EL PAíS
Menos mal que Zulemita y Gostanian tienen fortuna
No pusieron efectivo, sólo títulos de propiedad: el círculo más cercano a Carlos Menem se presentó ante el juzgado de Oyarbide para completar la caución de 3 millones de pesos y posibilitar así el retorno del ex presidente. El riojano grabó un mensaje que se difundió en su provincia.
Por Irina Hauser
Un grupo de familiares y amigos de Carlos Menem encabezado por Zulemita ofreció una lista de inmuebles para cubrir la fianza de 3 millones de pesos que el riojano debe cumplir si quiere volver al país sin riesgo de quedar detenido. Entre las almas caritativas también figuran Eduardo Menem y Armando Gostanian. El juez Norberto Oyarbide tiene que resolver si acepta el ofrecimiento ya que, en realidad, la caución que fijó en un principio exige dinero o bienes del propio ex presidente. Sus abogados, por si acaso, también apelaron el monto por considerarlo “excesivo”. En audio grabado en Chile y difundido por sus seguidores aseguró: “El miércoles a las 20 estaré pisando suelo argentino”.
Oyarbide abrió las puertas para el regreso de Menem al concederle anteayer la eximición de prisión en una causa por ocultar una cuenta en Suiza. Pero para levantar el pedido de captura en su contra le impuso como condición una caución real. “Si quiere pasar la Navidad en La Rioja, previo tiene que pagar la fianza”, advirtió el juez al salir de su casa.
En cuanto se apoltronó en su despacho de Tribunales, Oyarbide recibió dos planteos de Pedro Baldi, miembro del equipo de abogados del ex mandatario. Uno pedía autorización para presentar propiedades de terceros y fiadores personales en lugar de dinero o bienes del propio Menem. Otro reclamaba por apelación una reducción de los 3 millones. “El Código de Procedimientos impide una cifra tan alta, imposible de cumplir. Además tiene dos millones embargados”, dijo Oscar Salvi, otro de los letrados. Mientras el patrimonio de Menem está bajo la lupa, sus defensores harán todo lo posible por evitar revelarlo.
Para ganar tiempo, Zulemita entregó ayer títulos de propiedad suyos a los que se sumaron otros del hermano Eduardo, de Gostanian y un puñado de integrantes del mismo círculo íntimo. Pero Oyarbide, por la tarde, todavía no había decidido si los aceptaba o no. También, como alternativa, analizaba derivar la definición a la Sala II de la Cámara Federal, que deberá pronunciarse sobre cuestiones conexas: si revoca –como pidió el fiscal Carlos Stornelli– la eximición de prisión y si mantiene el monto de la fianza. “Mientras todo esto siga indefinido, lo que está vigente es la caución real, que no admite fiadores. Si Menem volviera ahora, sin pagar, quedaría detenido”, explicaron allegados al juzgado de Oyarbide. Y anticiparon que para el lunes tendrán resueltos los pasos a seguir.
Pese a la incertidumbre judicial, Menem se mostró resuelto. Emulando a Juan Domingo Perón en su regreso del exilio, grabó un mensaje con el anuncio de su retorno que fue difundido por una FM riojana. Como había anticipado su sobrino Adrián Menem, dijo que llegará el día 22 a su provincia. “Yo no llevo la palabra de guerra. No llevo la palabra de peleas. Llevo la palabra del amor, de la paz, de la concordia”, pregonó. Igual acotó: “Si nos obligan, lucharemos”. Y agregó una advertencia: “Los desleales agonizan día a día hasta que les llega la muerte. Lo deben saber muy bien para que no sigan cometiendo errores”.
Durante todo este año, Menem se negó una y otra vez a presentarse a las indagatorias a las que fue citado en varias causas penales. Autoexiliado en Chile, terminó declarado en rebeldía por Oyarbide y también por el juez Jorge Urso, que lo investiga por sobreprecios en la construcción de dos cárceles federales. A Urso, la Sala I de la Cámara Federal le indicó que deje sin efecto la orden de captura. Oyarbide entiende que ahora Menem tiene voluntad de dar explicaciones. Más allá de los festejos que anuncian sus fieles, cuando llegue a la Argentina –esposado o no– tendrá que declarar como sospechoso en esos y otros expedientes.