EL PAíS › EL EX VICEPRESIDENTE SERA VEEDOR EN LAS ELECCIONES EN PALESTINA
Chacho Alvarez, en misión oficial
No aceptó la Embajada en México y no pudo presidir la Cepal. En la tercera oferta que le hace el Gobierno, Chacho irá a Palestina.
Por José Natanson
Le ofrecieron la Embajada en México y dijo que no. Después lo tentaron con la jefatura de la Cepal: le gustaba más, pero al final la ONU terminó designando a José Luis Machinea. Finalmente, Carlos “Chacho” Alvarez aceptó una misión oficial, aunque limitada en tiempo y funciones: será enviado como veedor argentino a las cruciales elecciones palestinas del 9 de enero.
Alejado de la política partidaria, Chacho mantiene de todos modos una relación amable con algunos encumbrados funcionarios oficiales, entre ellos el canciller Rafael Bielsa, que durante el reinado de la Alianza trabajó como titular de la Sigen. En cuanto a Néstor Kirchner, hablan muy de vez en cuando, pero el Presidente lo respeta, aceptó la idea de Bielsa de ofrecerle una embajada y luego impulsó su designación en la Cepal, a tal punto que hizo una gestión concreta en una reunión en Nueva York con Kofi Annan. Aconsejado por Enrique Iglesias, el poderoso presidente del BID, el titular de la ONU designó a Machinea.
Finalmente, después de dos intentos frustrados, Alvarez aceptó el ofrecimiento del Gobierno para viajar a Palestina. Consultado por Página/12, el ex vice confirmó el dato, pero se negó a formular declaraciones o especular sobre las consecuencias políticas de los comicios: según dijo, le pidieron silencio para no entorpecer la gestión.
Cauto, Alvarez sólo dijo que está estudiando el tema y que la oferta se produjo luego de una gestión de la ONU, que solicitó a un grupo de países que seleccionaran una personalidad política importante para integrar el equipo que se encargará de monitorear la transparencia de los comicios. Viajará junto a un pequeño equipo de funcionarios de la Cancillería.
No es la primera vez que el Gobierno envía veedores. En las elecciones de Venezuela, en las que Hugo Chávez revalidó su mandato, Eduardo Duhalde y Raúl Alfonsín encabezaron la delegación. La diferencia es que en aquella ocasión la Argentina había desarrollado, junto a Brasil, un rol importante en las negociaciones que concluyeron en el plebiscito: los dos países protagonizaron el monitoreo de las elecciones.
Esta vez, los observadores argentinos liderados por Chacho formarán un operativo multinacional que excede largamente a la Argentina. Organizado por la ONU, el equipo de seguimiento estará integrado por expertos en la fiscalización de elecciones y un grupo de personalidades de relevancia internacional. Se especula, incluso, con que uno de los observadores norteamericanos sería el mismísimo Bill Clinton.
Tanta atención tiene su lógica. Las elecciones palestinas del 9 de enero, un paso clave para el proceso de paz en Oriente Medio, se perfilan como bastante complicadas. El actual titular de la OLP y jefe político del oficialista Movimiento Al Fatah, Mahmud Abbas, sobrevivió a un intento de asesinato en Gaza. Las dos organizaciones fundamentalistas más importantes de la oposición, Jihad Islámica y Hamas, anunciaron que no participarán de los comicios, aunque algunos de sus hombres se presentaron para las elecciones municipales que comenzaron el jueves, en medio de enfrentamientos entre los diferentes grupos de milicianos, cuerpos de seguridad y guerrilleros. La situación es tensa y parece difícil que se concrete la transición en calma que pretenden los líderes de la Autoridad Palestina.
Este es el panorama que encontrará Alvarez cuando llegue a Palestina. Mientras, el ex vice se encuentra bastante activo con el Cepes, el centro de estudios que formó con el objetivo de articular la política y la gestión pública con el pensamiento de los intelectuales y los académicos. Diez días atrás organizó un seminario sobre seguridad, del que participaron desde el CELS hasta la fundación de Juan Carlos Blumberg. Poco después reunió a las fundaciones de Aníbal Ibarra, Hermes Binner y Martín Sabbatella, que decidieron unir fuerzas y lanzar, a partir de marzo, un Instituto de Estudios de Gestión Pública. Mientras, Chacho sigue estudiando el proceso de paz de Medio Oriente y se prepara para el viaje.