La asamblea ambientalista de Gualeguaychú resolvió finalmente levantar el corte sobre el puente internacional con Fray Bentos el sábado a la medianoche, pero esto no implicó ninguna tregua en su reclamo para que se suspenda la construcción de las dos papeleras sobre la vera del río Uruguay. Por decisión de la asamblea, una extensa caravana de autos marchó desde las 16 a los bocinazos hasta el puente (que quedó virtualmente cortado) y, al anochecer, regresó hacia la ciudad entrerriana. “Convocamos una caravana de la resistencia para mantener durante todo el fin de semana la atención sobre el objetivo central de nuestro reclamo, que es que no se instalen las plantas”, aseguró Javier Villanueva, uno de los integrantes de la asamblea, que encabezaba la marcha en un Ford Falcon gris.

El sábado, los vecinos que cortaron el puente sufrieron un contrapiquete por parte de los camioneros que quedaron varados de este lado de las fronteras. Bloquearon la ruta 136 sobre el kilómetro 28 para impedir que los ambientalistas lograsen llegar al puente e intentaron forzar una negociación. Luego de discutir en asamblea, los vecinos consideraron que era mejor no tensar más la cuerda con los camioneros. “Ya había muchos camiones de los dos lados y no queríamos llegar a un enfrentamiento. Se decidió levantar el corte porque habíamos cumplido con el fin de cortar por 24 horas y se extendió por seis horas más”, resumió a Página/12 Osvaldo Moussou, otro de los asambleístas, que avanzaba ayer sobre el final de la caravana a bordo de su Renault 9 rojo.

A pesar del calor y de la lluvia –que se alternaron durante el día–, los vecinos lograron formar una extensa caravana, que partió de Gualeguaychú y recorrió unos 30 kilómetros hasta el puente General San Martín. Los asambleístas calculaban que eran cerca de 10 kilómetros de vehículos con más de mil autos, que se desplazaban lentamente por la ruta 136 al ritmo del “rap de las papeleras”. La canción (“Gualeguaychú no va a aflojar”, dice en una de sus estrofas) sonaba desde los parlantes montados sobre una camioneta, que debieron ser guardados a toda velocidad cuando empezó a llover a cántaros.

El intendente de Gualeguaychú, Daniel Irigoyen, encabezó en su propio auto la caravana, escoltado por dos camiones recolectores de basura. Los turistas que volvían de Punta del Este con el cambio de quincena observaban desde el costado de la ruta. “La gente ha hecho un esfuerzo –remarcó Villanueva– porque la tradición es que el domingo es un día de playa: la mayoría se va con el matecito al río.” La voluntad de no perder ese río probablemente es la que motivó la caravana dominguera, que fue acompañada por familias enteras.

Los vecinos reclaman que se detenga la construcción de las plantas de celulosa hasta que exista un “estudio independiente” de impacto ambiental. Señalan que el dióxido de cloro con el que se blanquea el papel va a contaminar el río, mientras que el residuo que se quema para generar energía producirá lluvia ácida. Una comisión bilateral, integrada por técnicos de Uruguay y de la Argentina, deberá entregar un informe a fines de enero, aunque es difícil que logre un resultado unánime.

Los ambientalistas anunciaron que continuarán con asambleas y medidas de fuerza durante la semana. “Estas acciones las vamos a seguir hasta el 30 de enero, cuando se presenta el informe de la comisión bilateral. Esperamos un proclama del Gobierno nacional más sólida. Por su parte, la asamblea va a tratar de presentar un amparo a nivel internacional por su cuenta”, destacó Villanueva. “Los cortes sorpresivos y caravanas siguen todo el verano”, aclaró Moussou. “Como es tanta la gente que viene, estamos muy motivados. Acá la gente está por cortar todo, así que no sé si en la semana no se podrá protestar otra vez”, concluyó.

Informe: W. P.