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El enfrentamiento verbal entre el Gobierno nacional y el gobernador bonaerense Felipe Solá tuvo ayer un nuevo chispazo. Aníbal Fernández, ministro del Interior, respondió tajantemente a la última línea de ataque de Solá cuando declaró que la Nación “no le debe nada a la provincia”. El gobernador se quejaba por abultadas deudas por la coparticipación federal.
En su pica con la Casa Rosada, Solá recurrió últimamente al argumento de que el gobierno federal le debe 460 millones de pesos por la coparticipación. Ante el aumento de salarios a los estatales concedido por el Gobierno, Solá dijo que no podía hacer lo mismo porque toda la recaudación extra iría al plan de seguridad. Y se quejó por la supuesta deuda federal, con la que sí podría aumentar salarios.
Fernández ayer dijo que “algunos irresponsables se han tomado el trabajo de malinformar para tener una solidaridad de los intendentes basada en la mentira. El Gobierno nacional no le debe nada a la provincia”.
El ministro también desmintió el último argumento de Solá: “Es falso hablar de poco diálogo o comprensión (del Gobierno a la provincia). Y es irresponsable decir que se está extorsionando a la provincia porque tiene que firmar la coparticipación. Hay que terminar con el discurso mentiroso”.
Fernández agregó ayer que los argumentos del gobernador son “chicanas” y le recomendó que “discuta políticamente y no en forma chiquita, que parece más un problema de capricho y es poco serio. Lo que se debe hacer es una charla formal, prudente y respetuosa, y el gobernador sólo bate el parche insistiendo en ese discurso chiquito”.