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Por Diego Schurman *

Grandes y chicos
La semana pasada Roberto Perfumo y Miguel Núñez participaron de un evento solidario en una escuelita deportiva de Gregorio de Laferrère. Y se comprometieron a retornar en los próximos días con provisiones de pelotas e indumentarias nuevas. Como se sabe, el secretario de Deportes y el vocero presidencial, al igual que su jefe Néstor Kirchner, están identificados con Racing Club. Pero a la hora de realizar la ayuda, piensan en el club adonde Perfumo llegó proveniente de Racing. Por eso las camisetas que están llegando a la Casa Rosada para luego ser reenviadas a los chicos carenciados son blancas con una banda roja cruzada en el pecho.

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Misión imposible
No sólo estrenó look. También funciones. Juan Pablo Baylac se preocupa por estas horas en llevar radicales al estudio que Fernando de la Rúa posee en Barrio Norte. Nadie lo dijo, pero son muchos los que sospechan que el ex vocero presidencial de la Alianza se cargó la misión de encontrar respaldo político para el ex presidente en estas horas tan difíciles.

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Misterio K
Los Fernández lo vistieron. Alberto le regaló una camisa Polo y Aníbal una corbata Hermes. Más original que el jefe de Gabinete y el del Interior fue Miguel Núñez. El vocero presidencial sorprendió con un libro de 1950, llamado Historia de la Nación, que explica el Primer Plan Quinquenal de Perón. Tarde o temprano se fueron conociendo todos y cada uno de los regalos que recibió Néstor Kirchner el día de su cumpleaños. Excepto uno: el de su mujer, Cristina.

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Fuego
Arrancaron por los piqueteros. Carlos Tomada insistió en que el Gobierno no reprimirá, los empresarios se quejaron del caos que provocan. Pero el ítem siguiente dejó boquiabierto al ministro de Trabajo. Fue cuando un representante de Techint informó que, por temor a los secuestros, la gerencia media está comprando armas de fuego. El punto de comunión llegó a los postres: el funcionario y sus invitados acordaron avanzar con la “ventanilla única” de inscripción de trabajadores, un proyecto con el que, según los memoriosos, el candidato Domingo Cavallo hacía bandera allá por 1999.

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Alumno Filmus
Ya se habían acomodado en el salón de lectura del Senado el gobernador Jorge Obeid y el intendente de Rosario, Jorge Lifschitz, entre tantos otros invitados. El acto de presentación del logotipo del Congreso de la Lengua Española acababa de comenzar. Y Cristina Kirchner tomó la palabra justo cuando el ministro de Educación, Daniel Filmus, se hacía presente en el lugar. Entonces, la primera dama hizo silencio, miró al funcionario y, sonriente, lo reprendió:
–Tiene media falta por llegar tarde.

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Del tupper a River
“¿Quiénes son Los muchachos de Stallone?”, quiso saber desde la platea de River, evidentemente confundida cuando la hinchada cantaba el himno “somos los Borrachos del Tablón...”. No fue su única duda. “¿Cómo hacen para coordinar y decir ole al mismo tiempo?”, inquirió después, mientras los millonarios jugaban al toque. Todo bien si fuera una criatura. Pero las preguntas desopilantes estuvieron a cargo de una secretaria de la Casa Rosada, cuya oficina tiene ventanas hacia la calle Balcarce. De fútbol, ni un fulbo.

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Estrategia
“Mi peor enemigo es Garrido, me tiene saña”, dijo Fernando de la Rúa en la intimidad. El ex presidente se refería a las preguntas incisivas que el fiscal nacional de investigaciones administrativas suele hacer a los que van a declarar en la causa de los sobornos en el Senado. Por eso acaba de pedir al juez Rodolfo Canicoba Corral convertir a Manuel Garrido en testigo de la causa. Se trata de una clara estrategia de la defensa, ya que automáticamente Garrido quedaría impedido de participar del caso como fiscal.

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No es lo que parece
Los felices ‘90 de Stiglitz, Liderando en el infierno, de Alberto Levy, La tercera década infame de Héctor Recalde. La biblioteca del despacho de Alberto Fernández es tan nutrida como variada. Pero el jefe de Gabinete no quiere hacer demasiado alarde. Por eso cuando lo consultan, baja la cabeza y reconoce que desde que asumió el poder cuenta con tan poco tiempo que apenas leyó un par de volúmenes de los que allí expone.

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Gran Hermano
Daniel Scioli quiere dar señales de transparencia. Y así desvincular su actual gestión con el viejo Senado, sobre el que pesa algo más que denuncias de corrupción. Si antes no se veía nada de lo que sucedía puertas adentro, ahora el vice y jefe de la Cámara alta quiere que se vea todo, como si se tratara de un ciclo de Gran Hermano. Probablemente sea por ello que para la apertura de las sesiones ordinarias de hoy se dispuso la utilización 12 cámaras de televisión, una de las cuales tendrá la misión de no perder ni por un segundo la figura de Néstor Kir-
chner. Así, no faltará registro del Presidente, aun si, fuera de protocolo, decidiera zambullirse entre la gente que se concentrará en la Plaza del Congreso. Un problemita: nadie sabe qué hará el cameraman si al mandatario se le ocurriera ir al baño.

* Colaboró Adriana Meyer.