EL PAíS
Principio de catarsis en el kirchnerismo porteño
Alberto Fernández, Filmus, Tomada, Iribarne y Bielsa participaron, por momentos, de la reunión del sector. Dos consultores dieron su parecer sobre la derrota. El discurso y la imagen de Kirchner.
Por Diego Schurman
La rauda partida de Rafael Bielsa del lugar, cuando ni siquiera había dado comienzo el encuentro catártico, se entendió a la hora de las conclusiones: el canciller quedó, a los ojos de la dirigencia del PJ porteño, como el responsable de la reciente derrota en la ciudad, básicamente por no haber logrado capitalizar la buena imagen que Néstor Kirchner ostenta en el distrito.
Las razones de esa magra performance fueron esgrimidas, en rigor, por los consultores Analía del Franco (Analogías) y Roberto Bacman (CEOP). Y luego debatidas por dirigentes del PJ local y sus aliados dentro del Frente para la Victoria. La reunión, celebrada en el Salón Plaza Mayor del Hotel NH, se volvió necesaria para dar una nueva vuelta de página y preparar el terreno para el próximo desafío: la construcción política para pelear por la Jefatura de Gobierno en 2007.
Lo acontecido anoche, en otra era, se hubiese sintetizado al grito de “Murió el rey, viva el rey”. Anoche, el peronismo distrital prefirió, en voz muy baja, descifrar como el primer paso, tras la despedida de Bielsa, para entronizar a Alberto Fernández.
Es sabido el anhelo del jefe de Gabinete y jefe del PJ porteño de suceder a Aníbal Ibarra, aunque todos coincidieron en que resulta prematuro presentarlo como el único aspirante. El propio Fernández fue cauto al abordar el tema. “Este espacio tiene que ganar en 2007, más allá de quién sea el candidato. El que esté mejor posicionado será el que se postule”, dijo ante la audiencia.
De hecho, hay otros que ya se anotaron en la competencia. Entre ellos el vicepresidente Daniel Scioli. En cambio, la suerte de Bielsa parece echada y eso denotó su semblante cuando, con la cintura de Nicolino Locche, partió haciendo fintas para evitar el molesto trabajo de dar explicaciones.
Probablemente la controversia suscitada entre la Argentina y México por la política regional funcionó como una excelente excusa para su paso relámpago por el lugar. Los menos creyentes interpretaron que el canciller, quien quedó tercero en la elección, detrás de Mauricio Macri y Elisa Carrió, no quería que le refrieguen la derrota en la cara.
“No se correlacionó la imagen positiva del Presidente con el voto de Bielsa”, señaló Bacman en un tramo de su exposición. Apoyándose en un Power Point, la crítica al candidato del PJ emergía a través de la ponderación de la estrategia de Macri, su principal oponente, especialmente por la municipalización de la contienda con el “salto al bache”.
Aquella estrategia –evaluó al consultor– le permitió al presidente de Boca cosechar un voto que perdió identificación ideológica. Así capturó a ex sufragantes de Ibarra, mientras que el canciller perdió a varios de ellos. “Ya no hay voto cautivo, no hay más eso del voto peronista en el Sur y el voto de centroderecha en el Norte”, razonó poco después Fernández, a tono con el análisis de Bacman.
Una vez que el salón fue despejado de periodistas, empezó la catarsis, moderada por cierto, en donde se habló de la necesidad de un mayor debate interno en el PJ porteño. Obviamente, hubo promesas de nuevos encuentros para seguir analizando el traspié del 23 de octubre.
Entre la dirigencia presente figuraban varios hombres de la primera línea del Gobierno. Estaban los ministros Carlos Tomada (Trabajo), Daniel Filmus (Educación) y Alberto Iribarne (Justicia), además del secretario de Medios, Enrique Albistur.
También participaron, entre otros, Víctor Santa María, Julio Piumato, Jorge Coscia, Elvio Vitali, Andrés Rodríguez, Jorge Argüello, María Laura Leguizamón, Julio Vitovelo, Claudio Morgado, Pimpi Colombo, Andrés Rodríguez, Juliana Marino, Gabriel Fuks, María José Lubertino, Roberto Feletti, Eduardo Hecker, Juan Manuel Abal Medina y hasta se vio al exministro de Trabajo menemista Enrique Rodríguez, quien, al igual que Bielsa, se retiró antes de que la reunión comenzara.