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Cambio de hábito
Hay casos que son paradigmáticos. Uno por de más conocido es el de Patricia Bullrich, una ex militante justicialista que en razón de días, al asumir la jefatura del Ministerio de Trabajo, viró hacia un discurso ostensiblemente antisindical. Pero hay un ejemplo aún más reciente de aquellos a los que el encanto del poder les hacen cambiar de hábito. Es el de Graciela Camaño. El fin de semana, la flamante titular de la cartera laboral fue categórica a la hora de ponderar el corralito, pese a los pedidos de su marido, Luis Barrionuevo, para que la gente corra a quemar los bancos. Sin embargo, la mujer no decía lo mismo el 12 de diciembre, cuando se presentó ante el Juzgado Contencioso Nº 2. Claro que el amparo, para que le devuelvan toda la plata, no llevaba únicamente su firma. La acompañaban en la cruzada el actual ministro del Interior, Jorge Matzkin; el ex titular de Economía, Jorge Remes Lenicov; y los legisladores José María Díaz Bancalari, José Luis Gioja, Manuel Baladrón, María del Carmen Alarcón, Oscar Lamberto, Marcelo López Arias, Humberto Roggero y Miguel Angel Toma.

Subido de tono
Se debían un merecido descanso. Por eso, en el Día del Trabajador, Juan Pablo Baylac y Federico Polak se entregaron al relax de las canchas del Pilar Golf, donde se los vio paseando en sendos carritos eléctricos. Al final del encuentro, el ex vocero de Fernando de la Rúa y el ex de Raúl Alfonsín intercambiaron un saludo formal, sin muchas palabras. Pero lo que no faltó entre los curiosos de semejante partida fue un comentario, malicioso e interesado, sobre el tono subido que adoptó Baylac para su cabellera. No obstante, quedó reducido a una anécdota al lado de lo que le ocurrió ayer en club Palihue de Bahía Blanca, del cual es presidente. Un grupo de ahorristas se acercaron para “escracharlo” y, curiosamente también con tono subido, solicitarle que se retire del lugar.

Los sonidos del silencio
En medio de la crisis nadie quería que se tomara ese casamiento como una provocación. En el recuerdo estaban las marchas de protesta frente al Hotel Alvear durante la boda de la hija de Domingo Cavallo. Por eso, María Candelaria De la Sota, hija del gobernador de Córdoba, organizó el evento con el mayor de los sigilos. Claro que tanto silencio contrastó con el estruendoso ruido que produjo su madre, Olga Ruitort, al caer pesadamente al piso cuando daba rienda suelta al ritmo cuartetero. Tal fue el impacto que, según comentaron testigos, la mujer debió fijar agenda para una operación de meniscos.

Sabor a nada
No son sólo los políticos –amén de la gente de a pie– los que trinan por el corralito. También lo hacen empresarios de conocida trayectoria. Es el caso de Natalio Garber, ex dueño de Musimundo, quien ostenta un record por el monto que reclama: 10 millones de dólares. Claro que ese amparo, que estudian dos jueces contenciosos, dio lugar al comentario de algunos comedidos, quienes lo achacaban por haber festejado la venta de la cadena de disquerías al Exxel Group sin saber que poco tiempo después se quedaría sin disfrutar del resultado de tan jugosa negociación. No es el único que está en esa incómoda posición. Lo mismo le sucede a Juan José Guarraccino, otro de los que efectuó tratativas con Exxel, aunque para vender la cadenade heladerías Freddo. Su amparo descansa en el Juzgado Nº 5 de la doctora Susana Córdoba.

El rey y la dama
Que sí, que no. Marcelo Tinelli vuelve a la televisión. Pero las dudas ya no están centradas sobre su retorno sino sobre la presencia de un doble de Chiche Duhalde en el sketch de “Gran Cuñado”. En la Casa Rosada no son pocos los que manifiestan que a la mujer del Presidente no le gustan las cargadas, y algunos hasta dejaron trascender que la Primera Dama hizo llegar a “Videomatch” su preocupación. En su entorno no sólo lo niegan sino que aseguran que ni cuenta con tiempo para ocuparse de esos temas. La cabeza del rey del rating televisivo también parece estar en otro tópico: su viaje a Japón para transmitir el Mundial de Fútbol.

