EL PAíS › DETRAS DE LAS VALIJAS
EL REPASO DE LA CAUSA REVELA EL LENTO AVANCE DE LA INVESTIGACION HASTA FEBRERO

Si el caso es secreto, tiempo es lo que sobra

La primera declaración importante fue a los dos meses. Durante semanas, nadie se ocupó de los videos que terminaron borrados. A Beltrame lo empezaron a buscar en enero. Y nunca allanaron las casas de los imputados. Página/12 revela aquí los datos y las fechas de la ¿desidia?

 Por Adriana Meyer

Parecía un caso más, hasta que a mediados de febrero estalló el escándalo. La investigación preliminar del caso de las valijas se caracterizó por la lentitud de todas las partes. Durante las primeras semanas nadie se preocupó demasiado por conseguir los videos que podrían haber mostrado cómo apareció el equipaje con cocaína en Ezeiza. La primera declaración de importancia ocurrió más de dos meses después de iniciada la causa. Diez testigos terminaron como acusados. Nunca fueron allanados los domicilios de los imputados por contrabando de estupefacientes. En diciembre, la SIDE ya metía las narices. El pedido de extradición de la pareja española vinculada a la causa fue hecho mucho antes de que el juez anunciara que “iba a hacerlo”. La causa en España está siendo investigada por un juzgado de instrucción, aunque los casos por droga suelen ser competencia de la Audiencia Nacional. Allí estarían incautados los 60 kilos de cocaína que muy pocos vieron. Otra perlita: Walter “Wally” Beltrame no estuvo prófugo desde el principio, como se creía.
En síntesis, las 800 fojas contenidas en cuatro cuerpos “son más papel que otra cosa, notificaciones y declaraciones extensas pero insustanciales”, describió un abogado consultado por este diario. Queda claro que el narcoescándalo se volvió más interesante cuando saltó de los tribunales a las páginas de los diarios. ¿O llegó a los medios cuando Wally Beltrame pasó a la clandestinidad? Página/12 pudo reconstruir la secuencia del caso a través del relato de una fuente extrajudicial, que conoció el expediente antes de que fuera reimplantado el secreto de sumario.
El inicio
La causa 13.029 nació el 5 de octubre de 2004, cuando el gerente general de SW, Christian Maggio, se presentó junto a su abogado, Eamon Mullen, en la Fiscalía Federal 9, cuyo actual titular es Guillermo Marijuán, pero hasta el año pasado fue ocupada por Mullen y su actual socio, José Barbaccia. Maggio pidió declarar con reserva de identidad, pero esto fue violado. La primera versión de los hechos relatada por este directivo de SW indica que el 22 o 23 de septiembre de 2004 tomó conocimiento de que el 17 de ese mes, cuatro valijas no fueron retiradas de la cinta en el aeropuerto de Barajas, y quedaron bajo la custodia de la Aduana o la Guardia Civil. Estuvieron tres o cuatro días en el depósito aduanero hasta que se dio aviso a la sucursal española de SW. Cuando Flavio Cañoto, jefe de base de SW en Barajas, llegó al lugar, el equipaje ya había sido abierto y le informaron que en su interior encontraron 60 kilos de cocaína. Cañoto le comunicó esto al gerente en Madrid, Marcelo Vernino.
La investigación interna que realizó la empresa determinó que los cuatro bultos fueron despachados por Walter Beltrame, encargado de pasajeros en Ezeiza e hijo del ex jefe de ese aeropuerto, comodoro Alberto Beltrame. Esa decisión fue comunicada al supervisor de turno, Claudio Baudino. Dos días antes de la llegada de las valijas, Beltrame estaba en España y desde allí insistió en que fueran aceptadas en el vuelo del 16, a pesar de que viajaban sin pasajero. El supuesto motivo del viaje de Beltrame era contactar inversores para la empresa, que necesitaba dinero de manera urgente, tal como surge de la investigación. Y las valijas, según adujo Beltrame en su descargo, llevaban “mantas y vajilla” de esos presuntos inversores, que no son otros que la pareja española detenida por este caso. Del sumario interno también surge que Beltrame fue destinado a Ezeiza en mayo por decisión de Fernando Arriete, gerente de ventas internacionales.
Según consta en la causa, ese sumario interno fue realizado por Martín Cárdenas, supervisado por Ricardo Caso, pero también participó uno de los procesados: Claudio Baudino.
