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Aunque por separado, organizaciones de desocupados y trabajadores realizaron una jornada de protesta nacional en contra del modelo económico. Los piqueteros volvieron a manifestar en los accesos a la Capital, a lo largo del conurbano y en seis provincias del interior del país. La consigna inicial para convocar a la protesta (el rechazo a las políticas dictadas por el FMI), terminó superada por las críticas a la decisión de Hugo Moyano de suspender el paro por mal tiempo.
Las protestas fueron protagonizadas por dos sectores: por un lado la Corriente Clasista y Combativa confluyó en algunos puentes del conurbano con la Asociación de Trabajadores del Estado (de la CTA), mientras que el Bloque Nacional Piquetero se movilizó junto a seccionales sindicales rebeldes en los ingresos de la Capital.
En los piquetes de ayer hubo una mayor presencia de trabajadores en conflicto. Las obreras de Brukman marcharon hasta el Congreso nacional junto a asambleas y al Bloque Piquetero, en rechazo al tratamiento de las leyes de Quiebras y de Subversión Económica. Los trabajadores de Terrabusi manifestaron junto a la Multisectorial de Escobar. En el Hospital Posadas, en peligro de cierre, se instaló un olla popular de las CCC, ATE-CTA y Suteba Morón. En La Matanza hubo una concentración frente a La Baskonia de trabajadores y desocupados de la Corriente.
En el interior del país los piquetes se sintieron en las provincias del norte. Hubo cortes en Jujuy, Misiones, Salta y Entre Ríos.
Las movilizaciones volverán a sentirse este viernes, cuando el Movimiento de Jubilados y Desocupados de Raúl Castells realizará movilizaciones frente a bancos y supermercados para pedir alimentos. El mismo día los piqueteros encabezados por Luis D’Elía y Juan Carlos Alderete reclamarán frente a Repsol-YPF por la implementación de una tarifa social en los servicios públicos.