltroni se reunió ayer con los integrantes del Servicio Paz y Justicia que preside el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. Hoy visitará junto a Ibarra el Centro de Atención Integral por el Derecho a la Identidad de las Abuelas de Plaza de Mayo y luego participará de un debate con el ex intendente de Rosario Hermes Binner, el líder de la CTA, Víctor De Gennaro, el ex vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez y el jefe de Gabinete de la Secretaría de Derechos Humanos, Rodolfo Mattarollo.
El alcalde de Roma tiene dentro de su gabinete un funcionario dedicado exclusivamente al tema de la Memoria. Todos los años en esa ciudad y Buenos Aires se realiza la “carrera de Miguel”, en homenaje a un atleta argentino desaparecido. “Pienso que el hecho que en un país como Italia el Estado haya sido querellante en el juicio por los desaparecidos ayudó a que se entendiera que no era sólo una pelea entre las Madres de Plaza de Mayo y el Estado sino que las Madres de Plaza de Mayo tenían un soporte internacional. Yo asistí personalmente a una de las audiencias del proceso para subrayar la solidaridad activa. Porque heridas como las de los desaparecidos no se pueden cicatrizar por un proyecto de ley”, aseguró Veltroni. El alcalde, en diálogo con este diario, destacó “la campaña del presidente Kirchner para moralizar la vida pública y el trabajo que realizó el ministro de Economía Roberto Lavagna para lograr la estabilidad financiera”.
Con Ibarra y Binner, Veltroni tendrá la oportunidad de intercambiar ideas acerca de la construcción de un espacio alternativo partiendo de la experiencia de gobernar una ciudad importante.
–¿Alcanza con una buena gestión para convertirse en una opción de poder? –preguntó Página/12 a Veltroni.
–No basta. Pero es importante que la centroizquierda demuestre que no sólo sabe decir que no sino que también sabe llevar adelante sus responsabilidades, sabe gobernar una comunidad y es capaz de llevar adelante, juntos, el crecimiento económico y la calidad social.
–¿Y qué falta?
–Lo que nos faltó a nosotros fue la capacidad de marcar soluciones realistas a los problemas acompañada por una idea de la sociedad. A veces parece que la centroizquierda tuvo miedo de sus ideas y de sus propios valores. En Italia hay un proceso de reconstrucción de una alianza de centroizquierda después de los errores y defectos que llevaron a que ahora gobierne la derecha. Están recuperando actualidad algunas expresiones que hace un tiempo parecían malas palabras. La derecha condujo a tal exasperación el conflicto entre riqueza y pobreza, que el estado de bienestar cobró un nuevo significado. Aunque yo uso la expresión de “comunidad de bienestar”, porque es toda la comunidad la que tiene que crear la red de protección de los más débiles. La palabra privatización notiene más la fascinación que tenía hace seis o siete años. Ahora se entiende que una sociedad moderna necesita de un reequilibrio por parte del Estado. Es interesante que en todo el mundo, las grandes ciudades –tal vez con las excepciones de Madrid, en España, y Nueva York, en Estados Unidos, aunque no Londres, Berlín, París, Roma, Buenos Aires, San Pablo, Bogotá y tantas otras– están gobernadas por la centroizquierda, incluso en países en los que el gobierno central es de centroderecha.