EL PAíS › RELEVARON A UN JEFE DE SEGURIDAD PRESIDENCIAL
Militar de vuelta al cuartel
Es el teniente coronel Sartori, hasta ayer jefe de la Agrupación Seguridad e Inteligencia de la Casa Rosada. El desplazamiento es otro de los cambios que hay en la seguridad del Presidente.
El titular de la Agrupación Seguridad e Inteligencia de la Casa Rosada, teniente coronel Juan Sartori, fue relevado ayer de ese cargo. El desplazamiento del militar se encuadra en los cambios que el Gobierno decidió realizar en el sistema de protección de Néstor Kirchner tras el incidente en las turbinas del Tango 01 y el ingreso de un intruso a la quinta de Olivos. La idea sobre la que vienen trabajando los hombres de confianza del santacruceño es la creación de una fuerza operacional con escalafón propio que dependa directamente de Presidencia, tal como adelantó Página/12 el domingo pasado. Ese esquema pondría fin a las internas que se plantean entre las distintas fuerzas que hoy comparten la custodia del Presidente y que derivan en trabas burocráticas que conspiran contra esa tarea.
El de Sartori no es el primer relevo que se concreta entre los encargados de cuidar a Kirchner a raíz de los dos incidentes que pusieron en jaque su seguridad. Por el ingreso del intruso en Olivos el mismo santacruceño ya había ordenado del desplazamiento del jefe de la Seguridad de la Quinta Presidencial, teniente coronel Guillermo Abraguin; el oficial de servicio del cuerpo de Granaderos, teniente Enrique Iglesias, y el operador suboficial mayor del Ejército Antonio Urregola.
Sartori estaba a cargo de la Agrupación Seguridad e Inteligencia de la Casa Rosada. Se trata de un área que depende de la Casa Militar, cuyo jefe es Gustavo Giacosa y reporta en forma directa al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
Si bien hubo quienes consignaron que la salida de Sartori de la Casa Rosada obedece “a los pases (a nuevos destinos) que salieron en el marco del Ejército”, en Gobierno atribuyeron su desplazamiento a la “responsabilidad política” que le cupo en el caso del intruso que vulneró la seguridad en la residencia de Olivos. De hecho, el relevo del militar se concretó apenas un día después de que Parrilli recibiera en su despacho al jefe del Ejército, general Roberto Bendini, para analizar aspectos referidos a la seguridad presidencial.
Después del episodio del Tango 01 y del caso del intruso que logró ingresar a Olivos y deambular durante tres horas sin ser detenido, Parrilli empezó a tomar medidas para hacer más eficaz el sistema de seguridad del Presidente. En la actualidad esa tarea está en manos de dos grupos de custodia, integrados por miembros de la Policía Federal y por militares del Regimiento de Granaderos a Caballo. Es la Policía Bonaerense, a su vez, la que se ocupa de la protección perimetral de la quinta de Olivos. La superposición de fuerzas genera internas y, a su vez, una burocracia que dificulta las cosas.
Parrilli está diagramando una serie de modificaciones al sistema de protección presidencial que tiene previsto entregar a Kirchner dentro de un par de semanas. El plan es crear una fuerza específica que se encargue de la seguridad del primer mandatario. Los funcionarios que están trabajando en el diseño del nuevo esquema explican que “la seguridad presidencial debe tener una conducción unificada, personal específico y una lógica propia que no responda a las internas ni a los lobbies”.
La fuerza específica que los hombres del Gobierno tienen en mente contaría con un escalafón propio, es decir, una suerte de carrera de seguridad presidencial donde aquel que ingrese vaya ascendiendo dentro de dicho escalafón. Para el diseño de esa fuerza se están tomando como referencia escuadras que funcionan en otros país, como el Servicio Secreto norteamericano. Mientras tanto, en la Casa Rosada ha sido reforzada la seguridad en todas las entradas y salidas de edificio y también se observa mayor presencia de personal de custodia por los pasillos.