EL PAíS › RADIO PASILLO CONTRAATACA

Misceláneas

Las técnicas antiescrache de Menem y Barrionuevo. La suerte de Fernández Meijide, la mala pata de Chacho Alvarez. El terror-pánico de Felgueras. La queja de Castro, la marcha de los evangelistas. Los palos de De la Rúa, la carrera de Kirchner. La llamada al Coti. Y mucho más.

 Por Diego Schurman

Al que madruga...
Después del escrache que sufrió en un avión, Eduardo Menem decidió tomar algunos recaudos. Si antes madrugaba para disfrutar de una partida de golf, ahora prácticamente comienza a preparar los palos en pleno crepúsculo. Está convencido de que la sombra de la primera mañana lo protegerá de cualquier protesta en el Olivos, un acogedor campo de la provincia de Buenos Aires. Claro que el temor lo ha hecho inconstante en la práctica de ese deporte. Y eso se nota en su handicap. No ha podido bajarlo de 25. Apenas iguala al de su hijo menor Fernando “Tato” Nicolás, pero no logra mejorar el de sus otros dos retoños, Adrián y Martín, con 23 y 25, respectivamente. El único consuelo del senador es que aún supera la performance de su hermano, el ex presidente Carlos Saúl Menem, cuyo handicap hace tiempo está clavado en 31.

Amigos son los amigos
La estrategia de Luis Barrionuevo parece un poco más original que la de Eduardo Menem, que además de jugar menos y más temprano al golf abandonó los restaurantes. Para evitar los reproches de la gente, el sindicalista le encontró la vuelta. Minutos antes de su llegada a cualquier centro de comidas envía a un grupo de muchachotes que se distribuyen por el salón. Cuando el ahora senador entra, sus “amigos” –cual ciudadanos sorprendidos– se levantan a saludarlo y a vivarlo, seguramente inhibiendo a aquellos que también se levantarían, pero no precisamente a saludarlo y a vivarlo. Lo curioso, o quizás no tanto, es que el propio dirigente gastronómico se pasea por el Congreso vanagloriándose de su ardid.

Al que madruga...
Después del escrache que sufrió en un avión, Eduardo Menem decidió tomar algunos recaudos. Si antes madrugaba para disfrutar de una partida de golf, ahora prácticamente comienza a preparar los palos en pleno crepúsculo. Está convencido de que la sombra de la primera mañana lo protegerá de cualquier protesta en el Olivos, un acogedor campo de la provincia de Buenos Aires. Claro que el temor lo ha hecho inconstante en la práctica de ese deporte. Y eso se nota en su handicap. No ha podido bajarlo de 25. Apenas iguala al de su hijo menor Fernando “Tato” Nicolás, pero no logra mejorar el de sus otros dos retoños, Adrián y Martín, con 23 y 25, respectivamente. El único consuelo del senador es que aún supera la performance de su hermano, el ex presidente Carlos Saúl Menem, cuyo handicap hace tiempo está clavado en 31.

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Amigos son los amigos
La estrategia de Luis Barrionuevo parece un poco más original que la de Eduardo Menem, que además de jugar menos y más temprano al golf abandonó los restaurantes. Para evitar los reproches de la gente, el sindicalista le encontró la vuelta. Minutos antes de su llegada a cualquier centro de comidas envía a un grupo de muchachotes que se distribuyen por el salón. Cuando el ahora senador entra, sus “amigos” –cual ciudadanos sorprendidos– se levantan a saludarlo y a vivarlo, seguramente inhibiendo a aquellos que también se levantarían, pero no precisamente a saludarlo y a vivarlo. Lo curioso, o quizás no tanto, es que el propio dirigente gastronómico se pasea por el Congreso vanagloriándose de su ardid.

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No desees al prójimo...
Hace poco Página/12 la descubrió en Highland, donde puso a relajar su cuerpo y alma. Pero ese “retiro espiritual” de temporada, que compartió con su hija y yerno por 14 mil pesos, casi se transforma en un calvario. Varios de los propietarios de casas de ese country, ubicado en el kilómetro 42,5 de la Panamericana, comenzaron a juntarse para armarle un escrache a quien fuera ex funcionaria de la Alianza. La intervención de varios políticos que toman descanso en el lugar, y que temían un efecto dominó de las protestas, logró aquietar las aguas y evitar el repudio a Graciela Fernández Meijide.

Más rápido
que un bombero
El que no pudo zafar de los escraches fue Carlos “Chacho” Alvarez: recluido en su quinta de Ezeiza, rara vez salía, y las pocas que se animaba lo hacía con mucho cuidado. La semana pasada, sin embargo, el ex vicepresidente se quedó sin nafta y paró su auto en una estación de servicio sobre la ruta. Los empleados lo trataron bien, pero un grupito de personas que salía del autoservicio lo descubrió: primero se sorprendieron y después comenzaron a insultarlo. El tono iba subiendo, y alguno amagó con avanzar mientras Chacho los miraba petrificado. Finalmente, el frepasista reaccionó: pagó, se subió al auto y partió a toda velocidad.

