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No todas las cuentas están saldadas entre los distintos reagrupamientos peronistas bonaerenses, que se aprestan para una nueva disputa parlamentaria que dirimirá la conducción del estratégico Banco Provincia, todavía en manos del duhaldismo. Kirchneristas y felipistas exigirán una prueba de lealtad a quienes abandonaron las filas duhaldistas a último momento: le pedirán al candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria, Mariano West, que asuma la presidencia del bloque oficialista y deje de lado sus “ambiguos” alineamientos en la Cámara baja. El pedido se extenderá a otros cuatro diputados, mientras que en la Cámara alta harán lo mismo con tres senadores díscolos que se sumaron al proyecto presidencial pero siguen tributando a la bancada que responde al caudillo de Lomas de Zamora. La pelea ahora también se librará dentro del kirchnerismo provincial.
Después que Jorge Sarghini dejó la presidencia del Bapro para ocupar un lugar en la boleta duhaldista como candidato a diputado nacional, el gobernador Felipe Solá se ilusionó con recuperar rápidamente la conducción del banco provincial. Pero las dilaciones impuestas por el mayoritario bloque duhaldista de senadores le mostraron al gobernador que el pliego para la designación del ministro de la Producción, Gustavo Lopetegui, al frente del Bapro no sería nada fácil. Las “obstrucciones” malhumoraron al gobernador, que se quejó frente a sus hombres por las “contrataciones millonarias” que el actual directorio –con mayoría duhaldista– está realizando y que, según Solá, deberían ser atributos del nuevo director.
Por eso los felipistas se trazaron la estrategia de sumar voluntades para levantar el freno duhaldista al nombramiento de Lopetegui. Incorporaron a su bloque al piquetero Luis D’Elía y su compañero Rodolfo Casals, y a Osvaldo Deza del bloque Social Ecológico. Pero terminaron encontrándose con escollos dentro de lo que consideraban tropa propia. No pocos legisladores que aparecen en las listas de candidatos del Frente para la Victoria y que sellaron su respaldo territorial a la estrategia electoral del Presidente esquivaron su apoyo a la iniciativa de Solá.
Entre los díscolos, los felipistas señalaron al diputado provincial Mariano West. El ex intendente de Moreno dejó claro que él se encolumnó con Néstor Kirchner pero no con Solá, de quien fue uno de los hombres de confianza hasta que una pelea lo alejó de su gabinete y volvió a refugiarse en el duhaldismo. Ahora, los felipistas –con el apoyo del kirchnerismo provincial– le ofrecerán la presidencia del bloque de diputados para forzar otra vuelta de campana de West. Los felipistas que apuestan más decididamente a esta estrategia afirman que quieren terminar con el “doble discurso” de quienes cruzaron de bando en el “último instante” intentando diferenciarse.
Pero la embestida no será solamente contra West. También les pedirán una muestra de lealtad a los diputados Alcides Sequeiros, Carlos Muñoz y Octavio Argüello, además del vicepresidente segundo de la cámara, Horacio González –que asocian con el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo–, que según los fieles a Solá “siguen alineados con el duhaldismo”. Lo mismo pasará en la Cámara alta. Allí los díscolos están identificados con el dirigente justicialista de Bahía Blanca, Dámaso Larraburu, miembro del directorio del Bapro y quien selló el apoyo al kirchnerismo en la sexta sección electoral: los senadores Oscar Temporelli, Elsa Strizzi y Alicia Fernández, quienes ni siquiera emigraron del bloque duhaldista.