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Finalmente, el radicalismo encontró al candidato que renovará el partido: Raúl Alfonsín. El ex presidente prometió ayer que volcará todo su esfuerzo para resolver los dos problemas que considera “esenciales para el futuro partidario: la renovación y la participación”. Con estos dos conceptos como bandera, el caudillo de 78 años inició la campaña en la que compite con la titular del comité bonaerense, Margarita Stolbizer, para ser delegado al Comité Nacional, requisito indispensable para llegar a presidente de la UCR. En un acto ante jóvenes radicales porteños, el ex presidente recordó que a su gobierno en los ‘80 “se incorporaron socialistas como Héctor Polino y Alfredo Bravo, justicialistas de la talla de Rafael Bielsa y Roberto Lavagna”. Si vence en las internas del 31 de julio, se comprometió a concretar “una real apertura al diálogo en el seno partidario y con otras fuerzas ideológicamente afines al radicalismo”.