EL PAíS › EL GOBIERNO EVALUA PONER EN VENTA EL TANGO 01
Aquella promesa de De la Rúa
Luego de los últimos desperfectos, el Gobierno evalúa la posibilidad de vender el Tango 01. Podrían cambiarlo por uno más chico.
Fuentes del Gobierno confirmaron ayer que una de las alternativas que se evalúan con respecto al futuro del averiado Tango 01 es venderlo. “Aún no es una decisión tomada, pero el tema está planteado ante la necesidad de optimizar los desplazamientos presidenciales”, explicaron ayer en la Casa Rosada. Entre las posibilidades en estudio figura la de entregar el Tango en parte de pago por otra máquina más moderna y de mayor autonomía de vuelo. Por ahora, el avión presidencial continúa estacionado en la base aérea de El Palomar, esperando el ya demorado test que se le realizará en Israel, que ahora se calcula que será entre el 15 y el 20 de diciembre.
De un tiempo a esta parte, el presidente Néstor Kirchner protagonizó varios incidentes aéreos. El más grave de ellos sucedió el 19 de octubre pasado cuando se subió al Tango 01 para ir a un acto en Entre Ríos, pero a los pocos minutos debió aterrizar de emergencia porque se descompuso una turbina. Luego, un informe de la empresa Rolls-Royce determinó que ninguna de las dos turbinas estaba en condiciones de ser utilizada.
El inconveniente llevó a que en Presidencia comenzaran a evaluar la posibilidad de clausurar la era del Tango 01. El avión es un Boeing 757 que Carlos Menem sumó a la flota presidencial en 1992 a un costo de 66 millones de dólares, con detalles de lujo y de confort que provocaron rechazos en la opinión pública. El Tango cuenta en la parte delantera con 14 butacas similares a las de un business, más otras 20 en la parte trasera destinadas a la comitiva. Entre una y otra se encuentra el sector presidencial, que incluye un cuarto con cama matrimonial y un baño con sillón de peluquero.
Entre tantas comodidades, el avión cuenta con la incomodidad de una autonomía de vuelo de 5500 kilómetros, que ha quedado desactualizada para lo que son los viajes de hoy en día. Cada vez que el Presidente vuela a Europa, Estados Unidos o incluso México, el Tango debe hacer escalas para cargar combustible. Ni hablar de la extenuante travesía que resultó el viaje a China. Otro inconveniente es lo tortuoso de los periódicos tests técnicos que deben realizársele en talleres del exterior, dado que aquí no se cuenta con la tecnología adecuada.
Ayer, el diario de negocios Infobae publicó en su tapa que el Gobierno había puesto en venta el avión. Cerca de Kirchner descartaron que la decisión ya esté tomada, pero admitieron que es una de las posibilidades en estudio. Si se lo vende, podría adquirirse uno nuevo por leasing o bien destinar ese dinero en alquilar las naves que de ahí en más utilice el Presidente. Otra alternativa es cederlo en parte de pago por un avión más moderno, pequeño y autónomo.
En ese sentido, resultaron curiosas las distintas alternativas que barajaron ayer en público los especialistas, destacando con soltura las condiciones de tal o cual marca. Así hubo quienes recomendaron los compactos Gulfstream, que serían los preferidos de los grandes hombres de negocios. No fue la opinión del secretario de la Asociación de Personal Aeronáutico, Juan Papalardo. “Existen máquinas más adecuadas para las necesidades de nuestro Presidente y su comitiva, más baratas en lo que es mantenimiento. Boeing tiene en oferta desde hace tiempo uno de alta tecnología, de menores dimensiones, con otro tipo de motorización. Un jet de alcance internacional”, promocionó.