Las valijas fueron llevadas y despachadas en el mostrador por dos personas que decían pertenecer a la “embajada argentina”, y serían los mismos que cuatro días antes se presentaron para despachar cuatro valijas idénticas.En esa oportunidad, Cárdenas llamó a Madrid y Vernino no autorizó el embarque. Finalmente, Beltrame regresó a Buenos Aires el 17 de septiembre, según explicó, porque fracasó el contacto con los inversores. “Las valijas debieron haber pasado por cinco scanners de TAS y también por el control de la PAN”, dice el sumario interno. Pero los empleados de TAS Emanuel Denegri y Martín Orellana no detectaron “ninguna anormalidad”. El oficial Andrés Machado también estuvo a cargo de la investigación de la empresa y por eso viajó a España para recabar más información. De los últimos careos habría surgido que Arriete también viajó a la Península Ibérica después del 20 de septiembre. Los viajes realizados por los imputados son numerosos, pero aducen que aprovechaban la posibilidad de volar sin pagar pasaje o en busca de inversores.
Cambio de fuero y videos
Casi un mes después de los hechos, todo volvía a empezar. Tras la declaración de incompetencia que formuló el fiscal federal Carlos Cearras, la causa pasó al fuero penal económico. El 14 de octubre, el juez Carlos Liporace pidió a la fiscal María Gabriela Ruiz Morales que impulsara el caso, lo cual ocurrió el 18. El 23 fueron ordenadas las primeras medidas: la obtención del sumario interno, la declaración testimonial de Machado y del encargado de asuntos legales de SW. A nadie se le ocurrió por esos días conseguir en forma inmediata los videos de Ezeiza. El sumario, condensado en una carilla, llegó a manos de la Justicia, pero la presencia de los empleados de SW tuvo que ser solicitada nuevamente el 19 de noviembre, bajo apercibimiento de hacerlos comparecer “con la fuerza pública”.
El 23 de noviembre declaró como testigo el vicepresidente Enrique Montero, un abogado que también se ocupa de los asuntos legales de SW. Indicó que el 5 de octubre se enteró del contenido de las valijas, pero sostuvo que en ese momento no se dio cuenta de que él había viajado en el mismo vuelo. Además precisó que Aeropuertos Argentina 2000 les respondió que los videos de los días 14 y 16 de septiembre “deben ser requeridos a la Policía Aeronáutica Nacional (PAN)”. Una semana después, Caso declaró ante la fiscal que “por ese motivo dejaron a cargo de la Justicia dicha solicitud”. El mismo día en la fiscalía habían escuchado al vicecomodoro Alejandro Beccaceci, un jefe de la PAN en Ezeiza, quien explicó que le habían informado que Aeropuertos Argentina 2000 cambió los “servidores del sistema digital (no hay cintas)”, y por lo tanto el material de los días 12 y 16 no existe.
El 16 de diciembre la fiscal insistió con el pedido de las cintas de las cámaras del circuito cerrado de seguridad de Ezeiza. Al día siguiente, la doctora Ruiz Morales solicitó el informe con los viajes realizados por el vicepresidente de SW, Montero. Este abogado uruguayo no sólo viajó el 16 de septiembre con las valijas de contenido ilegal. El 24 del mismo mes volvió a España, y luego entre el 30 de septiembre y el 3 de diciembre voló siete veces a Uruguay.
La causa se recalienta
El 20 de diciembre, la fiscal solicitó que la instrucción quede resguardada bajo el secreto de sumario y pidió al juez Liporace el allanamiento de las oficinas de SW y de los domicilios de Walter Beltrame, Claudio Baudino, Fernando Arriete y Enrique Montero. Además, la representante del ministerio público solicitó la indagatoria de Montero, Juan José Maggio, de la pareja de españoles Elena Toimil y Ramón González Villar, de Beltrame, Baudino y Arriete, y de los empleados de TAS. Ante la inminencia de la feria judicial de verano, solicitó que las medidas sean “de pronto cumplimiento”. Al día siguiente, Liporace ordenó el secreto de las actuaciones. El 29 de diciembre el magistrado indagó a los empleados de TAS, y antes de que terminara la jornada les dictó la falta de mérito. Al día siguiente indagó a Baudino y a Arriete, a este último por segunda vez. El gerente de ventas internacionales ya se había defendido argumentando que Beltrame le indicó que las valijas para despachar sin pasajero eran para “una pareja de inversores”, a la sazón Toimil y González Villar. Aunque el juez anunció la semana pasada que pensaba pedir la extradición de los españoles, en realidad ya lo había hecho el 30 de diciembre.