De eso no se habla
Los días previos al tratamiento de la ley de Presupuesto, Alicia Castro no paró de recibir llamados. En nombre de Eduardo Eurnekian, presidente de Aeropuertos Argentina 2000, todos y cada uno de los interlocutores le hicieron llegar “sugerentes” recomendaciones. Entre tantos otros, en la lista figuraba Mario Tabakman, quien supo vincularse con Rodolfo Terragno. Pero finalmente la diputada del Frente para el Cambio –quien por su condición de titular del gremio de aeronavegantes se siente censurada por varios medios– se dio el gusto. Y su viejo reclamo para incluir en el Presupuesto el canon de 300 millones de dólares que adeuda la firma, y que tanto asustaba a los hombres de Eurnekian, volvió a emerger. Fue el último jueves en un encuentro donde se analizó la situación aerocomercial con gremios y funcionarios del sector. Al menos esta vez como respuesta no obtuvo el silencio: el representante del Orsna –el organismo de control del área– se comprometió a la ejecución de las garantías si la empresa no cumple con sus obligaciones.

Mejor prevenir...
El lunes pasado, por la tarde, militantes de la Central de los Trabajadores Argentinos y otras agrupaciones se habían congregado frente a la Jefatura de Gobierno. El objetivo: respaldar a Eduardo Jozami, titular de la Comisión de la Vivienda, a quien Aníbal Ibarra le había pedido la renuncia. Como no recibían respuesta, los manifestantes ingresaron al edificio. Gritaban, golpeaban bombos y hacían mucho ruido, pero –salvo algún incidente aislado– la protesta fue pacífica. Los empleados y funcionarios los miraban desde las oficinas y algunos de ellos seacercaron a conversar. Pero el despacho de la vicejefa de Gobierno porteño, Cecilia Felgueras, se veía diferente: del lado de adentro, los empleados habían apilado sillones y archiveros contra la puerta, bien cerrada para que –por las dudas– no se colara algún manifestante.

Rezo por vos
Sin mucho ruido, el último 15 de febrero trasladaron a miles de personas a la Plaza de Mayo para “orar por la Argentina” y repudiar la violencia. El acto, presidido por 500 pastores evangelistas, consistió, además, en una sucesión de rezos y plegarias para superar la crisis. Con la misma reserva, distintas congregaciones de evangelistas buscarán mañana –si la situación así lo permite– arriar a 50 mil fieles para volver a pedir por el país, superando incluso el número de participantes de los últimos cacerolazos. Un objetivo, por cierto, ambicioso.

Una rica facturita
Las once carillas con el descargo de De la Rúa ante el Tribunal de Disciplina de su partido fueron leídas con lupa por los radicales, ansiosos por enterarse de la primera defensa política que encara el ex presidente. Los que también la estudiaron en detalle fueron los frepasistas, que repararon en un palo deslizado por la pluma del ex presidente: cuando defiende la incorporación de Domingo Cavallo al Gabinete, asegura que fue propuesta por una delegación “encabezada por el doctor Aníbal Ibarra” que sugirió al cordobés como ministro de Economía y al “profesor Carlos Alvarez como jefe de Gabinete”. Con la copia del descargo sobre su escritorio, Ibarra amagó con responder, hasta que sus colaboradores le sugirieron que lo mejor era dejar pasar el golpe.

En carrera
Se sabe, los políticos corren. Y Néstor Kirchner se dio ayer el gustazo de vencer, dejando muy pero muy atrás a Adolfo Rodríguez Saá. La carrera, claro, no fue política sino de la categoría Top Race. Y el piloto Julio Catalán, oriundo de Tierra del Fuego, obtuvo el primer puesto exponiendo en la trompa de su auto la publicidad “Kirchner presidente 2003”. En cambio, en esa competencia desarrollada en La Pampa, el puntano Federico Batiche, que en los costados de su coche lucía “Rodríguez Saá 2003”, se tuvo que resignar a un módico octavo lugar.

Más vale prevenir...
Eduardo Duhalde dice tener todo el respaldo parlamentario. Pero, se sabe, no se trata de soplar y hacer botellas. Por eso Aníbal Fernández sepreocupó en los últimos días de llamar a Juan Carlos Mazzón. El secretario general de la Presidencia le pidió al “Chueco” –un histórico del peronismo, ex Guardia de Hierro, que hasta hace días venía trabajando junto al canciller Carlos Ruckauf– que le ordenara la tropa. Pero, ni lerdo ni perezoso, Fernández también marcó el número de Enrique Nosiglia para asegurarse, tras la resistencia del FMI, de que entre los legisladores no habrá rebeldías. El “Coti”, quien suele trabajar en conexión con José Luis Manzano, prometió poner el hombro, como tantas otras veces.

* Con José Natanson.

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