EL PAíS
“Acatamos, pero apelamos”
Por Karina Micheletto
Desde Mendoza, donde está inaugurando la muestra Argentina pinta bien, también organizada por el Centro Cultural Recoleta junto al Museo de Arte Moderno de esa provincia, Gustavo López aseguró sentirse “muy dolido como hombre de la cultura” con el fallo que ordena la suspensión provisoria de la muestra de León Ferrari, y adelantó que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires apelará la medida a través de la Procuración General.
–¿Imaginaba una medida judicial de este tipo?
–No, como tampoco imaginé que se iba a armar el escándalo que se armó alrededor de una muestra de arte. Sabíamos que la Asociación Cristo Sacerdote había pedido una medida judicial para levantar parte de la muestra, y que el miércoles pasado la jueza (Elena Liberatori) hizo un reconocimiento judicial en el Recoleta. Pero nunca pudimos ver el expediente, porque este tipo de medidas se hacen sin que las partes puedan verlo. Hoy nos enteramos de este fallo por cables de noticias.
–¿Cuál es la postura de la Secretaría de Cultura?
–Nosotros cumplimos con nuestra obligación, que es la que establece la Constitución de la Ciudad, la Constitución de la Nación y el Pacto de San José de Costa Rica: no ejercer censura previa. Yo nunca censuraría una muestra, ni de Ferrari ni de nadie. De hecho, ni la directora del Recoleta ni el del San Martín ni el del Colón tienen por qué preguntarme qué programan y qué no. La curación es artística, no es política. Nuestra postura sigue siendo la misma que asumimos cuando empezaron a surgir los inconvenientes alrededor de esta muestra. Lo dijimos muy claro y lo volvemos a decir: acá no hay lugar para la censura previa. Estamos frente a un gran artista que muestra su obra. Ni más, ni menos. No compartimos el fallo de la jueza, lo vamos a acatar porque corresponde en una democracia y en un sistema republicano, pero también lo vamos a apelar.
–¿Cree que este fallo se relaciona con una avanzada de la Iglesia que también involucra temas como el aborto o las leyes de salud reproductiva?
–No me corresponde a mí hacer ese análisis. Sí debo decir que, desde el punto de vista político, nos duele que sea un funcionario judicial el que determine qué se puede ver y qué no. Este fallo me recuerda al que unos años atrás censuró el programa de Tato Bores. Cuando la Justicia es la que opina acerca de la libertad dentro de la cultura, lo que se termina lesionando es la propia cultura.
–El fundamento del fallo sostiene que “se han lesionado sentimientos religiosos de la enorme mayoría de los habitantes de esta ciudad”.
–Es una opinión de la jueza. Para nosotros ésta sólo es una obra de arte. Y así como yo me tengo que hacer responsable de la promoción de la cultura en la ciudad, la jueza tendrá que hacerse cargo de las opiniones que vierte.