El abogado de Baudino presentó un escrito en el que describió que unas cajas que viajaron sin pasajero iban a ser esperadas en la cinta en Barajas por Claudio Tamburrini, un ex empleado de SW en Madrid que era el supuesto contacto de Beltrame con la pareja de inversores. Tamburrini estuvo prófugo, luego fue detenido y ahora está en libertad con falta de mérito. Por su parte, en sus reiteradas declaraciones, Arriete presenta mails con la intención de demostrar cómo la empresa “lo deja caer”. Una versión recogida por este diario indica que el hermano de Arriete accedió a su computadora cuando éste ya se encontraba detenido. Luego, esa CPU fue aportada por la empresa.
De testigos a imputados
La defensa de Baudino propuso diez testigos con la intención de demostrar que el embarque de las valijas sin pasajero o “voladoras” eran una práctica habitual para SW. Sin embargo, esos empleados de la aerolínea aparecieron en el juzgado declarando como imputados, por iniciativa de la empresa. Y finalmente sólo dos de ellos admitieron que esa irregularidad solía cometerse en los vuelos de SW.
El 5 de enero, Juan Maggio se presentó en forma espontánea a declarar. Su declaración informativa o espontánea es considerada una indagatoria, aunque no fue convocado por la Justicia. El 24 de enero, el juez Horacio Artabe le dictó la falta de mérito, junto a Montero y a todos los empleados de SW. El 28 de enero, el fiscal subrogante Roberto Leanza insistió con el pedido de indagatoria a Juan Maggio.
Aparece Beltrame
El 12 de enero, Walter Beltrame se puso a disposición de la justicia a través de su abogado, Carlos Morreale, y formuló su descargo. Le endilgó a Tamburrini haber sido el contacto con los españoles y explicó que el español González Villar acudió al sanatorio Otamendi y Miroli a operarse de la próstata, además de otros viajes con fines “terapéuticos”. Además, precisó que en las valijas destinadas a los españoles había supuestamente “mantas y vajilla”, y agregó que regresó de España porque finalmente no concretó el acuerdo con sus inversores. Además, aportó cantidad de documentación. No está claro si es cierto que Wally Beltrame buscaba inversores; de hecho, una fuente de SW relató a este diario que no hay constancias de que la empresa le haya abonado viáticos por sus viajes a España. Sin embargo, los propios directivos admitieron ante la Justicia la necesidad de dinero que tenía SW. La idea de una aerolínea creada para transportar droga aparece como un tanto exagerada. Más concreta es la preocupación de los dueños de SW en cuanto a las irregularidades que se produjeron en su empresa, que podría llevarlos a una acusación “por dolo eventual”.
Muchos sabían
El 12 de diciembre, el jefe de base de Ezeiza, Salvador Florio, le informó a Christian Maggio que se había presentado un tal Mario Olivero, quien dijo ser de Inteligencia de la PAN, además de trabajar en la SIDE en el tema “drogas”. Los investigadores también pidieron informes a la AFIP y a la Inspección General de Justicia (IGJ).
Caer en desgracia,
pero no tanto
A un mes de la llegada de las valijas a Barajas, Beltrame intentaba sin éxito ser atendido telefónicamente por Juan Maggio. “Fernando (Arriete) se abrió de gambas, me dejó solo”, se quejó en diálogo con Florencia Valls, asistente del directorio, el 13 de octubre. Y dos días después, ya exaltado, imploró: “No me dejan hablar más con Flor, no soy un delincuente”. Sin embargo, por consejo del estudio Funes de Rioja, Wally se llevó una “gratificación extraordinaria por egreso” de 15 mil pesos.

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Según asegura el juez, la detención de Walter Beltrame fue ordenada el 27 de diciembre pasado.
 
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