EL PAíS › DESEMPLEO JUVENIL
Apenas segundos
Argentina es el segundo país de Latinoamérica con mayor desempleo de jóvenes de 15 a 24.
Vistas desde el presente, las máximas históricas del peronismo se parecen a las osamentas de dinosaurio que abundan en los museos. En la Argentina del 2004, los niños ya no son los “únicos privilegiados”. Tampoco es posible poner en práctica aquel consejo paternalista que ordenaba “de casa al trabajo y del trabajo a casa”. Porque hay mucha desocupación, especialmente entre la población juvenil. El panorama es tan oscuro que sorprende. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) más cifras del Indec, la Argentina es el segundo país de América latina con más desocupación entre los jóvenes de 15 a 24 años. El resultado aparece como una de las conclusiones de un reciente informe de la Consultora Equis, que dirige Artemio López.
El informe comparó el desempleo juvenil –tomando como jóvenes la franja de 15 a 24 años– de trece países latinoamericanos. El análisis comparativo incluyó a la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Tomando como base el informe anual 2005 de la OIT al que se le cruzaron datos de la Encuesta Permanente de Hogares, la Argentina obtuvo el segundo porcentaje más alto de desempleo juvenil: el 30,9 por ciento. Eso significa que uno de cada tres jóvenes argentinos no tiene trabajo. El único país que superó esos números fue Uruguay, con 33,1 por ciento.
La exclusión de los jóvenes del mercado de trabajo se profundizó durante la década del 90. Según la OIT, en 1990 la Argentina tenía un 14 por ciento de desempleo juvenil. Cinco años después, la cifra se había elevado a más del doble (29,6 por ciento). El record se produjo en 2003, cuando llegó a 35,3 por ciento. Según el informe de Equis, en 2004 se produjo un levísimo descenso y la tasa se estabilizó en 30,9 por ciento. Los datos demuestran, por si cabía alguna duda, que la Argentina dejó de ser una tierra que ofrecía oportunidades a los jóvenes. Tal como lo consigna el informe, el desempleo juvenil está muy por encima del promedio latinoamericano, que asciende al 22,4 por ciento.
En la Argentina, la exclusión laboral de los jóvenes ha crecido en forma ininterrumpida por casi quince años. Según el estudio de Equis, la suba ha sido de un 137 por ciento desde los inicios de la década del 90 hasta el tercer trimestre de 2004. Los valores locales superan en un 80 por ciento los del resto de América latina. Otro país con cifras dramáticas es Brasil, cuya población de entre 15 a 24 años padece un 28,9 por ciento de desempleo. El socio más grande del Mercosur se ubica en el tercer lugar del triste ranking de desocupación juvenil.
Los países latinoamericanos miden el desempleo juvenil a través de distintas franjas etarias. En Brasil, por ejemplo, dividen la población en dos grupos: 15-17 años por un lado y 18 a 24 por otro. En Chile, la clasificación se hace en dos franjas: 15-19 y 20-24 años. De cualquier forma, estos detalles metodológicos no impiden la comparación entre las realidades particulares de cada nación. Tras comparar las cifras (ver recuadro), la Argentina obtiene un resultado lamentable.
El estudio avanza sobre las consecuencias sociales del desempleo. “La problemática de alto nivel de desempleo está en la base del deterioro socio-ambiental que promueve comportamientos de alto riesgo en los jóvenes y adolescentes argentinos”, es una de las conclusiones de la investigación. El informe vincula la exclusión laboral con la problemática de las adicciones. Allí consigna información oficial de la Subsecretaría de Atención a las Adicciones de la provincia de Buenos Aires (SADA), que asegura que el 83 por ciento de los jóvenes del conurbano bonaerense consume algún tipo de sustancia adictiva. Según esa estadística, el 76,2 toma alcohol, el 49 por ciento tabaco, el 10,5 marihuana, el 2,4 cocaína y el 1,4 por ciento pasta base.