EL PAíS
Los afectados por las inundaciones rompieron la parsimonia de Reutemann
La primera aparición pública de Carlos Reutemann desde que dejó la gobernación terminó en escándalo. Salió corriendo cuando lo sorprendieron con un escrache. Hubo golpes y detenidos.
Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe
El senador nacional y ex gobernador Carlos Reutemann salió ayer a las corridas del Ministerio de Agricultura de la provincia, donde se le fueron encima dos afectados por la catástrofe de Santa Fe, el empresario José Mustafhá y Guillermo Infrán. “¿Qué vas a hacer con los 114 muertos?”, le reprochó uno de ellos. “¡Sos un hijo de puta!”, retrucó Reutemann. “A mi madre la mató la inundación”, contestó Mustafhá. El cruce detonó una trifulca en la que dos amigos de Lole recibieron su parte: el senador Daniel Depetris, un palazo en la cara; el diputado Julio Gutiérrez, un par de coscorrones. Los escrachadores, presos por algunas horas. La policía rodeó el ministerio mientras corría la voz del incidente y otros inundados bloqueaban las cuatro salidas. Un simulacro por una puerta lateral le permitió a Lole burlar la encerrona.
Pero en el apurón, lo cruzaron tres mujeres. Una arrojó un casco de motociclista contra el automóvil del rescate. Otra avanzó a los gritos. La que estaba más cerca, descargó su bronca: “¡Rata! ¡Hay 114 muertos! ¡Vamos a pedir justicia hasta que la consigamos! ¡Adonde vayas te iremos a buscar!”.
Después de tantos meses de silencio, Reutemann retornó a la escena pública porque se cae el negocio de la cuota Hilton. Esta semana se puso a la cabeza del lobby empresario y llegó hasta el despacho presidencial, en la Casa Rosada. Ayer, se sumó a una reunión con dueños de frigoríficos, dirigentes del Sindicato de la Carne, funcionarios y legisladores nacionales y provinciales. El encuentro ya terminaba cuando Mustafhá e Infrán aparecieron con dos carteles convertidos en bandera de lucha: “Los inundadores”. Una foto de Reutemann, Jorge Obeid, Horacio Rosatti, Julio Gutiérrez, Juan Carlos Mercier, en el acto inaugural de la defensa oeste, en agosto de 1997. Una obra inconclusa. Una brecha abierta por la que el río Salado se tragó un tercio de la ciudad de Santa Fe el martes fatídico 29 de abril de 2003, con las consecuencias conocidas: 23 muertos reconocidos por el gobierno, más de 130.000 damnificados.
Reutemann quedó –por primera vez– frente a su propia imagen. El secretario de Agricultura, Luis Tanino, intentó echar a los manifestantes, pero no pudo, ni siquiera con el auxilio de la guardia privada que custodia el edificio. “¡Saquen a estos matones de acá!”, gritó Infrán. Incómodo por la tensión y el escrache personal, Lole salió del salón. Lo rodearon varios, pero Mustafhá se le fue encima, con más reproches. “¿Qué vas a hacer con los 114 muertos?”, le preguntó.
–Estoy a disposición de la Justicia –se defendió el senador.
–¿Con los jueces que vos pusiste? –retrucó Mustafhá.
Reutemann frenó su paso y encaró, cara a cara: “¡Sos un hijo de puta!”. Mustafhá contestó: “Mi madre se murió por la inundación”. El hombre quedó fuera de sí y avanzó sobre su blanco. Un remolino de manos evitó el cruce de golpes y terminó con el senador encerrado en una oficina. Llovieron los insultos, volaron los manotazos. Hasta que Infrán recibió un trompis en la espalda. Un golpe a traición. Enfurecido, el hombre se dio vuelta y encaró: “¿Por qué no me pegás de frente?”. Y corrió con el mango del cartel al senador provincial Daniel Depetris. Fueron dos o tres palazos. Depetris quedó estupefacto.
Mustafhá descargó su bronca con más insultos. El diputado nacional Pedro González y algunos de sus acompañantes intentaron rodearlo. No pudieron. Frente a Mustafhá (más de 100 kilos) y la amenaza de devolver golpe por golpe, González sólo atinó a contener.
El escándalo pareció concluir cuando los escrachadores salieron a la vereda. La Policía ya había llegado y un pelotón de oficiales se les fue encima. Los dos quedaron detenidos hasta media tarde.