EL PAíS
Duhalde prevé una etapa de convulsiones en el PJ
Dijo que en el peronismo bonaerense, con el tiempo, “se irán acomodando los melones”. No criticó a Solá, que abrió la polémica con el duhaldismo.
Por Martín Piqué
Si tuviera traducción al inglés, la frase bien podría haber estado en boca de Tony Soprano: “Espero que, poco a poco, se vayan acomodando los melones”. Pero la expresión –casi un aforismo del habla callejera– no partió del protagonista de la serie norteamericana sino de uno de sus fans argentinos, tal vez el más famoso: Eduardo Duhalde. El bonaerense recurrió a la sabiduría popular para describir la interna entre duhaldistas y felipistas. Lo más importante, sin embargo, fue que confirmó su retiro de la política. “Al desaparecer yo de la vida política, naturalmente se va a abrir una etapa de discusiones y convulsiones y dirigentes que buscan ir conformando liderazgo”, pronosticó. El augurio pareció confirmar lo que habían aventurado cerca del gobernador Felipe Solá: que en el peronismo bonaerense comenzó una etapa post-Duhalde. Por ahora, para volver a la frase inicial, los melones están desordenados y divididos.
La semana pasada fueron dos actos casi paralelos: uno en La Matanza, con el Presidente rodeado por el gobernador Felipe Solá y el intendente Alberto Balestrini, y el otro en San Vicente, que mostró a Eduardo Duhalde acompañado por la flor y nata del ultraduhaldismo. La situación se repetirá la semana próxima. El consejo del PJ bonaerense, dominado por los más intransigentes seguidores de Eduardo Duhalde, se reunirá por primera vez el lunes 13. Un día después, el martes 14, Solá lanzará su corriente provincial con un acto en Costa Salguero. La saga de gestos desafiantes continuará el viernes 17 de diciembre, con Chiche Duhalde encabezando otro acto que promete ser masivo: están invitadas todas las mujeres que tienen cargos en la provincia de Buenos Aires, desde consejeras escolares hasta legisladoras y funcionarias.
Ayer, Duhalde intentó minimizar el enfrentamiento de los dos sectores. Lo hizo contradiciendo a su propia esposa, quien había estado muy dura con Solá. “En la provincia siempre hemos tenido una característica: nunca nos hemos peleado por esas cosas. Cuando hay elecciones, en mi provincia se pueden presentar todos los candidatos que quieran y cada uno apoyará al que quiera. Tengo la mejor de las opiniones de los dirigentes de la provincia, incluido Solá”, aseguró. Acostumbrado a su rol de mediador, a optar por una posición equidistante aunque tenga preferencias, el ex presidente quiere evitar una ruptura en el PJ bonaerense. No es una preocupación aislada. En la provincia hay varios dirigentes que piensan que el surgimiento del felipismo podría terminar en un éxodo, como cuando Antonio Cafiero dejó el partido en manos de Herminio Iglesias y se retiró a construir la renovación.
Las exhortaciones a la calma, sin embargo, no conmueven a todos. En el duhaldismo –en especial entre los dirigentes que asumieron en el consejo del PJ secundando a José María Díaz Bancalari– todavía subsiste la bronca por las últimas declaraciones de Solá: “Me indigna la prepotencia. Son abusos”, lanzó el último domingo en un reportaje con Página/12, que desató la polémica. “No le contestamos porque ninguno quiso salir con la cabeza caliente. El partido se va a reunir formalmente el lunes. Ahí veremos qué hacemos”, aseguró a Página/12 uno de los miembros de la nueva conducción del PJ bonaerense. Algunos duhaldistas amenazan con que en ese encuentro se podría lanzar una estocada contra el gobernador. Así le contestarían las críticas en forma “institucional”.
Los felipistas prefieren no profundizar la pelea. Saben que el debate durará mucho. “Los que quieren discutir son los que no cuestionan. Si durante tanto tiempo no hablaron de temas de gestión, como la transparencia, la reforma política y los foros de seguridad, por qué van a salir ahora a opinar sobre las declaraciones del gobernador”, cuestionaban.