EL PAíS
Los piqueteros de Castells fueron a Trabajo y otra vez hubo problemas
Cuatro personas resultaron heridas luego de forcejear con los policías que custodiaban el ministerio. La movilización, que convocó a unas 1500 personas, fue por más planes y aumentos.
Por Laura Vales
Cuatro personas resultaron heridas durante una protesta piquetera frente al Ministerio de Trabajo, cuando la policía forcejeó con los manifestantes sobre las vallas que rodean el edificio. La movilización estuvo encabezada por el Movimiento de Raúl Castells e integrada por desocupados, desalojados, auxiliares docentes y enfermeros de la provincia de Buenos Aires, que reclamaban por planes y un aumento salarial.
Celia Romero, una de las golpeadas, fue atendida en el Hospital Argerich, donde le hicieron una sutura de diez puntos por un corte en la cabeza, según informó Castells. El dirigente acusó a la policía de haber disparado balas de goma, aunque no hubo heridos con ese tipo de munición. Los piqueteros presentaron la denuncia en la Comisaría 1ª y anticiparon que concurrirán a los Tribunales para ratificarla.
Castells dijo que era “la primera vez en años que una manifestación llega al Ministerio de Trabajo y es recibida con balas de goma y con una agresión a mansalva”. El dirigente acusó al Gobierno de “responder a los desocupados con represión”, pero en el ministerio aseguraron que la manifestante se lastimó en el momento en que voltearon las vallas. Señalaron también que la instrucción dada a la custodia es “la misma que la de todo el Gobierno y consiste en no reprimir”. Por su parte, fuentes policiales negaron que se hayan producido disparos y atribuyeron las detonaciones mencionadas por distintos testigos a que en la manifestación “se lanzaron cohetes”.
La movilización, que reunió a unas mil quinientas personas, había salido a la mañana desde la Casa de la Provincia de Buenos Aires y llegado a las puertas de Trabajo a las once. Al mediodía, Castells anunció que los funcionarios no los atendían, por lo cual bloquearían las entradas del edificio. Mantuvieron la medida una hora, durante la cual la gente pudo salir pero no ingresar. En esa situación se produjeron los incidentes.
En la presentación ante la Comisaría 1ª, el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) denunció por los golpes a un policía, al que identificó con su número de chapa.
Luego del episodio, una delegación piquetera fue recibida por dos funcionarios de la Secretaría de Empleo. Con los asesores hablaron tres representantes de los trabajadores, dos por los desocupados y una desalojada. Pidieron la universalización de los planes de empleo y un aumento de salarios para los estatales bonaerenses, tal como el que recibieron los empleados que dependen de la Nación.
Los funcionarios ratificaron que no se otorgarán más planes de empleo ni está previsto un aumento de los 150 pesos. En el mismo sentido, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, sostuvo que la crisis social “no se resuelve sólo con políticas sociales”, sino que “el camino es la generación de trabajo”. Fernández criticó a las organizaciones de desocupados, al considerar que ya “no tienen razón de ser”.
“El movimiento piquetero ocupó un espacio lógico cuando la política argentina se corrió del reclamo social y le cupo una importante tarea. Pero cuando uno tiene 500 orejas, como las tiene el Gobierno todos los días, que le están prestando atención al conflicto social, no tiene razón de ser. El Gobierno trata de cumplir en cada rincón del país como para que siempre haya una oreja para conocer lo que está sucediendo y tratar de paliarlo y solucionarlo rápidamente”, sostuvo el ministro.
La protesta del MIJD finalizó sin que se haya avanzado en algún acuerdo, aunque los dirigentes serán recibidos la semana que viene por el ministro Carlos Tomada para tratar sus reclamos.