EL PAíS › LOS JUECES QUE EXCARCELARON A
CHABAN SE APARTARON DEL CASO CROMAÑON
“Nos embarga la violencia moral”
María Laura Garrigós de Rébori y Gustavo Bruzzone se excusaron de actuar en la causa por el rechazo que generó el fallo. Y criticaron a los gobiernos nacional y porteño por sus opiniones, que calificaron de “imprudentes”. Ahora, debe decidir el plenario de la Cámara. Bruzzone dijo estar “cerca del dolor” de los familiares de las víctimas.
Por Carlos Rodríguez
Ante la lapidaria reprobación pública que recibió el fallo que posibilita la excarcelación de Omar Chabán –desde el repudio generalizado de los padres de los 193 muertos en Cromañón hasta la fuerte declaración del presidente Néstor Kirchner, que calificó la resolución de “cachetazo vergonzante”–, los dos jueces que lo firmaron se excusaron ayer de continuar en la causa. “La situación generada a propósito de la resolución que dictamos el viernes supera los límites razonables como para mantener ecuanimidad y esa calma de espíritu indispensable para poder seguir actuando”, argumentaron los camaristas Gustavo Bruzzone y María Laura Garrigós de Rébori. Los dos cuestionaron “muy especialmente las imprudentes opiniones emitidas por el presidente de la Nación” y otros funcionarios que repudiaron el fallo. El titular de la Cámara del Crimen, Carlos Alberto Elbert, respaldó la independencia del Poder Judicial y sostuvo que Kirchner “interfirió” con sus dichos en la división de poderes. “Deplorable, me parece una de las cosas más espantosas que he visto en los últimos tiempos”, dijo Elbert aludiendo a las declaraciones de los funcionarios y al revuelo en torno de la resolución.
En el escrito donde se excusan de seguir interviniendo en la causa, Bruzzone y Garrigós de Rébori cargaron sobre el jefe del Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, ex fiscal de la Cámara Federal capitalina. “Nos avergüenzan (las críticas) expresadas por el jefe de Gobierno pensando que él alguna vez formó parte del Poder Judicial.” Elbert, por su parte, se encargó de arremeter contra buena parte del gabinete nacional: “Puedo hablar de varios juristas. El señor Alberto Fernández es profesor de Derecho penal en la Facultad de Derecho y él sabe que lo que está diciendo no es correcto”. El titular de la Cámara del Crimen también cuestionó a los ministros de Interior, Aníbal Fernández, y de Justicia, Horacio Rosatti, ambos abogados, y al ya mencionado Ibarra.
“El señor Aníbal Ibarra –insistió Elbert– integró mi cátedra, integró esta Cámara, fue secretario de una sala. El no puede recurrir al facilismo de pasarle la soga a otro para salir de un apretón político.” Elbert, como titular de la Cámara, deberá ahora reunir al plenario de 15 jueces que la integran, incluyendo a los dos que se excusaron, para resolver si aprueban o rechazan el pedido de apartamiento. Todo hace suponer que la solicitud será aceptada, como ya ocurrió antes con otros dos camaristas, Mario Filozof y Guillermo Navarro. Ante las críticas de los jueces, Alberto Fernández defendió la actitud del Poder Ejecutivo. “Los fallos, técnicamente, no son otra cosa que actos de gobierno y los actos de gobierno son susceptibles de críticas”, sostuvo (ver aparte).
Los abogados que representan a las familias de las víctimas festejaron el apartamiento de los dos camaristas. “Es una tranquilidad para nosotros saber que de ahora en más son otros los camaristas que tendrán que intervenir”, dijo a Página/12 el letrado Fernando Soto. De todos modos, José Iglesias, abogado y padre de una de las víctimas, anticipó que van a recusar a Bruzzone y a Garrigós por “prevaricato”. Iglesias interpretó que la decisión que permite la liberación de Chabán “es contraria a la ley penal” porque “está fundada en hechos falsos mal invocados por los jueces”. Se refirió “al recaudo exigido (por la ley) de que el procesado no intentará fugarse. Los jueces dicen que no, pero Chabán huyó del escenario de los hechos, se profugó y hubo que capturarlo”.
