EL PAíS › DESPUES DE DIEZ DIAS DE CONVALECENCIA
Kirchner, de vuelta en la Rosada
Lo seguro es que el presidente Néstor Kirchner volverá hoy a ocupar su despacho en la Casa Rosada, luego del alejamiento forzoso al que lo obligó la gastroduodenitis. Lo que no está confirmado es si también hoy anunciará el muy demorado plan integral de seguridad en el que el Gobierno vino trabajando contrarreloj durante las últimos horas. Un vocero de la Rosada informó anoche que no está previsto que Kirchner realice hoy ninguna aparición pública y que si finalmente se presenta el plan correrá por cuenta del ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Beliz.
De confirmarse esta alternativa que mencionaban anoche los voceros del Presidente, el gesto tendrá un doble significado. Por un lado, la intención de Kirchner de comenzar a delegar tareas en sus colaboradores más cercanos. El anuncio en manos de Beliz, entonces, permitiría el lucimiento del ministro que durante meses hizo el trabajo de fondo del proyecto, que en los últimos días pulieron el propio Kirchner, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el secretario general de la Presidencia, Carlos Zannini.
También funcionaría para Beliz como una ratificación en el cargo luego de los rumores sobre su alejamiento que circularon en los últimas horas. Beliz quedó muy
descolocado por la decisión de
Kirchner de echar al jefe de Investigaciones de la Policía Federal, Jorge “Fino” Palacios, y también bajarle el pulgar a su reemplazante, René Derecho. Ambos habían sido designados por Beliz para ocupar esos cargos.
Además, el Gobierno confirmó que el Presidente –que dedicó el fin de semana a estudiar los 95 legajos de los jefes policiales– planea más cambios en la cúpula de la fuerza. “No hay ningún tipo de posibilidad de que se pueda pensar que el Estado no va a meter el cuchillo y definir, en forma concreta y contundente, una nueva forma de policía”, explicó el ministro del Interior, Aníbal Fernández.
Con todo, y como para generar un poco más de confusión, hay que tener en cuenta que Alberto Fernández dijo el sábado que el anuncio del plan lo haría el Presidente. También dijo que, tal vez, utilizara para ello la cadena nacional, un medio hasta ahora nunca usado por Kirchner. Por eso, cerca del Presidente nadie se animaba a dar nada por sentado.
Del ya famoso plan se sabe que se presentará como una ambiciosa reforma con la que se buscará solucionar la problemática de la inseguridad desde sus orígenes hasta sus consecuencias últimas. Así, por ejemplo, tendrá un capítulo dedicado a la educación y a favorecer la vuelta a las aulas de los adolescentes que ni estudian ni trabajan. En cuanto a lo jurídico, establecerá la creación del juicio por jurados. Y en lo referente específicamente a la seguridad, se creará una nueva fuerza inspirada en el FBI: efectivos altamente especializados en la investigación de delitos federales como el tráfico de drogas y los secuestros extorsivos. Como se ve, el espectro del plan será amplio.
Fernández ayer subrayó el carácter “integral” del proyecto y lo separó de la crisis coyuntural que tuvo su clímax en la marcha al Congreso que encabezó Juan Carlos Blumberg. “La situación de este plan no es coyuntural, no arranca a partir de un hecho particular sino que arranca desde un primer momento”, señaló el ministro.
Coyuntural o no, lo cierto es que la presentación será la forma en que el Gobierno buscará tomar la iniciativa en un tema que lo encontró descolocado desde que volvió al primer plano de la opinión pública. Anoche, el flamante ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, anticipó que articulará su política de seguridad en la provincia con las medidas que anunciará el gobierno nacional.
Sin presentación del plan, el Presidente pasaría su retorno a la Rosada lejos de las cámaras. Recién mañana a la mañana haría su primera aparición pública en un acto referido a la creación del Registro Nacional de Electores. En tanto, el miércoles, quedó confirmado el encuentro que mantendrá con el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, para la firma de un acuerdo energético para la importación de gas. Originalmente, la reuniónse iba a realizar el miércoles pasado en La Quiaca, pero se suspendió por la afección que sufrió Kirchner.