[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Las máximas autoridades del Congreso sienten la satisfacción de la labor cumplida. Tanto en la Cámara alta como en la baja, casi todos los proyectos impulsados por el oficialismo tuvieron tratamiento o se convirtieron en ley. Sin embargo, varias otras iniciativas quedaron en la columna del debe. Y algunas directamente perdieron estado parlamentario, tal es el caso del proyecto que establecía la libre elección de la jubilación que, por tercera vez, tendrá que volver a recorrer el derrotero parlamentario. En el Palacio Legislativo dieron por cerrado el año, aunque queda la duda sobre una posible sesión el martes 21 en el Senado. Al parecer, los deberes fueron hechos, incluso a pesar de la extensa interrupción generada el miércoles por la inédita toma de los recintos por parte de los trabajadores que reclamaban aumento de salario.
Tan tranquila se mostró una alta fuente del bloque justicialista que sugirió que posiblemente no haya sesiones extraordinarias en verano, salvo que el Ejecutivo envíe algún asunto específico. Ese asunto podría ser nada menos que la renegociación de los contratos con las empresas privatizadas y la que establecerá el marco regulatorio que reglamentará de allí en más su vínculo con el Estado.
Uno de los proyectos que quedaron en el tintero para el año próximo es el que impulsó sin éxito el ministro de Salud Ginés González García, que ni siquiera con su presencia en el Congreso, en más de una oportunidad, pudo obtener la denominada ley del donante presunto. El trazo grueso de la iniciativa establecería que todas las personas son potenciales donantes de órganos salvo que expresen su voluntad en contrario. La fuente consultada precisó que los justicialistas contarían con los votos necesarios para darle, al menos, media sanción de Diputados. Sin embargo, el tema deberá esperar hasta el próximo período.
El otro asunto pendiente es el proyecto de “desfederalización” del delito de tenencia de estupefacientes, que trasladaría la competencia a las jurisdicciones judiciales ordinarias provinciales. Aunque esta iniciativa es impulsada con fuerza por el justicialismo bonaerense, surgen dudas no sólo en las bancadas opositoras sino también en el propio bloque PJ, tal como confesó la fuente. Cuando sea tratada, seguramente recibirá modificaciones que la harán volver al Senado.
Hay varios proyectos de diferentes autores que apuntan a bajar la edad de imputabilidad penal de los menores, incluso hasta los 14 años. Ninguno de ellos llegó siquiera a estar en los planes de labor parlamentaria. Otra iniciativa nacida también al calor del fenómeno Blumberg es la creación de los juicios por jurados, que aunque ya tiene media sanción del Senado, no parece excitar demasiado a los legisladores.
La Cámara baja tuvo la intención de tratar la ley que reglamenta la facultad del Ejecutivo de dictar decretos de necesidad y urgencia, una deuda legislativa de la reforma constitucional de 1994. Tampoco sedujo mucho a los diputados la propuesta del justicialista Juan Manuel Urtubey, según la cual si el Parlamento no explicita su oposición a un determinado decreto, éste queda convalidado por tal silencio.
En el Senado estaban orgullosos de haber logrado cumplir con los dos planes de labor previstos. “El balance es positivo porque aprobamos todo lo que necesitaba el Ejecutivo y las propias iniciativas del Senado”, comentó a este diario una fuente parlamentaria. Detalló que sólo quedaron afuera el pliego para juez del ex jefe de la Oficina Anticorrupción Daniel Morín, el marco regulatorio del gas licuado de petróleo y el protocolo facultativo sobre la cuestión de género.
Sin embargo, fue en la Cámara alta donde perdió estado parlamentario el proyecto impulsado por la diputada María América González, que permitiría a los afiliados de las AFJP regresar al sistema de reparto y que había sido aprobado por los justicialistas en forma unánime en Diputados. El senador socialista Rubén Giustiniani propuso que fuera tratado sobre tablas, para evitar que se cayera en forma definitiva.
El proyecto está en la Cámara de Senadores desde agosto de 2002 y hace pocos días había obtenido dictamen de mayoría sin disidencias en la Comisión de Previsión y Trabajo. Pero cuando el presidente del cuerpo, Daniel Scioli, lo sometió a votación, no obtuvo los dos tercios necesarios para ser incluido en el temario. En el recinto, el presidente del bloque del PJ, Miguel Angel Pichetto, había argumentado que era “un tema muy complejo e importante” pero que el oficialismo no estaba en condiciones de tratarlo.