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La preocupación israelí ante la evolución de las investigaciones por los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA estuvo presente ayer en prácticamente todas las conversaciones que Cristina Kirchner mantuvo con las principales autoridades políticas de ese país, que incluyeron al presidente Mashe Katsav, al primer ministro Ariel Sharon, al canciller Silvan Shalom; al titular de la coalición gobernante, Gideon Saar y al ministro de Industria y Comercio, Ehud Olmert.
El primero en abordar el tema fue Sharon, en una conversación que se inició muy relajada.
–No soy un diplomático de carrera sino simplemente un agricultor haciendo política –se presentó el primer ministro israelí.
–Yo tampoco soy diplomática –le respondió la senadora.
Fue suficiente para que ambos fueran al grano. Así, Sharon le dijo que estaba dispuesto a profundizar las relaciones con la Argentina siempre y cuando hubiera gestos de reciprocidad tanto política como comercial.
El premier, quien dijo recordar perfectamente su paso por las Cataratas de Iguazú, se autodefinió ante la senadora como un “amigo” de la Argentina y en ese sentido marcó la necesidad de decir aquello “con lo que se está de acuerdo y con lo que no”.
Aludiendo a los atentados, Cristina Kirchner afirmó que la Argentina condena el terrorismo en todas sus formas porque esta lucha “es una condición de la democracia”, aun cuando previamente había alertado a Sharon de que “muchas veces las políticas para combatir al terrorismo crean más terrorismo”.
La senadora, en su cuarta jornada de visita oficial a Israel, siguió su recorrido por el nuevo edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores. Allí Shalom le expresó a la senadora su reconocimiento por los esfuerzos realizados en la Comisión de Seguimiento de los atentados. Y quiso saber las últimas novedades de la causa.
“Próximamente comenzará el juicio al juez Juan José Galeano y es necesario que la Justicia investigue no solamente a los que cometieron el atentado sino también a quienes lo encubrieron y no investigaron. El gobierno del presidente Kirchner levantó el secreto de sumario de todos los archivos existentes en la causa y los puso a disposición de los investigadores y los interesados”, dijo Cristina. Además recalcó la importancia de la presentación que hizo el Estado argentino en la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el tema de la AMIA.
Aun así, Shalom aprovechó la oportunidad para plantear su desacuerdo con la posibilidad de que la Argentina abra una representación diplomática en Palestina. La senadora le respondió al canciller que las decisiones en política exterior forman parte de la “soberanía argentina”, pero que entendía el reclamo por los lazos de amistad entre ambos países.
Finalmente Shalom se mostró a favor de una política de acercamiento bilateral entre Israel y el Mercosur, ya que sería un tema que adquiere relieve no sólo económico sino también político. Cristina comentó que estaba al tanto y que las gestiones seguían avanzando. Lo mismo cuando, poco después, Olmert le solicitó que promoviera la realización de un acuerdo de cooperación entre ambos países, que involucre al sector privado, para intercambiar conocimiento en materia de innovación tecnológica e industrial, especialmente en el campo agrícola-ganadero.
La última cita fue con Gideon Saar, el jefe de la bancada de la coalición gobernante. Este le endulzó los oídos al manifestar su conocimiento sobre la recuperación económica argentina, ya que –dijo– su abuela, tíos y primos viven en Córdoba, donde emigró su padre. Las actividades de Cristina terminaron en Tel Aviv con una recepción en la residencia del embajador argentino Atilio Molteni, a la cual asistieron más de doscientos miembros de la comunidad argentina en Israel.