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El brigadier Carlos Rohde se despidió como jefe de la Fuerza Aérea con fuertes críticas a la purga militar. Durante el acto de cambio de autoridades de la aeronáutica, frente a un público integrado por autoridades civiles y militares, entre quienes estaba el ministro de Defensa, José Pampuro, Rohde dijo sentir “profundo dolor” por los pases a retiro de camaradas que, consideró, están “fuera de la cadena de responsabilidades” en el tráfico de drogas a España. El argumento fue retomado durante la misma ceremonia por su reemplazante, el brigadier Eduardo Schiaffino, quien resaltó que “muchos” de los jefes pasados a retiro “son héroes reconocidos de la gesta de Malvinas”. Un último gesto de reproche estuvo a cargo de la esposa del jefe saliente, quien le entregó al ministro de Defensa una carta y se quejó de que “se ponga en tela de juicio” si su marido “pertenece a una banda”.
El acto de recambio fue realizado en el Edificio Cóndor. Como es tradicional, participaron de él autoridades militares y civiles. Asistieron el viceministro de Defensa, Jaime Garreta; los titulares del Ejército, general Roberto Bendini, y de la Armada, almirante Jorge Godoy, el titular de la Gendarmería Nacional, comandante Pedro Pasteriz, y de la Policía Federal, comisario Néstor Vallecas. Estaban presentes, por otra parte, los brigadieres que pasaron a retiro, agregados militares extranjeros y legisladores.
Rohde fue el primero en hablar. Aseguró que la Fuerza Aérea “no tiene nada que ver” con el tráfico de cocaína y, a poco de empezar, se mostró emocionado al punto de quebrársele la voz. “Siento un profundo dolor por ver en situación de retiro a oficiales de brillante trayectoria, cuando las funciones que les eran propias en el cargo se encontraban fuera de la cadena de responsabilidades en los hechos en cuestión”, sostuvo.
Minutos después de su discurso, su esposa entregó en mano a Pampuro una carta escrita por una de las hijas del matrimonio, Carina Rohde, en la que sostiene que el desplazamiento del militar “no es justo”.
El texto está dirigido a la opinión pública, con reproches sobre el uso “abusivo” de la libertad de prensa. “No voy a permitir de ninguna manera que el nombre de mi padre se manche gratuitamente”, señala. En otros párrafos, la hija de Rohde le habla directamente a su padre para cuestionar al Gobierno: “Nos enseñaste que el poder corrompe al hombre, y sin embargo a vos el poder no te pudo doblegar. Evidentemente, el honor y la hombría de bien no encuentran su lugar en el poder”.
La carta había sido publicada en vísperas del acto por el diario Clarín, en su correo de lectores. Tras recibirla en mano, Pampuro justificó los pases a retiro y señaló que Rohde deberá explicar por qué no informó sobre la denuncia judicial abierta por el tráfico de drogas a España. “El Presidente actuó en su doble condición de jefe político y comandante en jefe del Ejército. Al no ser informado sobre la situación que se estaba planteando en el aeropuerto de Ezeiza, ordenó el retiro de los que en ese momento ocultaron información”, sostuvo.
Kirchner decidió relevar a Rohde el 17 de febrero pasado, porque la Fuerza Aérea no le habría informado al Gobierno sobre la existencia del contrabando de 60 kilogramos de cocaína hacia España, un hecho que se produjo en septiembre pero que tuvo trascendencia pública seis meses después.
Pampuro aseguró ayer que está confirmado en su cargo el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el brigadier Jorge Chevallier. “La reestructuración implica un cambio de casi toda la conducción de la fuerza. Se ha hecho en un marco que, a nadie escapa, es de crisis. Esperamos que con esta nueva conducción podamos seguir trabajando como lo veníamos haciendo”, agregó.
La purga implicará la salida de por lo menos 12 brigadieres, ya que además del relevo de Rohde y otros nueve pares, hay dos compañeros de promoción del nuevo jefe de la Fuerza Aérea que no aceptaron quedarse. El brigadier Eduardo Augusto Schiaffino, desde ayer titular de la aeronáutica, reconoció a Rohde al asumir su puesto. Schia-
ffino rescató sus “39 años de servicio en la Fuerza Aérea”, al tiempo que defendió a los brigadieres pasados a retiro, “muchos de ellos héroes reconocidos de la gesta de Malvinas”.
Schiaffino, de 53 años, tuvo él mismo participación en la guerra. En su foja de servicios figura una condecoración del Congreso nacional por su actuación en el conflicto bélico. El militar había recibido el grado de brigadier el 31 de diciembre pasado, durante una ceremonia que encabezó el presidente Néstor Kirchner en el Salón Blanco de Casa de Gobierno, en su carácter de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.