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Algunos dijeron que se mantendría la unión. Otros aseguraron que la fractura era inevitable y auguraron la creación de una central paralela. La incógnita sigue latente aunque ayer se corporizó el malestar: Los Gordos de la CGT presentaron su renuncia al consejo directivo argumentando “disidencias” con la conducción que desde el jueves quedó a cargo de Hugo Moyano. Por el momento no habrá una organización disidente.
“Es un alejamiento absoluto, una renuncia a nuestros cargos. A partir de ahora no formamos parte de las decisiones que adopte la CGT en su consejo directivo”, anunció Susana Rueda tras volver a apuntar contra la conducción centralizada en las manos del camionero Moyano. “No se dio cumplimiento a lo que se votó en el congreso del 14 de julio de 2004 y a los acuerdos básicos que dieron origen a la conducción tripartita”, repitió la dirigente, portavoz de “Los Gordos”, como se denomina al sector que –entre otros– integran los gremialistas Armando Cavalieri (Comercio), Oscar Lescano (Luz y Fuerza) y Rodolfo Daer (Alimentación). Rueda negó en forma terminante que se esté evaluando la posibilidad de conformar una central paralela. “Nosotros entendemos que debemos recuperar el poder para la CGT, el poder de gestión”, aseguró. Los cargos que quedaron vacantes son las secretarías de Relaciones Internacionales, Administración, Vivienda y Turismo, y Política Económica.