En su “excusación” ante la Cámara de Apelaciones a la que pertenecen, los camaristas Garrigós de Rébori y Bruzzone consideraron que la situación creada por el fallo “supera los límites razonables para mantener ecuanimidad y esa calma de espíritu indispensable” para actuar. “No es necesario efectuar un repaso al detalle de lo irresponsablemente difundido por los medios de comunicación y muy especialmente de las imprudentes opiniones emitidas por el señor presidente de la Nación y otros altos funcionarios del Gobierno”, dijeron los camaristas.Por todo eso interpretaron que “cualquier nueva resolución que podamos adoptar en este caso será leída e interpretada intencionalmente, cuando lo único que hemos hecho es respetar nuestras posiciones en defensa de las reglas del debido proceso que, en este caso, pretenden que se alteren a raíz de la dimensión de la tragedia”. Los dos jueces sostuvieron que “hasta el momento hemos actuado a derecho y a nuestras convicciones”, pero “la situación de violencia moral que nos embarga es de tal importancia que se podía llegar a sostener que es de gravedad institucional. Por eso nos excusamos de seguir entendiendo en este asunto”, concluyeron.
El único que tuvo un fugaz encuentro con la prensa fue Bruzzone, quien respondió ante la consulta: “Yo entiendo el trabajo de ustedes, pero no puedo hablar”. Frente a la insistencia, pidió que “la gente esté tranquila” sobre la marcha del proceso. “Nunca estuve tan consustanciado con el dolor de los familiares como en este caso y estoy cerca del dolor, pero soy juez y tengo que trabajar, por lo tanto no puedo hablar”, reiteró Bruzzone, recordando que los jueces se expiden por sus fallos. Los únicos que se opusieron a la excusación de los camaristas fueron los abogados Mariano Silvestroni y Julio Virgolini, que representan a los músicos del grupo Callejeros, quienes desde el lunes serán indagados por el juez Julio Lucino por el delito de “homicidio culposo”.
“A los chicos (por los miembros del grupo) no les gustó nada la liberación de Chabán, pero nos vamos a oponer a la excusación porque, más allá del acierto o error, la resolución fue un acto de independencia y de imparcialidad”, declaró a este diario el abogado Silvestroni. Sobre la intervención de miembros del Poder Ejecutivo, consideró que hubo “un avasallamiento del Poder Judicial a través de una presión indebida” y pronosticó que “a partir de ahora los jueces van a resolver con miedo a la reacción social; esto marca un punto de inflexión en la causa”.
La intervención más rotunda por la injerencia del Poder Ejecutivo en las decisiones de la Justicia fue la del titular de la Cámara del Crimen, Carlos Alberto Elbert, quien llamó a Radio Continental para expedirse sobre el punto. Para ejemplificar lo ocurrido dijo que es “como si alguien como yo les dijera a ustedes: ‘este periodista se va y entra un primo mío’. Ustedes me van a decir: ‘¡qué autoridad tiene usted y qué conocimiento’” sobre periodismo. Cuando le preguntaron cómo le cayó la actitud del presidente Kirchner, respondió: “Deplorable, deplorable. Me parece una de las cosas más espantosas que he visto en los últimos tiempos”.
Elbert reveló que hace una semana le había adelantado al ministro Rosatti que temía que los manifestantes “quemen el Palacio de Justicia” si se decide alguna excarcelación en la causa Cromañón. “El ministro me dijo que sí, que tenía conciencia de que algo así podría ocurrir. De manera que semejante hipocresía jurídica en personas competentes me deprime profundamente porque yo puedo no estar de acuerdo con las medidas del Ejecutivo, pero como integrante de otro poder del Estado de ningún modo estoy autorizado a interferir, a hacer proclama, a promover acciones. Me está totalmente vedado. El Ejecutivo se ha equivocado terriblemente.”