Todo pasa y todo queda
No importa el lugar y la hora. Joan Manuel Serrat nunca elude le pesada carga de hablar de la crisis nacional. De eso fueron testigos numerosas figuras que semanas atrás asistieron a Tocororo, en Puerto Madero, para festejar los 64 años del periodista Marcos Cytrynblum, presidente de la Fundación Del Viso. Luego de unos aplaudidos chistes de Norman Erlich, el artista catalán se refugió en un boxer del salón con Víctor Heredia y Piero para abordar la controvertida realidad y la “desesperanza” de los argentinos, entre otros temas. Por supuesto que esa pretendida intimidad no amilanó a los invitados, quienes de a poco se acercaron al Nano para saludarlo y bañarlo de elogios. Por allí desfilaron los periodistas Alfredo Leuco y Carlos Ulanovsky; los conductores Fernando Bravo y Jorge Guinzburg; los humoristas Caloi y Sendra, entre tantos otros. Y, por supuesto, lo mismo hicieron durante la larga noche un ramillete de señoritas, quienes se llevaron a sus casas piropos y gestos de caballerosidad del catalán.

Buenos muchachos
La estrategia del Gobierno para “contener” a la dirigencia sindical ante la gravedad de la crisis venía dando resultado. Primero logró incorporarla a la Mesa de Diálogo, junto a la Iglesia, neutralizando así cualquier intento de medida de protesta. Cuando el trabajo de ese cuerpo comenzó a trastabillar, Eduardo Duhalde ascendió al ministro Alfredo Atanasof a jefe de Gabinete, y nombró a Graciela Camaño como jefa de la cartera laboral. Las dos figuras de extracción gremial (uno, jefe del Sindicato de Obras Sanitarias; la otra, esposa de Luis Barrionuevo) no son exactamente “aliados” de la CGT oficial de Rodolfo Daer, pero –evaluaban en la Casa Rosada– atemperarían los ánimos de ese sector. El problema surgió con la CGT rebelde de Hugo Moyano, que, enojada con la decisión oficial de profundizar las relaciones con el FMI, comenzó a preparar un paro general. Entonces, como un manotazo de ahogado, se tentó con la Secretaría de Trabajo al asesor legal de los rebeldes, Héctor Recalde. Pero, previsiblemente, el laboralista rechazó la oferta. Resignada entonces a tener que confrontar con esta central, Camaño analizaba la posibilidad de ocupar esa plaza con un ex amigo de su marido, el ex árbitro Guillermo Marconi, uno de los sindicalistas presentes en su jura.

Espina atravesada
Las quejas no tienen fronteras. Y de eso pudo dar cuenta Daniel Scioli en su reciente viaje a Chile. Mientras cenaba en Azul Profundo, unrestaurante especializado en pescados de la capital trasandina, se acercó una pareja de argentinos reclamándole soluciones para el país. “A ver si hacen algo por nosotros”, lo sorprendieron al secretario de Turismo. Gentilmente, secundado por su mujer Karina Rabollini y el titular de la Cámara Argentina de Turismo, Marcos Palacios, el funcionario le explicó que, justamente, con la gira buscaba mejorar la imagen de la Argentina en el exterior. El incidente no pasó a mayores.

Un muro para los baches
Cuando Carlos “Chacho” Alvarez renunció a la vicepresidencia, Ernesto Muro se quedó sin mucho para hacer. Como vocero histórico del líder frepasista, el trabajo de Muro consistía en tapar los baches de información que, a pesar de la buena predisposición de Chacho hacia los medios, cualquier político de primera línea no puede evitar. La decisión de Alvarez de refugiarse en el silencio liberó a Muro de la tarea que cumplió con alegría durante años. Sin embargo, podría decirse que el hombre permanece en el mismo ramo: ahora trabaja como jefe de asesores de la Subsecretaría de Logística y Emergencia del Gobierno de la Ciudad. Justamente, esa dependencia maneja el programa de respuesta rápida: también se encarga de reparar baches, pero los de las calles.

* Con José Natanson.