EL PAíS › RECHAZAN LA EXCARCELACION DE RUBEN BERAJA
Con los medios para fugarse
El ex presidente del Banco Mayo Rubén Beraja seguirá detenido en la División de Delitos Complejos de la Policía Federal. Ayer, la Sala II de la Cámara Federal rechazó la excarcelación que había solicitado su abogada, Marta Nercellas, con el argumento de que si salía en libertad podría entorpecer la investigación. Según los camaristas, Beraja “contaría con medios adecuados en el exterior” como para fugarse y evitar el cumplimiento de una condena. Beraja está procesado con prisión preventiva bajo los cargos de administración fraudulenta en perjuicio de los ahorristas del Banco Mayo. Tras esta decisión judicial, el banquero permanecerá preso en el primer piso de la Unidad Antiterrorista, en Cavia 3350, Barrio Parque.
Hace diez días, la Sala IV de la Cámara de Casación había convocado a la Cámara federal para que se expidiera sobre la excarcelación de Beraja. Es decir, sobre si correspondía que siguiera preso o no. Tras el fallo que se difundió ayer, el pedido del ex titular de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) volverá a Casación. Ese tribunal deberá resolver si acepta o no los argumentos de Beraja, quien pidió esperar en libertad el comienzo del juicio oral. La defensora del banquero tiene el recurso de apelar otra vez. Tras la reforma penal que creó nuevos plazos de prescripción, la causa podría vencer en octubre. Para evitarlo es necesario que el expediente se eleve a juicio oral.
Amigo de Carlos Menem, Beraja está acusado de encabezar una asociación ilícita para defraudar a los ahorristas y socios del Banco Mayo. También se le imputa una defraudación contra el Estado nacional, ya que a fines de los ’90 el Ejecutivo le pagó 298 millones de dólares para resarcir a los ahorristas. Según el juez de instrucción que intervino en la causa, Beraja usó ese dinero para vaciar los activos del Banco. Presuntamente lo habría derivado hacia familiares y miembros de su grupo más cercano. El mecanismo consistía en recibir suculentos créditos o realizar inversiones que no tenían una explicación racional. Un ejemplo fue la compra de 1200 semanas de tiempo compartido en Punta del Este a la empresa Icatur, cuyo propietario era concuñado de Beraja.
Hace diez días, la Sala IV de Casación había pedido a la Cámara federal que volviera a expedirse sobre la procedencia o no de la excarcelación. La Sala II de la Cámara federal ya lo había hecho, pero el tribunal de alzada consideró que no había fundamentado bien por qué Beraja podía fugarse del país en el caso de recuperar su libertad.
Beraja sostiene que la causa del Banco Mayo es una “persecución política” en su contra y lo vinculó con lo que llamó una supuesta ofensiva que afectó al ex titular del Banco Central durante el menemismo, Pedro Pou. Según el ex titular de la DAIA, ambas denuncias están motivadas por “razones raciales”. Sin embargo, la denuncia en su contra fue realizada por los ahorristas del Banco Mayo. Beraja está preso hace un año y medio en la cárcel de la calle Cavia, donde se dedica a sus nuevos pasatiempos. Uno de sus hobbies, según la Policía Federal, es la técnica del “coaching” que está enseñando a 16 compañeros de prisión.