EL PAíS › INAUGURA EL PERIODO ORDINARIO DEL CONGRESO DE LA NACION
Acto y discurso con eje en la deuda
La negociación de la deuda y la cuestión de los derechos humanos centrarán el mensaje presidencial para abrir las sesiones del Parlamento, en medio de una movilización del peronismo bonaerense y porteño. A menos de un año de mandato, Kirchner pronunciará su discurso más completo desde que asumió el 25 de mayo del 2003.
Por F.C.
La inauguración de las sesiones ordinarias en el Congreso, hoy, a partir de las 11, contará con dos elementos de peso. Uno transcurrirá fuera del edificio y consistirá en la primera movilización de importancia organizada por el peronismo –principalmente el bonaerense– en apoyo a la gestión de Néstor Kirchner. El otro elemento, más típico de estas ocasiones, será el discurso del Presidente, en el que hará eje en el tema de la deuda externa y las presiones internacionales para que se flexibilice la propuesta de quita a los acreedores. La defensa de los derechos humanos con hitos como el Museo de la Memoria que funcionará en la ESMA, la reactivación económica y los actuales números superavitarios record, el problema del desempleo y la pobreza con posible solución en los microemprendimientos productivos que promueve Desarrollo Social, serán los principales puntos alrededor de los cuales pivoteará el Presidente.
Kirchner no estaba convencido de la movilización al Congreso. Con sus dirigentes más cercanos tenía la mira puesta en el 25 de mayo, cuando se cumplirá un año de su gobierno. Pero el PJ bonaerense se apresuró en armar un acto para hoy, en apoyo “al gobierno popular”, según declararon. No lo dijeron, pero otra intención es recordarle al Presidente quiénes le facilitaron la llegada a la Rosada. Kirchner no le quedó otra que aceptar el regalo pero puso la condición de que no haya más banderas que las argentinas, cuestión de diluir las posibles cuestionamientos sobre utilización del aparato político.
Los cálculos que se hagan hoy luego de la movilización no serán sólo sobre la cantidad de gente frente al Congreso –se habla de 20 mil– sino también cuánta aportó cada distrito. Porque los kirchneristas porteños se pusieron en campaña para empardar la movida de los compañeros bonaerenses, así que más allá de las banderitas celestes y blancas habrá un discreto conteo para saber quién puso más empeño en darle marco a la plaza.
Quienes vayan al Congreso podrán seguir el discurso de Kirchner gracias a un potente equipo de sonido que proveído por el gobierno de la ciudad. Además, habrá una docena de cámaras de televisión que llevarán las imágenes a todo el país y por pantalla gigante. Se esperan más de 400 invitados especiales, incluyendo los ex presidentes Raúl Alfonsín y Eduardo Duhalde.
Kirchner no es dado a la retórica. En sus mensajes, discursos y hasta en sus encuentros protocolares con otros jefes de Estado utiliza un lenguaje directo, evitando los rodeos. El discurso de hoy –que llegó anoche en medio de estrictas medidas de reserva a la imprenta del Congreso, en donde se confeccionarán dos mil copias que deberán estar listas para el inicio de la ceremonia– no será la excepción.
Causa nacional
El Presidente y su esposa, la senadora Cristina Fernández, ingresarán al recinto a las 11. Allí los recibirán el vicepresidente Daniel Scioli y el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño. Está previsto que Kirchner hable durante unos 45 minutos. Luego saldrá hacia la Casa Rosada escoltado por los granaderos a caballo.
Según dejaron trascender cerca del Presidente, la problemática de la deuda externa será el eje de su discurso. En ese marco, el reciente y sorprendente acuerdo alcanzado con Brasil para diseñar estrategias comunes en las negociaciones con los organismos internacionales de crédito será presentado como “histórico”, una ampliación de la “causa nacional” de la deuda, ya convertida en causa latinoamericana.
Kirchner insistirá en que la propuesta argentina hacia los acreedores es seria porque es la que puede cumplirse. En los últimos días, el Presidente se mostró enojado por los analistas que consideran poco seria la imagen argentina en el exterior y su intransigencia en modificar la quita del 75 por ciento pese a la mejora de los números de la economía. Con todo, aseguraban cerca del Presidente, aunque insistirá en lo de las presiones internacionales, evitará con sus palabras generar irritaciones afuera. Son momentos decisivos de las negociaciones con el Fondo y Argentina necesita aliados entre las potencias mundiales.
Otro ítem que repasará el Presidente tendrá que ver con la política de derechos humanos. Este mes, más exactamente el 24 de marzo, aniversario del golpe del ‘76, el Gobierno convertirá el edificio de la ESMA en el Museo de la Memoria. Kirchner imagina para ese día una movilización conjunta con los organismos de derechos humanos y hoy dejará constancia del hecho en su mensaje.
El Presidente remarcará su decisión de transformar la Justicia, nombrando candidatos independientes para la Corte Suprema, electos a través de un nuevo sistema que permite los apoyos e impunaciones de ciudadanos y sectores interesados.
Pero, más allá de lo que destacará sobre lo realizado en los nueve meses que lleva de gobierno, Kirchner hará hincapié en la angustiosa situación que atraviesan los millones de argentinos sumidos en la pobreza y la indigencia. En ese sentido, hablará de los planes sociales que instrumenta su hermana, la ministra Alicia. Los microemprendimientos productivos con apoyo estatal a través de cooperativas y planes de viviendas, son la gran apuesta del gobierno para reemplazar los Jefas y Jefes de Hogar por trabajo “genuino”.
Sin grandes anuncios y con cierta épica, Kirchner declarará inauguradas las sesiones ordinarias. Scioli aclaró que para después estaba todo preparado por si el Presidente deseaba un contacto directo con la gente. Un clásico.