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Por Eduardo Tagliaferro
Desde Porto Alegre

Si en su anterior visita al Foro Social en el 2003 su paso por Porto Alegre había marcado el pulso del encuentro que anualmente se reúne para reclamar otra mundialización, en esta ocasión, su figura fue casi la excluyente dentro de los representantes políticos. Una multitud estuvo pendiente de sus dichos y de los lugares en los que se presentó. Por la mañana fue la visita a una hacienda de los Sin Tierra –ver aparte–, por la tarde una caótica rueda de prensa devenida acto político, por la noche un cierre a toda orquesta en el estadio Gigantinho del Internacional de Porto Alegre. Quince mil personas dentro del microestadio y unos dos mil pugnando por ingresar dejan en claro cómo impactó el paso del presidente venezolano por el evento. “El 3 de febrero, a mi vuelta de Buenos Aires, estaré esperando a Alvaro Uribe (el presidente colombiano) en Caracas. De esa conversación dependerá la solución a la controversia con Colombia y espero que podamos dar vuelta la página”, anunció.
Chávez puntualizó que el líder cubano Fidel Castro le había pedido que no comentara el tema, pero como ya se había filtrado en la prensa de Colombia ahora estaba liberado. Señaló que fue Uribe el que lo llamó a Fidel para que éste oficiara de intermediario con Chávez. Los teléfonos sonaron en uno y en otro sentido y de esas conversaciones surgió primero un comunicado de la diplomacia colombiana, en la que en buen romance, se leen las disculpas del caso. El incidente había comenzado cuando fuerzas armadas de Colombia secuestraron en pleno centro de Caracas al virtual canciller de las FARC, la histórica guerrilla colombiana. “Los venezolanos que fueron chanteajados para que se pudiera realizar esta maniobra ya están detenidos. Ya sabemos todo lo que pasó”, dijo. Para Chávez los pasos que dieron los países latinoamericanos para desmontar un incidente que amenazaba con terminar en un serio conflicto mostró la debilidad de los EE.UU. “Esto fue una provocación cuya factura tenía la marca de Washington”, señaló. Dejó en claro que se trataba del primer paso de una escalada que pretendía la intervención militar de los Estados Unidos en América latina.
“Ahí Lula me mandó a Marco Aurelio García. Los países de la comunidad andina emitieron un comunicado en el que le dijeron a los Estados Unidos que no se meta. No voy a dar nombres, pero incluso hubo algunos presidentes que llamaron a Washington para pedirle que no interviniera en un tema que sólo competía a Colombia y a Venezuela”.
Fue la principal noticia que dejó una rueda de prensa dominada por las preguntas militantes de jóvenes estudiantes de periodismo y algunos pocos medios alternativos que fueron elegidos para formularlas. Al igual que en el 2003 la conferencia de prensa fue una más de las actividades de Chávez. Como las otras, también fue caótica y tumultuosa. También pone en cuestión uno de los temas que suelen dominar la agenda de encuentros como el del Foro Social Mundial. El papel de los medios y la apuesta a lo alternativo. Discusión en la que la más de las veces predomina el enamoramiento por las formas de comunicación dejando de lado su contenido. “La derecha sabe qué hacer con los medios y por eso les da la importancia que les da”, dijo resignado un fatigado periodista que infructuosamente había intentado durante toda la conferencia tener una noticia o material de peso para su medio. Formas, contenidos, profesionalismo, papel de los medios son algunos de los temas que los organizadores tendrán que poner sobre la mesa de discusión en los próximos foros.
La expectativa que produjo el paso de Chávez por Porto Alegre no es menor. Se está debatiendo el futuro del FSM y el venezolano vino a poner el acento en la necesidad de pasar a otro momento de estos eventos. En el 2006 el Foro no tendrá una versión centralizada. Habrá uno por cada continente. Los movimientos sociales de América latina eligieron Caracas como la sede continental de ese encuentro. Como en un cabildo abierto, por la noche, Chávez aceptó el convite y prometió recibir de la mejor manera a sus participantes. En otros momentos de la jornada había caracterizado al Foro como el más formidable evento que se realiza en el mundo.
Algunas de las definiciones que primero en la rueda de prensa y más tarde en el microestadio entregó Chávez son las siguientes:

- “No se va a trascender al capitalismo dentro del mismo sistema. Será a través del socialismo que se trascenderá al capitalismo”.

- “Yo digo que el presidente constitucional de Haití es Jean Bertrand Aristide. A él lo secuestraron igual que me hicieron a mí. En Venezuela se detuvo a tiempo. Pasa que Aristide no tenía soldados, el imperio le disolvió el ejército y bastó con un grupo de paramilitares para sacarlo. Ahora el mundo está callado”.

- “Propuse que la ONU no puede estar en Haití. Un grupo de presidentes que no tienen nada que ver con Haití no puede aparecer involucrados en esto. Tal vez la solución sea recurrir a la figura de la Asamblea Constituyente. Eso es democracia”.

- “Los medios norteamericanos publicaron fotos mías con Saddam Hussein y con Muhamad Khadafi, pero nunca con el Papa, ni con Bill Clinton. Con Clinton se podía hablar. Pero este hombre (por Bush) y Condolencia, (por Condoleezza Rice) sólo hablan con bombas”.

- “No puede haber libertades limitadas. Sólo la ley libera. Por eso nuestro impulso a la Ley de Responsabilidad Social de los Medios”.

- “Tevesur ya está creada. Es una empresa con acciones comunitarias. Ahora voy a Buenos Aires y veremos si Canal 7 se suma a esta iniciativa”.

Más allá de las buenas intenciones con los medios, lo cierto es que tanto en el caso de la libertad de prensa como en el de la excelencia de los contenidos hay mucho por debatir.