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Los padres de José Luis Cabezas estuvieron ayer en la Casa Rosada y fueron recibidos, en nombre del presidente Néstor Kirchner, por el ministro del Interior, Aníbal Fernández. Norma y José Cabezas ratificaron su indignación porque ayer mismo, tras pagar una fianza de 20 mil pesos, quedó en libertad José Luis Auge, uno de los integrantes de la banda de Los Hornos que participó del asesinato del fotógrafo. “El Presidente está muy enojado –les dijo Fernández a los padres de Cabezas–. Les damos toda nuestra solidaridad.”
En Dolores, desde donde Auge recuperó la libertad, su abogado, Juan Cerolini, adelantó que en breve pedirán también la libertad condicional de los otros dos horneros, Horacio Braga y Gustavo González, quienes posiblemente tengan que esperar hasta abril o mayo. Según la Cámara de Casación, Auge no participó activamente del homicidio porque estaba borracho y casi dormido por el efecto de las drogas, por lo cual no se bajó del auto cuando a Cabezas le pegaron los dos tiros en la nuca.
El abogado de la familia Cabezas, Alejandro Vecchi, consideró a la salida de la Rosada que la resolución de liberar a Auge es “una aberración jurídica”. Vecchi sostiene que en el caso Cabezas no hubo demora de la Justicia, que existió un fallo de tribunal oral y, por lo tanto, no debería corresponder la aplicación del dos por uno. Ya en abril pasado, Kirchner había manifestado su disgusto por la posible libertad de Auge, aunque lo cierto es que el Poder Ejecutivo puede hacer poco y nada ante un fallo judicial. Sólo la Corte Suprema bonaerense podría alterar las cosas. Está pendiente una apelación y si revocan la reducción de penas, Auge debería volver a la cárcel. Norma y José Cabezas, acompañados por las Madres del Dolor, encabezarán una marcha a la Plaza Congreso, el próximo viernes a las 18, como forma de repudiar la decisión.